La revista TIME dedica este mes su número a Game of Thrones. La mayor sorpresa de esta edición ha sido, sin embargo, una exclusiva entrevista con el autor de la saga en la que se basa la serie: George R. R. Martin. Aunque la conversación tuvo lugar el pasado mes de marzo, es ahora cuando ha visto la luz. Esto ha sido un gran aperitivo para los fans, pues el autor no es muy dado a dar entrevistas. Y menos aún en los últimos años, encontrándose embarcado en terminar Vientos de Invierno.
Aunque estas nuevas declaraciones no aportan nada nuevo a priori, sí que resultan muy interesantes de leer. E incluso pueden esconder alguna que otra sorpresa. Entre esto y el enigmático post que recientemente Martin publicó en su LiveJournal, parece que nos volvemos a irradiar de optimismo de cara a la culminación de Canción de Hielo y Fuego.
No olvidéis comentarnos más abajo qué impresiones os deja esta entrevista y qué destacaríais de ella. Sin más dilación, os dejamos disfrutar de este diálogo entre la revista TIME y George R. R. Martin:
¿Aún sientes que la escritura es improvisativa? Incluso con el final en mente, ¿aún sientes que estás aprendiendo cosas sobre el mundo de Poniente?
Sí. No es algo que sea único para Poniente o Juego de Tronos. Es solo la forma en que trabajo y que siempre he trabajado.
En el caso de cualquiera de mis novelas, sé desde donde empiezo y sé donde quiero terminar, más o menos. Sé algunos de los grandes giros en el camino, hacia lo que estoy construyendo. Pero descubres muchísimo durante el trayecto. Los personajes crecen y parecen más importantes, y llegas a lo que creías que iba a ser un gran giro y… La cosa que pensaste hace dos años ya no funciona tan bien, así que tienes una idea mejor. Siempre hay en mí un proceso de descubrimiento. Sé que no todos los escritores trabajan de esa forma, pero siempre ha sido la forma en que trabajo yo.
¿Algunas de estas ideas sobre la marcha ocurren como reacción a la serie de televisión Game of Thrones? ¿Te encuentras tratando de complicar o separarte de lo que se ve en televisión, o profundizar en los personajes que no aparecen tanto en la serie?
No lo veo así. La serie es la serie y su desarrollo tiene vida propia llegados a este punto. Estoy involucrado con la serie, por supuesto, y lo he estado desde el principio; pero mi interés actual tienen que ser los libros. Tienes que recordar que empecé a escribir esta historia en 1991 y me reuní por primera vez con David y Dan en 2007. Había estado viviendo con estos personajes y este mundo durante 16 años antes de que siquiera empezáramos a trabajar en la serie. Están bastante fijados en mi mente y no voy a cambiar nada por la serie, o como reacción a la serie o lo que piensen los fans. Aún estoy escribiendo la historia que me propuse escribir en los 90.
Aparte de la Guerra de las Rosas, ¿en qué se basan los libros?
He leído mucha historia, y mucha ficción histórica, y mucha fantasía. Hay un cierto debate que pasa entre generaciones de escritores, particularmente escritores de ciencia ficción y fantasía, porque somos parte de esta subcultura. Cuando leo libros de fantasía de otros escritores, particularmente Tolkien y algunos de los que siguieron a Tolkien, siempre está en mi cabeza este deseo de decirles: «está bien, pero yo haría esta parte diferente» o «no, creo que eso lo hiciste mal».
No estoy realmente criticando a Tolkien. No quiero ser retratado como el que destruye a Tolkien. La gente siempre trata de hacer esto de mí contra Tolkien, y lo encuentro muy frustrante porque admiro a Tolkien, es el padre de toda la fantasía moderna, y mi mundo nunca hubiera existido si él no hubiera venido antes. Aún así, no soy Tolkien, y estoy haciendo las cosas de forma diferente a como él las hizo, a pesar del hecho de que creo que El Señor de los Anillos fue uno de los mejores libros del siglo XX. Pero está ese debate entre yo y Tolkien, y entre yo y otra gente que sigue a Tolkien, y es un debate que es continuo.
Cuando empezaste a escribir esta saga, el presidente era George H. W. Bush. Las cosas han cambiado mucho desde entonces. ¿Hay momentos en que hayas sido influenciado por las políticas del momento o comentado sobre ellas?
Creo que probablemente, hasta cierto punto, lo he hecho. No intencionadamente. Al igual que Tolkien, quien odiaba la acusación de que estaba haciendo alegoría y siempre se erizaba con la idea de que El Señor de los Anillos trataba sobre la Segunda Guerra Mundial. O incluso la Primera, en la que había luchado. Yo tampoco estoy escribiendo alegoría, pero vivo en estos tiempos, y es inevitable que vayan a tener alguna influencia sobre mí. Pero durante el proceso de escribirlos, probablemente haya estado mucho más inmerso en las políticas de la Edad Media, las Cruzadas, la Guerra de las Rosas y la Guerra de los Cien Años.
Tus personajes femeninos destacan por su fuerza y complejidad, pero el que a manos de personajes masculinos a menudo se conviertan en víctimas de violencia sexual ha causado ofensas a lo largo de los años. ¿Te ha sorprendido esta reacción?
Pues sí, la verdad. Y discrepo con algunas. No creo que las críticas sean verdaderas o aptas. Sé que todo el mundo tiene derecho a tener su opinión, pero… Qué más da. Estoy escribiendo básicamente una historia de guerra: la Guerra de las Rosas. La Guerra de los Cien Años. Cada una de mis inspiraciones tiene «guerra» en el título. Y cuando leo libros de historia, la violación es parte de todas estas guerras. Nunca ha habido una guerra donde no las haya habido, y eso incluye las guerras que se suceden hoy en día. Me parece que hay algo fundamentalmente deshonesto si escribes una historia de guerra y te dejas eso.
También, hasta cierto punto, está entrelazado de forma trágica y desafortunada con las historias de los personajes. Daenerys no llegaría donde está sin ser vendida como una niña esposa. Efectivamente, una esclava.
Y debería señalar, y probablemente lo sabes si has leído los libros y visto la serie, que la noche de bodas de Daenerys es bastante diferente a cómo se muestra en los libros. De hecho, teníamos un piloto original donde el papel de Daenerys fue cambiado; y lo que grabamos la primera vez, cuando Tamzin Merchant tenía el papel, era mucho más parecido a los libros. Era la escena tal como estaba escrita en los libros. Así que eso cambió entre el piloto original y el piloto de después. Tendrás que hablar con David y Dan sobre eso.
Parece como un doble aprieto no ser capaz de mover a los personajes con libertad porque han llegado a ser tan queridos por los fans.
Quieres que el lector se preocupe por tus personajes. Si no lo hace, entonces no hay involucración emocional. Pero al mismo tiempo, quiero que mis personajes estén matizados, que sean grises, seres humanos. Creo que todos los seres humanos tienen matices. Hay esta tendencia a querer hacer a la gente héroes o villanos. Y creo que hay villanos en la vida real y que hay héroes en la vida real. Pero incluso los mejores héroes tienen fallos y hacen cosas malas, e incluso los más grandes villanos son capaces de amar y de sentir dolor, y a veces tienen momentos en que puedes sentir simpatía por ellos. Aunque me encante la ciencia ficción y la fantasía y las cosas imaginativas, siempre tienes que volver a la vida real como tu base y decir «¿cuál es la verdad?»
Debe haber sido un gran paso permitir que esta adaptación sucediera, sabiendo que nunca podría ser tan interno como puede una novela.
Era definitivamente un riesgo. Desde básicamente la mitad de los 80 hasta la mitad de los 90, yo estaba en televisión. Cada vez que entregaba el primer borrador de un guión, siempre tenía la reacción: «George, nos encanta, pero está cinco veces por encima de nuestro presupuesto, así que… ¿Puedes retroceder y cortar cosas? No nos podemos permitir hacer los efectos especiales para las cosas que propones, y la gran batalla donde hay 10.000 personas en un bando, conviértelo en un duelo entre un héroe y el villano». Y yo retrocedería y cambiaría todas esas cosas, porque era el trabajo. Pero siempre me encantaban mis primeros borradores, incluso aunque no estaban tan pulidos. Tenían todo lo bueno.
Y cuando al final dejé la televisión y las películas y me puse a escribir prosa a mitad de los 90, dije: «ya no me importa eso, voy a escribir algo tan grande como mi imaginación«. Voy a tener todos los personajes que quiera, y castillos gigantescos, y dragones, y huargos, y cientos de años de historia y una trama realmente compleja. Y está bien porque es un libro. Es básicamente infilmable. La ironía es, por supuesto, que eso es lo que se llegó a grabar. Pero cuando el libro empezó a llegar a la lista de mejor vendidos y las películas del Señor de los Anillos de Peter Jackson empezaron a salir, inmediatamente empecé a recibir interés de Hollywood. Tuve algunas reuniones, mucho antes de David y Dan, con gente que decían que esta era la siguiente franquicia tipo El Señor de los Anillos. Pero no podían asumir el tamaño del material, todo lo que me había propuesto hacer. Tuve todas estas reuniones diciendo «hay demasiados personajes, es demasiado grande. Jon Nieve es el personaje central. Eliminaremos todos los demás personajes y lo haremos todo sobre Jon Nieve». O «Daenerys es el personaje central. Eliminaremos a todos los demás y haremos toda la película sobre Daenerys». Y rechacé todos esos tratos.
Eso me hizo pensar sobre ello y dije: «aún no sé si se puede grabar. Es demasiado grande para grabarse. Pero si se puede grabar, no puede ser una película«. Es demasiado grande, y si quisieras hacerlo como película tendrías que hacerlo en diez películas. Era todo «haremos una película, y si es un éxito, haremos más». Bueno, eso no siempre funciona, como visteis con La Materia Oscura de Philip Pullman. Si la primera no funciona, nunca tienes el resto de la historia. La televisión puede hacer más. Pero no puede hacerse en la televisión normal, porque hay demasiado sexo, demasiada violencia, es demasiado complejo. Estos personajes no eran lo bastante simpáticos. No puedes poner incesto en un canal normal.
Decidí que la única forma de hacer esto era con HBO o una cadena similar (Showtime, Starz o cable) como una serie, cada libro una temporada entera. Esa es la forma de abordarlo. Y cuando mi manager organizó el almuerzo con David y Dan, eran sobre todo guionistas de cine y se les habían enviado los libros con películas en mente. Pero lo leyeron y llegaron a la misma conclusión: esto no se puede hacer como una película. Por lo que entonces tuvimos aquel famoso almuerzo que se convirtió en cena, porque estuvimos allí 4 o 5 horas. Me gustaron mucho y congeniamos desde el principio. Las cosas podrían haber cambiado sobre la marcha, a veces pasan cosas donde la gente es despedida y se trae otra gente, por lo que estaba jugando un poco a los dados. Y afortunadamente, los dados me dieron sietes.
¿Cómo ha cambiado tu implicación en la serie con el tiempo?
Soy productor co-ejecutivo de la serie. David y Dan son los showrunners. Desde el principio, sabíamos que ellos iban a tener la parte del león del trabajo, pero yo quería estar involucrado. Inicialmente, estuve metido en el casting, aunque no estaba presente físicamente. Pero gracias a las maravillas de internet, era capaz de ver a todos los actores leyendo y escribir largas cartas o tener llamadas de teléfono donde discutía qué actores me gustaban y cuáles no. Y en las primeras temporadas, escribía un guión por temporada. Habría hecho gustosamente más, pero no había tiempo. Aún estoy intentando hacer estos libros. Me lleva alrededor de un mes escribir un guión y no tenía un mes para desperdiciar. Así que dije que me apartaría [como guionista] de la quinta temporada. Me aparté también de la sexta y séptima, tratando de concentrarme en este libro, el cual como ya sabes viene masivamente tarde. Así que en ese sentido, mi implicación con la serie se ha reducido con el tiempo. Sin embargo, aún estoy aquí cuando quieren, y siempre soy feliz de aportar. David y Dan han venido a Santa Fe y hemos discutido varios de los desarrollos finales, esos hitos de los que hablé al final del camino al que ambos estamos yendo. Así que no necesito estar tan involucrado como lo estaba al principio.
Cuando os reunisteis en Santa Fe, ¿había un sentimiento de despedida o una sensación triste del pasar del tiempo?
Bueno, hay sin lugar a dudas en mí un sentimiento de que el tiempo ha pasado muy rápido. Sé que aquella reunión fue hace años, pero me parece que fue la semana pasada. La televisión se mueve muy rápido, y desafortunadamente yo no escribo tan rápido en cuestión de los libros. Así pues, en esa reunión jamás imaginé que la serie alcanzaría a los libros. Pero lo ha hecho, así que estamos donde estamos ahora. Y con suerte estamos tomando dos caminos hacia el mismo destino.
El saber que estos son dos caminos diferentes debe dar cierto grado de comodidad al escribir, como que aún eres capaz de ser tu propio escritor.
¡Trato de serlo! No me puedo influenciar por la serie. La serie es genial, pero una serie de televisión y una novela son cosas diferentes. La serie de televisión tiene preocupaciones en el mundo real que yo no tengo. Hay un presupuesto muy grande, es uno de los mayores presupuestos en televisión; pero es un presupuesto, no pueden estar añadiendo personajes. ¡Yo sí puedo! Ellos tienen que considerar contratos de actores, tienen que analizar planes de grabación, localizaciones, y todas esas cosas del mundo real de las que yo realmente no me tengo que preocupar.
¿Ha hecho el creciente nivel de atención en los años desde que salió la serie que te sientas más perfeccionista en tu escritura? ¿Es más exigente escribir ahora?
¡Sí! Y no es necesariamente sólo por la serie. Aunque la serie podría, de hecho, ser parte de ello. Los libros han sido enormemente exitosos. Creo que estoy ahora en 47 idiomas, lo cual es bastante impactante. Mis primeros trabajos siempre se traducían; pero madre mía, ahora estoy siendo traducido en lenguas de las que nunca he oído hablar, y en cada rincón del mundo. Los libros han sido nominados a varios grandes premios y tienen reseñas prominentes. Eso es genial, pero también trae cierta presión con ello. En lugar de simplemente escribir una historia, está este tipo en la parte de atrás de mi cabeza diciendo: «no, tiene que ser genial, ¡tiene que ser genial! Estás escribiendo una de las mayores fantasías de todos los tiempos. ¿Es esa frase genial? ¿Es genial esa decisión?» Cuando empecé en 1991, solo estaba tratando de escribir la mejor historia que pudiera. No pensé que esto fuera a ser un hito para los tiempos. El hecho de que esto haya tenido toda esta atención favorable y halagos, maravillosas reseñas y nominaciones a premios aumenta la presión para hacerlo de nuevo.
También contribuyó. Cuando la serie salió, algunas de las reviews tempranas eran críticas, aunque algunas eran muy positivas, pero no estábamos ni cerca de la serie de HBO top del momento. True Blood estaba teniendo más audiencia que nosotros. Pero pasada la primera temporada, segunda temporada y tercera temporada, expandiéndose con el boca a boca, la tormenta se extendió, y esto ayudó. Lo mismo es cierto con los libros. Juego de Tronos, cuando salió en 1996, no llegó a ninguna lista de mejor vendidos. A ninguna. Choque de Reyes, el segundo libro, cuando salió en 1999, llegó creo a la lista de Wall Street Journal en el número 13 por una semana y después desapareció. Tormenta de Espadas, un año más tarde, estaba más arriba en la lista y estuvo por un par de semanas. Cada libro ha ido mejor que el anterior, cada temporada de la serie ha ido mejor que la anterior. Lo que tomo como un gran halago. Es el boca a boca.
Cuando paseas por la calle en Santa Fe, ¿se te aparecen en la cabeza nuevos personajes o detalles históricos?
A veces me pasa en viajes de larga distancia. Cuando era más joven me encantaban los viajes de carretera, coger el coche y conducir dos días hasta Los Ángeles o Kansas City o St. Louis o Texas. Y en la carretera, pensaba mucho sobre ello. En 1993 creo que era, visité Francia por primera vez. Había empezado Juego de Tronos dos años antes, en el 91, y lo tuve que dejar de lado por la televisión. Y por alguna razón, había alquilado un coche, y estaba conduciendo por Britania y las carreteras de Francia a todos estos pueblos medievales, y estaba viendo castillos; y de alguna forma, eso me hizo volver. Estaba pensando en Tyrion y en Jon Nieve y en Daenerys, y mi cabeza estaba llena de cosas de Juego de Tronos.
Estás en territorio extraño, con tus personajes muy firmes en tus manos pero también fuera en el mundo siendo interpretados para la televisión. ¿Eres capaz de tener barreras en tu mente para que Daenerys sea tu Daenerys y Emilia Clarke sea la suya en televisión?
He llegado a ese punto. Hay barreras en mi cabeza. No sé si estaban necesariamente ahí desde el principio. En algunos momentos, cuando David, Dan y yo teníamos discusiones sobre qué ruta tomar, yo siempre favorecería adherirnos a los libros, mientras que ellos favorecerían hacer cambios. Creo que uno de los mayores sería probablemente cuando decidieron no traer de vuelta a Catelyn Stark como Lady Corazón de Piedra. Esa fue probablemente la mayor desviación de la serie con respecto a los libros y, ¿sabes?, yo argumenté contra ello, y David y Dan tomaron esa decisión.
En mi versión de la historia, Catelyn Stark es re-impregnada con un tipo de vida y se convierte en este espectro vengativo que galvaniza un grupo de gente alrededor de ella y está tratando de ejecutar su venganza en las Tierras de los Ríos. David y Dan tomaron la decisión de no tomar esa dirección en su historia, persiguiendo otros hilos. Pero ambos son igualmente válidos, creo, porque Catelyn Stark es un personaje ficticio y no existe. Puedes contar cualquier historia sobre ella.
¿Cuál fue el momento más difícil de escribir en la saga?
La Boda Roja, sin lugar a dudas. Sabía que la Boda Roja venía y la había estado planeando todo el tiempo. Pero cuando llegué a ese capítulo, que ocurre a dos tercios de Tormenta de Espadas, me di cuenta de que no podía escribir el capítulo. Me lo salté y escribí los cientos de páginas que seguían. El libro entero estaba terminado, excepto por la escena de la Boda Roja, e incluso todas las secuelas de la Boda Roja. Era simplemente muy difícil escribir esa escena, porque había estado viviendo en Catelyn por tanto tiempo. Y, por supuesto, tengo mucho cariño por Robb también, aunque nunca fue un personaje con punto de vista; e incluso por algunos de los personajes menores. Son personajes menores pero desarrollas también una relación con ellos, y sabía que todos iban a morir. Fue una de las cosas más difíciles de escribir que he hecho nunca, pero también es una de las escenas más poderosas que he hecho.
¿Vino Lady Corazón de Piedra porque era difícil decir un adiós permanente a Catelyn?
Sí, puede. Eso puede ser una parte de ello. Otra parte era también el debate del que estaba hablando. Y aquí tengo que traer de vuelta a Tolkien. Y va a parecer que lo estoy criticando, lo cual supongo que hago. Siempre me ha molestado que Gandalf vuelva de la muerte. Para mí, la Boda Roja en El Señor de los Anillos es las Minas de Moria, y cuando Gandalf cae ¡es un momento devastador! No lo vi venir a los 13 años, me tomó totalmente por sorpresa. ¡Gandalf no puede morir! ¡Es el tipo que sabe todo lo que está pasando! ¡Es uno de los héroes principales aquí! Oh Dios, ¿qué van a hacer sin Gandalf? ¿Ahora están solo los hobbits? ¿Y Boromir, y Aragorn? Bueno, puede que Aragorn sirva, pero es un momento enorme. Una enorme inversión emocional.
Y entonces en el siguiente libro, aparece otra vez; y pasaron seis meses entre las publicaciones americanas de esos libros, lo que me parecieron como un millón de años. Así que todo ese tiempo que pensé que Gandalf estaba muerto… Y ahora está de vuelta y es Gandalf el Blanco. Y eh, es más o menos el mismo de siempre, solo que más poderoso. Siempre me ha parecido un poco de trampa. Y conforme me hice mayor y lo pensé más, también me pareció que la muerte no te hace más poderoso. Eso es, de alguna forma, yo dialogando con Tolkien en el debate diciendo «sí, si alguien vuelve de estar muerto, especialmente si ha sufrido una muerte violenta y traumática, no van a volver como si nada». Eso es lo que estaba tratando de hacer, y aún estoy intentando hacer, con el personaje de Lady Corazón de Piedra.
Y Jon Nieve también está drenado por la experiencia de volver de la muerte en la serie.
Correcto. Y el pobre Beric Dondarrion, quien estaba como un presagio de todo esto, cada vez es un poco menos Beric. Sus recuerdos se están evadiendo, tiene todas estas cicatrices, se está haciendo físicamente cada vez más horrendo, porque ya no es un ser humano viviente. Su corazón no está latiendo, la sangre no está fluyendo por sus venas. Es un espectro, pero un espectro animado por el fuego en vez de por el hielo. Ahora estamos volviendo a todo lo del hielo y fuego.
¿Hay algo de lo que no hayamos llegado a hablar?
Supongo que hay cosas que podríamos haber explorado más con toda la pregunta de la violencia sexual y las mujeres. Es un asunto complicado y frágil. Por retomar un poco ese punto, hago un montón de firmas de libros y creo que tengo probablemente más lectoras que lectores ahora mismo. Solo levemente, pero es posiblemente el 55%-45%. Pero veo lectoras en cosas y les encantan mis personajes femeninos. Estoy muy orgulloso de la creación de Arya y Catelyn y Sansa y Brienne y Daenerys y Cersei y todas ellas. Es una de las cosas que me da más satisfacción, que hayan sido tan bien recibidas como personajes, especialmente por las lectores que normalmente no están representadas.
En el futuro, cuando acabe Canción de Hielo y Fuego, ¿esperas volver a trabajar en múltiples géneros?
Sí… Pero aún tengo años de esto por delante, y ya tengo 68 años, así que… Tengo bastantes ideas ahora para escribir otros libros hasta que tenga 168 años. Pero probablemente no vaya a vivir 168 años. Así que, ¿cuánto tiempo tengo? Siempre estoy teniendo nuevas ideas, así que puede que nunca escriba alguna de esas antiguas. Por lo tanto, ¿quién sabe? Escribo las cosas que quiero escribir.
He tenido suerte con el éxito de estos libros y la serie. Voy a terminar estos libros. Creo que tengo esa obligación con el mundo y mis lectores. Es la cosa por la que se me va a recordar. Pero voy a escribir otras cosas después de eso, espero. Puede que vuelva a escribir historias cortas. Me encantaba escribir historias cortas. No las he hecho en muchos años, pero hay algo que decir. ¡Nunca más voy a escribir un opus gigantesco de siete libros que me lleve 30 años!
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