Análisis de Tyrion XI de Tormenta de Espadas, cuando consigue escapar de Desembarco del Rey tras asesinar a Tywin Lannister

El Campeón del Torneo desembarca hoy con una de las ediciones más reñidas que se recuerdan. Da la casualidad, además, de que de nuevo es Tyrion el personaje que más complica las elecciones de la comunidad. Esta vez, un solo voto de diferencia es el margen que ha decidido al mejor capítulo del enano en Tormenta de Espadas. 48 votos aúpan a lo más alto a tyrion xi.

La larga sombra de Tywin Lannister

En el capítulo anterior, poco antes de que empezase el combate entre la Víbora Roja y la Montaña, Oberyn le contaba a Tyrion los planes que sus respectivas madres tenían para sus hijos. Estos consistían en un doble matrimonio entre los mellizos de la Roca y los dos herederos menores de los Martell, Elia y el propio Oberyn. Nada más nacer, Tyrion Lannister ya provocó que algunos de esos planes familiares se fueran al traste, puesto que la muerte de Joanna Lannister fue decisiva para que los compromisos no se formalizaran.

La charla permitió a Tyrion darse cuenta de hasta qué punto sus destinos quedaron marcados por las acciones de sus padres:

Efectivamente, todo tiene raíces en el pasado.

Como tantas otras veces en el pasado, Jaime Lannister acude a socorrer a su hermano pequeño, decidido a liberarlo de su confinamiento en las celdas negras. No sabemos si el resto de veces en las que lo ayudó también tuvo algo que ver el mismo remordimiento de conciencia, pero esta vez la historia de Tysha es fundamental para disparar los acontecimientos. Y, tras ella, cuando Jaime confiesa, encontramos la larga sombra de Tywin Lannister, quien obligó a su primogénito a hacerle creer a Tyrion que Tysha no era más que una puta.

La brecha que esto abre entre los hermanos es profunda. De hecho, la redención de Jaime para con su hermano no tiene un final feliz, en absoluto. Tyrion le miente en lo relativo a Joffrey, pero lo que verdaderamente le duele a Jaime son unas palabras que, como sabemos, más adelante van a explicar su proceder:

A pesar de las barbaridades de Cersei y Tywin, quien aparece considerado como un monstruo es Tyrion. Él no mató a Joffrey, qué duda cabe, pero lo cierto es que incluso si lo hubiera hecho no sería fácil discernir si eso le convierte en un asesino despiadado, en ese monstruo del que todo el mundo habla. La comparación que Tyrion hace del muchacho con Aerys II, y precisamente ante Jaime, es realmente sugerente cuando conocemos el contexto del regicidio: ¿acaso Joffrey no estaba mejor muerto? En un mundo tan brutal como el de Canción de Hielo y Fuego, cuesta menos responder a esta pregunta.

Y esa misma pregunta podría aplicarse para Tywin Lannister. Su muerte no surge de un deseo frío de venganza, sino de una abrasadora ira que ciega por completo el juicio de Tyrion. Si no fuera suficiente con la historia de Tysha, encontrarse a Shae en la cama de su padre es la gota que colma el vaso.

No podemos olvidar que si Tyrion sube los 230 peldaños, es porque el enano localiza la ubicación en la que se encuentra por lo que le comentó Shae cuando Varys la llevó a su dormitorio. Desobedecer a su padre, por tanto, da pie a leer uno de los pasajes más escabrosos de toda la saga. No obstante, no lo es tanto por el doble asesinato que comete el enano como por la situación en la que se desarrolla todo. Tyrion, que quiere ajustar cuentas con su padre por lo que le hizo a Tysha, se encuentra ahora desnuda y vestida con la cadena de la Mano a Shae en la cama de su padre. Es absolutamente demencial, porque Tyrion intenta por todos los medios no caer prendado de Shae, pero no puede evitarlo: que Tyrion estuviese dispuesto a matar por Shae, como así lo evidencia mientras la estrangula la referencia a la canción de Symon Pico de Oro —a quien hizo desaparecer—, nos indica que poco importa la sinceridad de la joven, pues al margen de lo que esta sintiera, para Tyrion sí era algo más que una simple amante:

Si Tywin le dio a Tysha a sus hombres, esta vez decidió quedarse a Shae para él. El padre arrebata así a otro de los amores de su hijo, además de haberle despojado de su cadena, lo que significa tanto despojarle del cargo de Mano del Rey como de la gloria del Aguasnegras. Pero que los Lannister decidan vestir una cadena dorada para identificarse en el cargo del primer consejero del rey puede que no solo obedezca a la estrategia de Tyrion durante la batalla en Desembarco del Rey contra Stannis. Del mismo modo que Jaime sentirá que tiene las manos manchadas de sangre en lo referente al asesinato de su padre, es posible ver una intención de Martin en cargar de culpa a Tywin por la muerte de Shae: son sus manos de oro las que utiliza Tyrion para asfixiar a la chica. Por supuesto, quien mata a Shae es Tyrion, pero lo que hace Tywin con su hijo es de una monstruosidad escalofriante.

Tyrion, por Andy Fairhurst

Ahora bien, ¿qué hacía Shae en el dormitorio de Tywin? ¿Se trataba de un nuevo castigo ejemplar, de una nueva demostración de la poca confianza que se debe depositar en las putas? Para nosotros, no, en absoluto, puesto que no había forma de que Tyrion descubriera tal relación. Por una parte, toda esta trama de putas y pasadizos es una forma de vincular el túnel del burdel de Chataya, aquel que fue construido por una antigua Mano con demasiado honor como para que dejarse ver entrando en una casa de putas, con su artífice. Y, por otra y más importante, se trata de otra pequeña evidencia de hasta qué punto Tyrion y Tywin son parecidos y, al mismo tiempo, de hasta qué punto Tywin no considera que Tyrion sea su hijo —aunque quizá solo tratemos de justificar a Tywin, puesto que es aborrecible pensar de otro modo. En cualquier caso, Tywin no tiene perdón alguno si somos conscientes de lo que Shae, aunque fuera una puta, significaba para su hijo; si somos conscientes de que hizo expresamente lo que le prohibió hacer a su hijo cuando se encomendó a él para defender Desembarco del Rey, si recordamos aquella vieja historia de la amante de Tytos y cómo reaccionó el joven león en ese momento. Para el Señor de la Roca (y nunca mejor dicho), el honor no parece ser más que una prenda que lucir cuando conviene, y solo la hipocresía de Tywin Lannister bien se merece un castigo.

Pero un asesinato, por justo que sea, no deja de ser un asesinato. Aunque este es un momento que el lector disfruta, una de las pocas veces en las que la justicia poética por fin decide aparecer y alegrarnos a todos, matar a tu amante y a tu propio padre tiene que generar algún tipo de consecuencia. Y ese es el Tyrion que nos encontramos en Danza de Dragones, el cual en algunos momentos hace que nos paremos a pensar si no hubiese sido mejor que nunca hubiese subido esas malditas escaleras. Cierto es que luego pensamos en otra Mano del Rey a quien en teoría se le iba a permitir vestir el negro y tal posibilidad desaparece. Lo que sí permanece tras leer este capítulo, no obstante, es la idea de que Tyrion es el verdadero hijo de su padre.

Y ahora, vuestro turno: ¿qué destacaríais de este capítulo? ¿Creéis que Tyrion tenía motivos más que suficientes para matar a su padre? ¿Fue Tywin el constructor del túnel de la Mano que hay en el burdel de Chataya?