Bienvenidos a una nueva edición de El Rincón del Cronista, en donde, como ya sabéis, alternamos entre personajes, sucesos, lugares e instituciones del mundo creado por George R. R. Martin con la idea de presentar un espacio de discusión y debate en el que la acción está en los comentarios. En ésta ocasión vengo a hablaros de alguien del que tenía que haber hablado hace ya tiempo, porque lo merece: Olenna Tyrell, también conocida como «la Reina de las Espinas1
Lady Olenna Tyrell: cuando una anciana mola más que tú.
Olenna Tyrell es una de los personajes más queridos por los lectores. No es para menos. En un mundo lleno de farsantes, lameculos, hipócritas y gente falsa en general, ella destaca entre todos ellos por ser de las pocas personas que dice realmente lo que piensa a todo el mundo, moleste a quien moleste, digan lo que digan. Con más de setenta años, no va a andar conteniendo la lengua2, lo que resulta aun más cómico si se tiene en cuenta que Olenna tiene el aspecto de una adorable ancianita, la abuela del anuncio de Casa Tarradellas, o «una muñeca marchita de cabello blanco», como la describe Sansa Stark. De hecho no llega a salvarse ni su propia familia:
A decir verdad, hasta nuestras pretensiones con respecto a Altojardín son algo dudosas, como se quejan siempre esos repelentes Florent. « ¿Y qué importa eso?» , preguntaréis, y por supuesto la respuesta es que nada en absoluto, salvo para idiotas como mi hijo. La idea de que alguna vez pueda ver a su nieto con el culo aposentado en el Trono de Hierro lo hace hincharse como… ¿cómo se llama eso? Margaery, tú eres lista, sé buena y dile a tu pobre abuela medio lela el nombre de ese extraño pez de las islas del Verano que, si lo pinchas, se hincha hasta aumentar diez veces su tamaño.
[…]
¿Atractivo? Ya le he enseñado a mi Margaery de lo que vale ser atractivo, o eso espero. Algo menos que el pedo de un titiritero.
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Tampoco los difuntos, al ponerse a hablar de Renly Baratheon (y todo es de una misma conversación con la inocente Sansa Stark, con la que no tiene ninguna confianza entonces).
—Sí —resopló la abuela—, muy galante, encantador y muy limpio. Sabía cómo vestirse y cómo sonreír, y sabía cómo bañarse, y no sé por qué dio por hecho que eso lo hacía digno de ser rey. Los Baratheon siempre han tenido ideas raras, sin duda. Les viene de su sangre Targaryen, creo. —Sorbió por la nariz—. Una vez intentaron casarme con un Targaryen, pero enseguida corté por lo sano.
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Pero Lady Olenna no es ninguna bocazas que pueda causarse problemas por su forma de ser. Es inteligente, de eso no cabe duda a nadie, ya la amen, ya la odien. Y gracias a dios que la Casa Tyrell la tiene a ella, pues es ella quien maneja los designios de su familia en el turbulento mundo en que se convierte Poniente durante Canción de Hielo y Fuego. Aunque tampoco es que pueda hacer milagros, por suerte o por desgracia. Pero antes de avanzar en ello, debemos retroceder y conocer el pasado de la Reina de las Espinas.
La matriarca de Altojardín
Lady Olenna nace en el año 228 D.C., no en Altojardín, sino en El Rejo. Eso es: su verdadero nombre no es otro que Olenna Redwyne, hija de Lord Runceford Redwyne. Desde joven, estuvo prometida con el tercer hijo del rey Aegon V, el príncipe Daeron, en los planes del rey de enlazar con las dinastías más poderosas del reino y frenar su oposición a sus reformas. Sin embargo el príncipe rechazó el compromiso (dicen los rumores que prefería la compañía de Ser Jeremy Norridge). Sin embargo, la hija del rey Aegon, Shaera, rompió su compromiso de matrimonio con el señor feudal de los Redwyne, Lord Tyrell, cuando se casó con su propio hermano Jaehaerys en una boda secreta. De manera que un roto hizo un descosido y Olenna acabó desposando al hijo de Lord Tyrell: Luthor Tyrell. La manera de la que Olenna recuerda a su marido es, por lo menos, curiosa:
—¿Conoces a mi hijo, Sansa? ¿A lord Pez Globo de Altojardín?
—Es un gran señor —respondió Sansa con cortesía.
—Un gran cretino —dijo la Reina de las Espinas—. Su padre también era un cretino. Mi esposo, el difunto lord Luthor. No, no me entiendas mal, yo lo amé muchísimo. Era un hombre bueno, y no estaba nada mal en la cama, pero de todos modos era un cretino sin remedio. Hasta tal punto que se cayó con el caballo por un acantilado cuando practicaba la cetrería. Dicen que iba mirando al cielo y no se le ocurrió mirar adónde lo llevaba su cabalgadura.
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Tras la derrota del bando realista en la rebelión de Robert, la Casa Tyrell pierde parte de su importancia en el reino. Será ello lo que motive a su hijo Mace Tyrell a apoyar a Renly Baratheon en la Guerra de los Cinco Reyes. De nuevo, Olenna se opone a tal gilipollez locura, pues implica que la Casa Tyrell apoye a un manifiesto traidor a usurpar el Trono de Hierro.
—Silencio, Alerie, no me hables en ese tono. Y no me llames madre. Si te hubiera parido, estoy segura de que lo recordaría. Solo tengo que dar cuentas por tu marido, el estúpido señor de Altojardín.
—Abuela —intervino Margaery—, no digas esas cosas, ¿qué va a pensar Sansa de nosotros?
—Podría pensar que tenemos un poco de seso en la cabeza. Al menos una de nosotras. —La anciana se volvió de nuevo hacia Sansa—. Es traición, se lo advertí; Robert tiene dos hijos, y Renly tiene un hermano mayor, ¿cómo esposible que albergue alguna pretensión con respecto a esa horrorosa silla de hierro? Nada, nada, dice mi hijo…
[…]
En mi opinión, deberíamos habernos mantenido al margen de toda esta idiotez sanguinaria, pero cuando y a se ha ordeñado la vaca no es posible volverle a meter la leche en las ubres. Después de que lord Pez Globo colocara esa corona sobre la cabeza de Renly estábamos metidos en el lío hasta el cuello, y aquí estamos; a ver cómo salimos del problema. ¿Y tú qué dices, Sansa?
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De esto podemos deducir dos cosas: la primera, que Olenna, pese a haber nacido como Redwyne del Rejo, ha sustituido a su familia original por la Casa Tyrell, convirtiéndose en una auténtica matriarca, que sirve como contrapeso al desatino de la cabeza de la familia, su hijo Mace Tyrell, que encadena absurdez tras absurdez, poniendo en peligro a los Tyrell por su simple ambición unida a una seria carencia de sensatez. Y la segunda: que Olenna ha comprendido mejor que nadie el lema de su Casa : «crecer fuerte».
Olenna entiende que lo mejor para su Casa es crecer, crecer a base de acumular riqueza por encima de las demás Casas de Poniente y no inmiscuirse en guerras absurdas como en las que se entromete su hijo, conflictos que sin duda debilitarán la posición de los Tyrell en Poniente, y a la vez seguir enlazando matrimonialmente con esas otras Casas, (cosa que tampoco le será muy complicado, dado el gran número de «rosas» que han nacido en Altojardín ) afianzando su posición de señores supremos del Dominio, sabiendo bien que muchas de sus casas vasallas recelan de su derecho a esa posición (los Florent, los poderosos Hightower…).
Olenna parece preferir practicar el llamado «poder suave«: éste es es un término usado en relaciones internacionales para describir la capacidad de un actor político, como por ejemplo un Estado, para incidir en las acciones o intereses de otros actores valiéndose de medios culturales e ideológicos, con el complemento de medios diplomáticos. 3 Sabe bien que el poderío únicamente militar solo será efímero, que durará tanto como pueda durar su superioridad, o dure la inferioridad de los demás.
Algo que podría decirse que contradice en gran medida la cultura ponienti, tan basada en la caballería y tan proclive a demostrar y ejercer el poder por las armas y el conflicto, tal y como parece pensar «Lord Pez Globo». Olenna concibe un poder más cauto, más sabio, alejado de esas concepciones de una sociedad patriarcal que rechazaría a una mujer como gobernante, por muy inteligente que sea, por el mero hecho de pertenecer al «sexo débil». Olenna tiene ojos y sabe bien lo que ve: un reino lleno de estúpidos que se arruinan a si mismos y a sus familias cometiendo grandes estupideces; no es de extrañar que diga que «todos los hombres son bufones». Ella no permitirá que a los Tyrell le pase lo mismo, aunque ello signifique contrariar a su propio hijo.
Pero… ¿que ocurre cuando los Tyrell ha de enfrentarse con un problema que no pueden solucionar con oro, espadas ni matrimonios? ¿Que hacen contra aquello con lo que no puede su «poder suave»?. Ahí es cuando Olenna aplica la máxima de «el fin justifica los medios», y la protección de su Casa justificará cualquier medio, por horrible que parezca a cualquiera.
Métodos «Corleone»
Ya he dicho que Olenna asume la obligación de liberar a la Casa Tyrell de los enredos en los que la mete su hijo Mace, como la alianza con los Lannister para derrotar a un enemigo común: Stannis Baratheon. Seguro que el enredo que más le quitaba el sueño era la idea de casar a su nieta preferida, la bellísima Margaery Tyrell, con el infame Joffrey Baratheon, cuya violencia, crueldad y locura son un secreto a voces en las cortes de Poniente. Aunque hay que decir que Olenna se enteró gracias a que «se lo contó un pajarillo» 4
—…En cambio, la vieja no tiene nada de aburrida, eso es seguro. Esa bruja es temible, y no es ni mucho menos tan frágil como aparenta. Cuando llegué a Altojardín para regatear por la mano de Margaery, dejó la fanfarria a su señor hijo mientras ella hacía preguntas inteligentes sobre la naturaleza de Joffrey. Yo lo puse por las nubes, claro… mientras mis hombres hacían correr historias muy preocupantes entre los sirvientes de lord Tyrell. Así se juega a este juego.
[…]
»El caso es que lady Olenna no tenía la menor intención de permitir que Joff le hiciera daño a su adorada nieta, pero a diferencia de su hijo, también se daba cuenta de que, por debajo de las flores y las ropas exquisitas, ser Loras es tan impulsivo como Jaime Lannister. Pones a Joffrey, a Margaery y a Loras en una olla y ahí tienes: la receta del guiso de Matarreyes. La anciana también comprendió otra cosa. Su hijo estaba decidido a que Margaery fuera reina, y para eso le hacía falta un rey… Pero no tenía por qué ser Joffrey. Esperad y veréis como pronto tenemos otra boda real. Margaery se casará con Tommen. Conservará la corona y la virginidad, dos cosas que no quiere, pero en fin, ¿qué importa? La gran alianza occidental estará a salvo… al menos durante un tiempo.
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Es por esos rumores que al poco de llegar a la capital y la corte, Olenna no pierde el tiempo e inmediatamente interroga a Sansa Stark sobre el verdadero caracter del rey. Al mismo tiempo que planea la futura boda de Sansa (la posible heredera de Invernalia) y el heredero de Altojardín, Willas (lo que fortalecería sobremanera el poder de los Tyrell en el reino)
—Quiero que me cuentes la verdad sobre este niño rey —dijo de repente lady Olenna—. El tal Joffrey.
«¿La verdad? —Los dedos de Sansa se aferraron a la cuchara—. No puedo. No me preguntéis eso, por favor. No puedo».
—Yo… yo…
—Sí, tú. ¿Quién va a conocerla mejor? El chico tiene un aspecto majestuoso, sin duda. Algo pagado de sí mismo, pero eso se deberá seguramente a su sangre de Lannister. Sin embargo, hemos oído algunas historias preocupantes. ¿Hay algo de cierto en ellas? ¿Te ha maltratado ese chico?
[…]
—Un monstruo —susurró, tan quedamente que apenas pudo oír su propia voz —. Joffrey es un monstruo. Mintió sobre el chico del carnicero e hizo que mi padre matara a mi lobo. Cuando incurro en su desagrado, hace que la Guardia Real me azote. Es malvado y cruel, mi señora. Y la reina es idéntica.
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Ojo con lo de la reina, que es lo siguiente. Diría que la acusación de Sansa pone alerta (más) a Olenna sobre la naturaleza de Cersei, y será ella su próximo objetivo. Por ello, ya en mente con la posibilidad de cortar por lo sano con el matrimonio con Joffrey, decide alejar cualquier otra posible boda entre los Lannister y los Tyrell que consolide aun más la alianza occidental y complique que los Tyrell puedan escapar con viento fresco, tal y como como estaba planeando Tywin Lannister5.
—Mace Tyrell ha rechazado mi oferta de casar a Cersei con Willas, su heredero —lo interrumpió lord Tywin.
—¿Que ha rechazado a nuestra querida Cersei? —Aquello puso a Tyrion de un humor mucho mejor.
—Cuando le planteé esta unión, lord Tyrell parecía muy bien dispuesto — siguió su padre—. Y al día siguiente, todo lo contrario. Ha sido cosa de la vieja. Tiene dominado a su hijo. Según Varys, le dijo que tu hermana estaba demasiado entrada en años y usada para casarse con su adorado nieto cojo.
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Finalmente, Olenna cumple su objetivo y Joffrey muere, precisamente por su propia mano6, pues es ella misma quien introduce el veneno en la bebida del rey. El plan sale a la perfección, pues será Tyrion Lannister a quien se le acuse de éste crimen y finalmente sea condenado a muerte por ello. Pero ello no detiene la maquinaria política de Desembarco del Rey, y pronto pactan con los Lannister (ahora liderados por Cersei, tras la muerte de Tywin Lannister a manos del propio Tyrion) que Margaery vuelva a casarse (por tercera vez ya) con Tommen Baratheon, hermano menor de Joffrey.Eso sí, Olenna seguirá siendo quien es, sin callarse y poniendo de los nervios a Cersei
—Seguro que Su Alteza sabe lo que dice —le había dicho Lady Olenna a Lady Alerie—. Al fin y al cabo, es la madre del chico, de eso sí que no nos cabe duda. Y seguro que podemos llegar a un acuerdo sobre la noche de bodas. En la noche de bodas, un hombre no debe dormir separado de su esposa; en tal caso la mala suerte cae sobre su matrimonio.
—Está muy vieja —fue la réplica de la bruja—. Me parece un poco ajada… Y si me lo permitís, no trae buena suerte precisamente. Además, un venado es más apropiado para el hijo legítimo del rey Robert, ¿no? En mis tiempos, las novias lucían los colores de su esposo, no los de su señora madre.
—Qué decepción —se quejó Lady Olenna en voz alta—. Yo quería oír «Las lluvias de Castamere».
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Y finalmente, Olenna abandonará la capital en regreso a Altojardín, a la vez que su hijo Mace se dirige a Bastión de Tormentas. Pero pronto la Casa Tyrell deberá enfrentarse a una nueva amenaza para la que no están preparados: Euron Ojo de Cuervo.
—¡Un millar de barcos! —La cabellera castaña de la pequeña reina estaba enmarañada, y la luz de las antorchas hacía que sus mejillas parecieran acaloradas, como si acabara de estar en brazos de un hombre—. ¡Alteza, tenéis que dar una respuesta enérgica! —La última palabra retumbó en las vigas y resonó en el gigantesco salón del trono.
[…]
—…Las islas Escudo pertenecen al Dominio. Grimm, Serry y los demás son leales a Altojardín, y a Altojardín le corresponde la respuesta.
—Altojardín responderá —dijo Margaery Tyrell—. Willas le ha enviado un mensaje a Leyton Hightower, a Antigua, para que prepare sus defensas. Garlan está reuniendo hombres para volver a tomar las islas. Pero la mayor parte de nuestras fuerzas sigue con mi señor padre. Tenemos que enviarle aviso a Bastión de Tormentas. De inmediato.
—¿Para que levante el asedio? —A Cersei no le gustaba la arrogancia de Margaery. «»De inmediato», me dice. ¿Me ha confundido con su doncella?»—. Desde luego, eso sería muy del agrado de Lord Stannis. ¿Es que no estáis escuchando, mi señora? Si puede desviar nuestra atención de Rocadragón y Bastión de Tormentas a esas piedras…
—¿Piedras? —se atragantó Margaery—. ¿Vuestra Alteza ha dicho «piedras»?
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Ante la falta de ayuda por parte de la auténtica imbécil, inteligente Cersei, Loras, hermano de Margaery, toma una decisión tan impulsiva que solo podía tomar él. Y, como sabemos, tendrá fatales consecuencias.
—Si Lord Redwyne se retira con sus barcos, ¿cómo vamos a abastecer a nuestros hombres en Rocadragón? Sin las galeras del Rejo, ¿cómo mantendremos el asedio en Bastión de Tormentas?.
—Alteza, permitidme que tome Rocadragón.
Su hermana se llevó una mano a la boca.
—No, Loras, no.
Ser Loras hizo caso omiso de su súplica.
—Hará falta medio año o más para rendir por hambre Rocadragón, como pretende hacer Lord Paxter. Ponedme al mando, Alteza. El castillo será vuestro en dos semanas aunque tenga que hacerlo pedazos con mis propias manos.
Nadie había hecho un regalo tan hermoso a Cersei desde que Sansa Stark acudió a ella para contarle los planes de Lord Eddard. Se alegró de ver que Margaery se había puesto pálida.
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—¿Y Ser Loras?
—Puede que se convierta en el mil uno. Después de la batalla lo llevaron al interior del castillo, pero sus heridas son espantosas. Ha perdido tanta sangre que los maestres no se atreven a ponerle las sanguijuelas.
—Qué pena. Tommen se va a llevar un disgusto. Admiraba tanto a nuestro galante Caballero de las Flores…
—Y el pueblo también —añadió su almirante—. Cuando muera Loras, las doncellas llorarán ante sus copas de vino por todo el reino.
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Y quien sabe que ocurrirá en el futuro en el Dominio, ante las nuevas amenazas que aparecen en las Tierras de Tormenta:
Laswell Peake golpeó la mesa con los nudillos.
—Ha pasado un siglo, pero algunos aún tenemos amigos en el Dominio. A lo mejor, el poder de Altojardín no es tanto como imagina Mace Tyrell.
danza de dragones, el caballero perdido
Y por si fuera poco, en Desembarco del Rey llega a pasar algo inimaginable: el Gorrión Supremo, el líder de una facción fanática y ultraconservadora de seguidores de la Fe de los Siete que se erigirá como Septón Supremo y se apoderará de las calles de Desembarco del Rey
Cersei no advertirá el peligro que representa e intentará utilizarle para debilitar a los Tyrell. Primero le dará aún más poder tras permitirle restaurar a los Hijos del Guerrero y los Clérigos Humildes (dos órdenes militares que tan solo responden ante el Septón Supremo y los Siete, no ante la Corona) y luego hizo que arrestase a Margaery Tyrell y a sus primas acusadas de adulterio tras la falsa confesión de Ser Osney Kettleblack, una marioneta de Cersei.
—La pequeña reina tiene apetitos que Tommen, por su juventud, aún no puede satisfacer. —«Siempre existe ese peligro cuando una mujer se casa con un niño. Y más aún si es viuda. Que jure cuanto quiera que Renly no la tocó; no me lo voy a creer.» Sólo había un motivo para que las mujeres bebieran té de la luna; las doncellas no lo necesitaban—. Mi hijo ha sido traicionado. Margaery tiene un amante. Eso es alta traición, y el castigo es la muerte. —Su mayor deseo era que Mace Tyrell y la bruja con cara de pasa de su madre vivieran lo suficiente para ver el juicio. Al empeñarse en que Tommen y Margaery se casaran de inmediato, Lady Olenna había condenado a su adorada rosa a la espada del verdugo—. Jaime se llevó a Ser Ilyn Payne. Voy a tener que buscar un nuevo Justicia del Rey para que le corte la cabeza.
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Sin embargo, el Gorrión sospechó de esta confesión, y torturó a Ser Osney hasta que admitió no solo que la acusación se debía a las intrigas de Cersei, sino que le había encargado asesinar al anterior Septón Supremo.
La Fe arrestará a Cersei acusándola de adulterio, incesto, asesinato y deicidio, a la espera de un juicio por combate. Dado que las pruebas contra Margaery y sus primas son muy débiles, ellas serán juzgadas por un Tribunal de la Fe, de manera que pueda dejar clara su virtud a ojos de todo el reino. Obviamente, éstas maniobras de Cersei dejan la alianza de los Lannister y los Tyrell herida de muerte, y quien sabe si, tras el asesinato de Kevan Lannister (a manos de Varys, pero eso solo lo sabemos nosotros), no pasarán a enfrentarse abiertamente.
De manera que éstas vicisitudes son a las que se enfrenta la Casa Tyrell, al mando de facto de Olenna y su nieta Margaery, (una heredera más que digna de la Reina de las Espinas): mientras sus nietos Willas y Garlan liderarán al Dominio frente a los peligrosos hijos del hierro, en Desembarco del Rey han de enfrentarse a la descomposición de la alianza con los Lannister y los peligros de la corte, con la entrada de un peligroso tercer actor, el fanático Gorrión Supremo. Y quien sabe que ocurrirá con la Compañía Dorada y la pretensión de Aegon, el presunto hijo del príncipe Rhaegar, al Trono de Hierro.
Y para terminar, aunque no tengamos por costumbre utilizar imágenes de la serie en publicaciones no relacionadas con ella, no puedo permitirme no utilizar ésta foto:
Pues ésta es Olenna Tyrell (o Redwyne, pero esos no molan tanto), y ahora es vuestro turno. ¿Qué os parece la Reina de las Espinas? ¿Conocía Margaery los planes de su abuela? ¿Qué futuro le espera a la alianza de los Lannister y los Tyrell?¿Y a Tommen y Margaery? ¿Que le deparará a los Tyrell frente a los hijos del hierro que se asolan las costas del Dominio?
- Por ello le dedico ésta edición del Rincón del Cronista a la leal Ladykiller Tyrell
- O lo que viene siendo lo mismo: para lo que me queda en el convento, me cago dentro
- Sí, es de Wikipedia. Lo siento.
- Un sinsonte, más bien.
- Y diría que permite que Varys lo sepa para que los Lannister lo sepan bien, pues eso no ocurrió -que sepamos- al hablar sobre Joffrey.
- Contrasta mucho como muere Robb Stark, acribillado a flechas de los Frey y apuñalado por Roose Bolton, con multitud de testigos, y la muerte de Joffrey, en la que el «culpable» para todo el mundo no ha tenido nada que ver, mientras que su autora sale indemne: métodos Corleone
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