Es habitual que el lector, en la obra de Martin, se cuestione si las cosas son en realidad como los personajes dicen que son. La capacidad del autor para generar misterios, los grandes giros de la trama y, en definitiva, la subjetividad subyacente a la narración de la historia nos hace pensar en muchas ocasiones que nada es lo que parece. Un buen día, Stefan Sasse, de Tower of the Hand, se preguntó si la Rebelión de Robert fue tal y como los pocos protagonistas que sobrevivieron a ella nos la contaron.

Compartimos hoy uno de los grandes ensayos de Canción de Hielo y Fuego, al calor del capítulo ganador de Jaime Lannister en la última edición de El Campeón del Torneo. Sabemos que la mayoría de nosotros no solo lo ha leído ya, sino que es habitual darlo por sabido al defender nuestras posturas en diversos temas. Pero este primer domingo del año se lo dedicamos a todos aquellos usuarios que se han incorporado a exprimir al máximo el mundo creado por George R. R. Martin desde nuestra web. No obstante, no supondrá un gran esfuerzo para los demás el releerlo, pues es una lectura amena, sin demasiadas florituras, que va directa al grano. Sin duda, se trata de la conspiración que moldeó el Poniente que los lectores conocemos al inicio de Juego de Tronos. Y es que aunque la Historia siempre la escriben los vencedores, no por ello tiene que ser cierta. Las «ambiciones sureñas» de los Stark son una buena prueba de ello.


Las ambiciones sureñas de Rickard Stark

— Stefan Sasse —


En Danza de Dragones, descubrimos que Lady Barbrey Dustin odia a la Casa Stark, y especialmente a Eddard; en primer lugar por no permitir su matrimonio con Brandon Stark, y después por forzar a su marido a formar parte del bando rebelde en la Rebelión de Robert. Aunque parezca que la ira por la muerte de su marido es solo una excusa de algo que no quiere revelar, Lady Dustin le comenta a Theon algunas teorías conspiranoicas que tienen más sentido del que deberían, dejando al lector con cierta sensación de inquietud.

En resumen, parece que hay más razones ligadas al estallido de la rebelión de las que pensábamos en principio. Da la impresión de que la llamada a la corte por parte de Aerys no fue el producto de una mente insana, sino una reacción frente a algo que realmente se estaba maquinando. De hecho, lo que Lady Dustin denomina como «ambiciones sureñas» de Lord Rickard Stark parece ser no tanto una teoría de la conspiración como la realidad. Y es gratificante descubrirlo.

La verdad de los vencedores

ambiciones sureñas

Lord Rickard Stark, por Mike-Hallstein

Para empezar, recordemos lo que pensamos que sabemos acerca de la rebelión. Cuando Rhaegar Targaryen raptó o sedujo a Lyanna Stark, Brandon cabalgó hasta la Fortaleza Roja con sus compañeros, retando a Rhaegar a un duelo y siendo en su lugar hecho prisionero. Rickard fue luego convocado a la corte y ejecutado junto a su hijo Brandon. Aerys solicitó entonces la presencia de Eddard y Robert, pupilos ambos de Jon Arryn. Este rechazó la convocatoria y, a cambio, se rebeló.

Eddard partió al Norte, Robert conquistó primero las Tierras de la Tormenta en las tres batallas de Refugio Estival y partió luego al encuentro de las fuerzas de Eddard y Hoster Tully. Este último se había pasado al bando rebelde a causa del matrimonio entre Jon Arryn y Lysa Tully; a cambio, antes conquistó sus propias Tierras de los Ríos. En la Batalla de las Campanas, unieron sus fuerzas y luego vencieron en el enfrentamiento final que tuvo lugar en el Tridente. El resultado produjo que Tywin Lannister, quien había permanecido neutral, se decantara por el bando rebelde.

Ahora, algunas cosas de estos eventos suenan extrañas. Uno no se cuestiona nada sobre ellas inicialmente, puesto que ninguno de los personajes lo hace. Para ellos, todo esto es lo que pasó y no hay supervivientes para preguntar al respecto. Pero ahora sabemos que en realidad hubo un preludio de estos eventos.

Viejos conocidos

Retrocedamos unos pocos años atrás antes del Torneo de Harrenhal. No muchos, solo tres o cuatro. Encontramos a varios señores que se conocen entre ellos bastante mejor de lo que sería habitual por haber combatido juntos en la Guerra de los Reyes Nuevepeniques unos años antes. Jon Arryn, Steffon Baratheon, Rickard Stark, Hoster Tully y Tywin Lannister fueron todos compañeros de armas. Con la excepción del último, el resto conservó aparentemente cierto trato amistoso después de la guerra. Esto explicaría, como mínimo, los contactos posteriores: Eddard y Robert fueron al Valle como pupilos, Robert estaba enamorado de Lyanna y se llevaron a cabo conversaciones sobre dicho compromiso matrimonial, mientras Hoster quiso casar a sus hijas con los herederos de Invernalia y Roca Casterly respectivamente.

Esto es completamente inusual pero, de nuevo, para los protagonistas de las novelas esto es exactamente lo que ocurrió, y no pierden demasiado tiempo pensando en ello. Si echamos un vistazo a las relaciones de las grandes casas en circunstancias normales veremos que raramente se enlazan por matrimonio las unas con las otras. De hecho, por norma general, los herederos se casan con sus propios banderizos. Hoster Tully, por ejemplo, se casó con Minisa Whent. Tywin Lannister incluso lo hizo con su propia familia, Joanna Lannister, una prima suya. Steffon Baratheon se casó con Cassana Estermont. La mujer de Rickard es una desconocida, pero sabemos que su suegra fue una Flint. Mace Tyrell se casó con Alerie Hightower. Balon Greyjoy se desposó con Alannys Harlaw. A menor escala, con los banderizos sucede lo mismo la mayor parte de las veces, pues rara vez se casan con alguien de otro reino.

Esto es importante porque la influencia política y la estabilidad en sus tierras es fundamental para todos los señores. Casarse con extranjeros solo es útil en dos casos: si quieres firmar la paz o si quieres sellar una alianza. En cualquier otra circunstancia esto es inusual, puesto que acrecentar o mantener la influencia sobre los propios vasallos es más importante. Esto es especialmente cierto en un reino tan remoto como el Norte. Pero, de repente, Lord Rickard casa a uno de sus hijos con la Casa Tully y envía a otro como pupilo junto con la Casa Arryn, ambos siendo además terrenos colindantes con el Norte. No hay paz que firmar, y ser compañeros de armas sencillamente no justifica este proceder.

Conspirando contra Aerys

Teniendo esto en cuenta, la declaración de Lady Dustin sobre las «ambiciones sureñas» de Rickard de repente adquiere un matiz diferente. ¿Qué es lo que estaba ocurriendo exactamente en estos años para que, como mínimo, cinco de las grandes casas estuvieran considerando forjar una alianza? ¡Recordemos que Jaime Lannister fue propuesto para casarse con Lysa Tully antes de que tomase la capa blanca! Esto habría metido a los Lannister en la alianza también, dejando fuera solo a la Casa Greyjoy, que es irrelevante, a la Casa Martell, en la cual no se puede confiar desde este punto de vista (por el matrimonio de Elia con Rhaegar), y a la Casa Tyrell. Esta última no tenía descendencia en la edad adecuada para ser incluida en la alianza que se estaba forjando, lo que pudo ser un factor que contribuyó a dejarla fuera y, en cualquier caso, no podría hacer frente al poder de cinco grandes casas unidas. Pero, ¿cuál era el propósito de esta alianza?

Para entender esto tenemos que volver a Festín de Cuervos, en el cual Jaime recuerda a Rhaegar abandonando la Fortaleza Roja para ir hacia el Tridente. Rhaegar anunció que, una vez terminara la guerra, convocaría un concilio para hacer cambios. Nunca supimos qué cambios querría llevar a cabo dado el resultado de la batalla, pero no es descabellado asumir que quería incluir en él a todas las principales casas del reino y deshacerse de su padre —lo que podría ser precisamente lo que las cinco casas de la alianza tenían en mente. Con su poder combinado, podrían haber ejercido suficiente presión política sin tener que empezar una guerra o ejecutar otras medidas drásticas para forzar a Aerys a hacer concesiones o a abdicar en favor de Rhaegar. Es improbable pensar que ya tuvieran en mente un cambio de dinastía; ese giro en los acontecimientos fue obra de Aerys al matar a Rickar y Brandon y exigir las cabezas de Robert y Eddard. Eso condujo a una tensión que nadie había imaginado, pero la idea de la alianza política contra a Aerys para hacer del reino un lugar mejor encaja bien con todo este contexto.

Rhaegar Targaryen, por Miyaashina

Fijémonos un poco más en esta idea. Hasta ahora, solo hemos atendido a lo que hicieron los personajes que representaban a las principales casas; pero hay al menos dos personas entre bambalinas con unos planes que también encajan en todo esto: Varys en Desembarco del Rey y Walys, el maestre de Rickard en Invernalia.

El primero es de sobra conocido: el eunuco parece estar desde siempre en Desembarco del Rey, susurrando al oído de Aerys. Su discurso habitual sobre que solo quiere mantener la paz y sus intentos de restaurar la dinastía con un joven específicamente educado para el puesto hacen creer esto posible. Encajaría en todo este contexto conspiranoico el que Varys, de hecho, alimentara la paranoia de Aerys para que este eliminara a la gente que perturbara el plan. Esto significaría que, en realidad, Aerys se desharía de la gente que verdaderamente podría haberlo protegido. Incluso la idea de arrebatarle a Tywin a su hijo Jaime para alejar al señor de la Roca de Aerys podría ser parte perfectamente de esta misma estratagema. Por supuesto, esto es altamente especulativo, y requiere todavía de la existencia de otra persona, como mínimo, con la cual tramar la conspiración.

El desprecio de Lady Dustin hacia Rickard Stark y toda su casa solo es superado en general por su aversión hacia el maestre de Rickard, Walys. Este personaje, de quien nunca habíamos oído hablar hasta Danza de Dragones, es el responsable de la alianza matrimonial con los Tully y de instigar las «ambiciones sureñas» de Rickard. No sabemos mucho sobre Walys, pero no sería improbable que mantuviera cierta comunicación con Varys e, incluso, con el Gran Maestre Pycelle, quien se veía a sí mismo como un verdadero sirviente de la Casa Lannister, considerada una aliada en ese momento.

El fracaso del plan

Dado que esto es Canción de Hielo y Fuego, incluso los planes tejidos por Varys y otros maestros de las estratagemas pueden fallar. Si alguna vez se llegó a tramar esta conspiración, claramente fracasó. El secuestro de Lyanna, el rechazo de Tywin al cargo de Mano y su retiro en Roca Casterly, y las muertes de Rickard y Brandon debió ser un duro varapalo. De repente, la potencial alianza de cinco grandes casas se vio reducida a solo dos. Los Stark estaban involucrados personalmente y no podían echarse atrás, pero Hoster Tully era un hombre muy leal: obviamente, el matrimonio entre Brandon/Eddard y Catelyn no le llevó a la guerra al instante. En vez de eso, pactó con Jon Arryn. El propio Arryn estaba listo y presto para defender la causa cuando Aerys le ordenó que entregara a sus pupilos. Pero una cuestión permanece sin respuesta todavía: ¿por qué Aerys pidió en primer lugar la cabeza de Robert?

ambiciones sureñas

Jon Arryn, Fantasy Flight Games©

Si aceptamos la idea de que existe un plan y que Jon Arryn es una parte vital del mismo, tenemos que asumir que el encuentro entre Robert y Lyanna no fue casual. Más bien, ella iría al Valle a visitar a su hermano Eddard de vez en cuando, y así sería como la conoció Robert. Sabemos que Robert se encaprichaba fácilmente, y quizá incluso fue sutilmente empujado a hacerlo con Lyanna. Rickard, quien bien pudo estar en contacto con Jon Arryn, podría haber negociado ya la idea del matrimonio entre ambos. En ese sentido, la Casa Stark habría concertado matrimonios con dos grandes casas —Tully y Baratheon– y estaría unida a otra por el pupilaje. Dado que Elbert Arryn fue una constante compañía de Brandon Stark, sin que sepamos por qué, la teoría gana incluso más peso. Nunca se menciona de forma explícita, pero es posible que Elbert Arryn fuera pupilo o al menos un invitado de honor en Invernalia durante bastante tiempo. Las relaciones entre los Baratheon, los Arryn y los Stark fueron más estrechas que cualesquiera otras en cualquier momento en los Siete Reinos. Puesto que Robert fue siendo el señor de las Tierras de la Tormenta siendo todavía adolescente, influir sobre él tuvo que ser una tarea muy sencilla para Jon Arryn. Por supuesto, Aerys no parece el tipo de persona que tiene pensamientos racionales. Si aceptamos que Varys o alguien más fue parte de esto, exigir la cabeza de Robert y arrastrar así a las Tierras de la Tormenta al bando rebelde es justo el mejor movimiento —y el peor para el rey Targaryen que se está enfrentando a una rebelión.

ambiciones sureñas

Hoster Tully, por residentsmooth

La demanda de Aerys inmediatamente puso a tres grandes casas en un mismo bando. Los rebeldes contaban con los Tully y quizá esperaban el apoyo o la neutralidad de los Lannister. Los Tully no fueron tan serviciales como se esperaba, lo que quizá se debió a lo expuesto de su posición geográfica y al hecho de que el estallido de la rebelión no fue tal y como lo habían planeado —si es que lo hicieron. De este modo, pudieron sentirse traicionados o, cuando menos, utilizados, ya que las Tierras de los Ríos recibirían probablemente el primer golpe.

Todo se volvió caótico de repente, pero Jon Arryn cruzó el Rubicón. Eddard y Robert, ambos adolescentes y, por el devenir de los acontecimientos, convertidos en cabezas de sus casas y reinos, eran meros peones de Jon Arryn, demasiado jóvenes e inexpertos para advertir lo que estaba pasando; sobre todo teniendo en cuenta que parecía ser lo mejor para sus intereses (los de Eddard, como mínimo). Ambos consideraron a Jon Arryn como una figura paterna durante toda su vida, incluso durante Juego de Tronos, quince años más tarde; por lo que durante los que compartieron viviendo con él debió existir una especie de devoción hacia su persona.

Jon Arryn negoció la alianza con la Casa Tully mediante su matrimonio con Lysa y en ese momento, por tanto, el bando rebelde pasó a contar con cuatro importantes casas. Dos permanecieron fuera del conflicto —Lannister y Greyjoy— y los Martell se mostraron dubitativos, hasta el punto de que tuvo que ser el propio Rhaegar quien los convenciera a participar en la guerra, pues Aerys se había distanciado cada vez más de los dornienses. Solo los Tyrell estaban de lado de Aerys verdaderamente, pero Mace Tyrell no se arriesgó demasiado al retirar a buena parte de sus tropas a Bastión de Tormentas para asediar la fortaleza, permaneciendo allí.

Batalla-de-Tridente

Batalla del Tridente, por Mike Miller

No está del todo claro cuál era el objetivo de la guerra en este punto. Es posible que Arryn y otros estrategas todavía esperaran derrocar a Aerys y restaurar la dinastía Targaryen, quizá con más libertades y privilegios para los reinos, potenciando su autonomía. Sin embargo, todos estos planes se fueron al traste cuando Lyanna murió y Rhaegar fue vencido. La furia de Eddard solo iba por detrás de la de Robert, quien no quería enfrentarse a un futuro Targaryen como contendiente por el trono, deseando exterminar a la dinastía por completo. Y aunque quizá Jon Arryn todavía esperaba ser capaz de negociar un compromiso después del Tridente, restaurando la paz y el orden bajo el gobierno de los Targaryen, toda posibilidad desapareció cuando Tywin Lannister tomó la iniciativa y conquistó Desembarco del Rey, asesinando a los Targaryen que se encontraban en la ciudad. Nadie anticipó ese movimiento, pero fue un hecho consumado. No había marcha atrás, y la dinastía Targaryen tenía que ser eliminada por completo.

El fracaso de las «ambiciones sureñas»

Lo que quisiera que fueran las «ambiciones sureñas» de Rickard Stark, sin embargo, no se llevaron a cabo. Eddard se retiró a Invernalia, lamentando la muerte de Lyanna y sin querer saber nada sobre el poder, volviendo al aislacionismo del Norte y sin apostar nada al sur del Cuello. Jon Arryn negoció el matrimonio entre Robert y Cersei Lannister, creando de paso una nueva alianza sobre la que apoyar la nueva dinastía; una alianza que demostraría ser muy inestable. La pérdida de sus herederos, Elbert y Denys, lastimaría gravemente su dinastía, y su matrimonio con Lysa Tully la pondría al borde de la extinción. Hoster Tully también parece que se retrotrajo a sus propios asuntos, Mace Tyrell fue excluido de cualquier asunto importante, y la paz que Jon Arryn pactó con Dorne fue básicamente un trato por el cual Dorne funcionaba como si no fuera parte de los Siete Reinos.

Si las casas alguna vez aspiraron a conseguir una unión entre ellas que trajera paz a todo Poniente, este sueño se rompió al fin de la Rebelión de Robert. Las «ambiciones sureñas» no trajeron beneficio para el Norte, mientras que los asuntos del reino se quedaron en las manos de aquellos que quisieron encargarse de ellos. Jon Arryn se contentó con mantener una paz que llegó a ser cada vez más mera apariencia, y su inevitable muerte finalmente destruyó la balanza de poder, dejando vía libre para el ascenso de los Lannister y la caída de la Casa Stark y la Casa Baratheon.

 

Fuente original: Southron Ambitions

Traducción por: Aerys II

 

Bruce Banner photo banner definitivo_zps6ghqu7nl.gif