Curiosidades en los capítulos de House of the Dragon: coronación de Rhaenyra, dragón verde, Otto en Rocadragón, la página de Alicent, los Baratheon, el bebé de Rhaenyra, conexión jinete/dragón, la canción.
Tras valorar el último capítulo y debatir su análisis pormenorizado, una semana más volvemos a escudriñar el episodio de House of the Dragon en busca de los EasterWesteros Eggs que pueden pasar desapercibidos a simple vista. En este espacio, propuesto por el Leal @zagel, pretendemos compartir esos detalles que te hacen levantar la ceja y comprobar cuán minucioso es el equipo de House of the Dragon.
Dicho esto, nuestra pajarera siempre está abierta para recibir vuestros cuervos con aportaciones, por lo que si habéis estado avispados y os habéis percatado de alguna curiosidad en éste o en episodios venideros, estaremos encantados de recogerlos para incorporarlo en esta sección.
Westeros Eggs X
La coronación de Rhaenyra
Comenzamos esta edición como terminó la anterior, con una coronación. Durante la cremación del bebé de Rhaenyra, un Guardia Real aparece para jurarle lealtad. Se trata de Ser Erryk Cargyll –el gemelo bueno–, a quien pudimos ver en el anterior capítulo ayudando a Rhaenys a salir de Desembarco del Rey. Si nos fijamos, en ese momento ya colgaba de su hombro un zurrón, donde ahora vemos que guardaba la corona de Viserys I que había robado.
Esta escena es como una matrioshka de huevos, porque, en ese momento, Ser Erryk pronuncia su juramento como Guardia Real. La similitud de este juramento con el de la Guardia de la Noche no es casual. Cuando Visenya creo la Guardia Real, se inspiró en el juramento de la Guardia de la Noche, de forma que los capas blancas sirvieran de por vida y renunciaran a sus tierras, títulos y bienes terrenales para llevar una vida de obediencia y castidad, sin otra recompensa que el honor.
Rhaenyra es coronada ante los asistentes al funeral. No porta la corona del conquistador ni su espada, no ha sido bendecida por la Fe de los Siete y no se sienta en el Trono de Hierro. Sólo un pequeño grupo de gente ve a Daemon ceñirle la corona de su padre. Esto remarca lo que comentamos en la anterior edición de Westeros Eggs, Aegon II cuenta con todos los símbolos de legitimidad a la hora de ser coronado y a él es al que se le considerará, de cara a la historia, el rey durante la Danza de los Dragones.
Dragón verde con tres cabezas
A la llegada de Otto Hightower a Rocadragón se anuncia que enarbolan un dragón verde con tres cabezas. Es habitual que algunos miembros dentro de su Casa creen su propio emblema personal, ya sea por gusto, orgullo o necesidad. En la Danza de los Dragones hubo un poco de todo; se enfrentaban dos hermanos Targaryen, por lo que es normal que cada uno luciera su propio emblema.
En anteriores capítulos, durante los entrenamientos de los jóvenes príncipes, hemos visto a los hijos de Alicent vestir un jubón verde –en contraposición a los hijos de Rhaenyra, que lo vestían rojo y negro–, por lo que no es de extrañar que el bando de Aegon haya optado por teñir de verde el dragón tricéfalo emblema de la Casa Targaryen.
Sin embargo, sabemos que el emblema que tomará Aegon II es un dragón tricéfalo dorado en honor a su dragón, Fuegosol. Apenas hemos visto a Fuegosol en House of the Dragon, así que introducir este emblema ahora podría ser confuso, pero quizá en capítulos futuros veamos este cambio, reafirmando su propia identidad.
Esta escena ya la he visto
Aunque los términos son distintos, la escena de la llegada de Otto a Rocadragón sucede de forma análoga a su anterior visita en el segundo capítulo: Daemon a un lado, Otto a otro y Rhaenyra llegando a lomos de Syrax, por la retaguardia de la Mano. El principal cambio es que, en esta ocasión, Rhaenyra está del lado de Daemon y no es un huevo de dragón lo que está en juego, sino el reinado de los Siete Reinos.
El libro de historia
Las referencias dentro de la misma serie continúan. Como conclusión a su alegato, Otto le muestra a Rhaenyra una hoja que Alicent lleva mucho tiempo guardando. Para saber a qué se refiere tenemos que remontarnos al primer capítulo, cuando las jóvenes Alicent y Rhaenyra, en el Bosque de Dioses, repasaban la historia de la princesa Nymeria y su llegada a Dorne, y todo eran risas y juegos. Tras demostrar que se sabía la lección, Rhaenyra arranca la página del libro de historia, se la entrega a Alicent y le dice «así te acordarás». Después de todo lo ocurrido, del distanciamiento y los desacuerdos, parece que la hoja ha cumplido su misión, recordando a ambas que una vez fueron amigas.
La familia Baratheon
Volamos hasta Bastión de Tormentas para encontrar el siguiente huevo. Luke ha sido enviado como emisario de la reina Rhaenyra para conseguir el apoyo de la Casa Baratheon. Borros Baratheon recibe la carta de Rhaenyra, mira el pergamino enrollado y llama al maestre sin molestarse en abrirlo. No se trata de un gesto de desinterés, sino más bien de ineptitud; según se nos cuenta en Fuego y Sangre, Borros «no era un hombre de letras».
Aunque este no es el único huevo que encontramos en la Sala Circular de Bastión de Tormentas. Borros le pregunta a Luke con cuál de sus hijas se casará para conseguir el apoyo de la Casa Baratheon. A la derecha del trono se encuentran tres jóvenes y a la izquierda, junto a Aemond, hay otra chica. Estas cuatro mujeres son las hijas de Borros, a las que se les conoce como las «Cuatro Tormentas». Antes que a Luke, Borros le ofreció el mismo acuerdo a Aemond: «Tengo cuatro hijas —dijo al príncipe—. Escoged a la que queráis. Cass es la mayor, pero Floris es la más bella. Y si lo que buscáis es una esposa inteligente, tomad a Maris». Aemond aceptó la propuesta, pero no se nos dice quién fue la afortunada, sólo trascendió que no se trataba de Maris. Ofendida por el rechazo, fue ella la que, cuando Luke se marchó, hostigó a Aemond con la frase «¿Os quitó un ojo o una de vuestras pelotas?», lo que provocó al príncipe e hizo que saliera tras Lucerys, con un desenlace que ya conocemos.
El bebé de Rhaenyra
Las malas noticias se acumulan y Rhaenyra se pone de parto antes de lo esperado. Cuando al fin sale Visenya, que así se habría llamado, el bebé nace muerto y tiene evidentes malformaciones: le falta un miembro, tiene la cabeza bulbosa y la piel escamosa. Según se nos cuenta en Fuego y Sangre, el bebé tenía un agujero en el pecho, donde debía estar su corazón, y tenía una pequeña cola, similar a un dragón.
No es la primera vez que se nos dice que un bebé Targaryen ha nacido con este tipo de malformaciones que lo asemejan a un dragón. Sin ir más lejos, Rhaego, el bebé de Daenerys, al nacer estaba cubierto de escamas, tenía un muñón de cola y unas pequeñas alas de cuero. Se dice que la magia de sangre fue la causante de la muerte y malformaciones de Rhaego, «sólo la muerte puede comprar la vida».
Por otro lado tenemos a los hijos de Maegor el Cruel con Alys Harroway, Jeyne Westerling y Elinor Costayne, que tampoco tuvieron mejor suerte. Ningún embarazo llegó a término y a todos los bebés se les describe como monstruosos, incluso se menciona que el bebé de Elinor tenía unas pequeñas alas. Sin embargo, la causa de la muerte y malformaciones de estos bebés fue el envenenamiento por parte de Tyanna de Pentos, otra de las esposas de Maegor, mientras aún estaban en el útero.
En el caso de Rhaenyra no parece que haya magia de sangre o envenenamiento de por medio. Ella directamente culpa a los Verdes de la muerte de su hija, por el disgusto que supuso recibir la noticia de la coronación de Aegon II y, aunque es improbable que esa fuera la causa de las malformaciones, de momento es la única explicación que nos ofrecen.
La conexión entre jinete y dragón
Sin salir de la habitación, nos encontramos con otro detalle que no debe pasar desapercibido. Durante el parto de Rhaenyra se suceden fugaces imágenes de Syrax, su dragón, rugiendo como si pudiera sentir el dolor de su jinete. Esta conexión es algo que no se nos había explicitado antes en la serie de una forma tan contundente, pero de la que sí tenemos referencias en los libros. En Fuego y Sangre se nos dice que Sueñafuego, a pesar de estar encerrada y encadenada en Pozo Dragón, en el momento de la muerte de su jinete, se alzó de repente con un rugido que sacudió Pozo Dragón y quebró dos de las cadenas que la retenían.
¿Alguna embarazada en la sala?
Teniendo esto en cuenta, además de las sabias palabras de Viserys «la idea de que controlamos a los dragones es un engaño», los flashes de Syrax no son más que un anticipo de lo que sucederá posteriormente en Bastión de Tormentas. La audiencia con Borros Baratheon no ha ido como Luke esperaba y el enfrentamiento con Aemond no hace más que empeorar la situación. Arrax ya estaba muy agitado cuando Luke sale al patio. Durante la persecución, el miedo de su jinete se ve reflejado en el dragón, que intenta defenderse escupiendo una llamarada a Vhagar –como lanzarle una china a un elefante–. La ira de Aemond, que seguía exigiendo saldar su deuda, explota en Vhagar, destrozando a dragón y jinete. Aunque no fuera la intención de Aemond ni la de Luke, los dragones danzaron y el duelo entre Vhagar y Arrax no podía terminar de otra forma.
La canción
Llegamos al final de esta sección con el último huevo. Daemon se adentra en la cueva donde anida Vermithor, el dragón que perteneció al rey Jaehaerys I, ahora sin jinete. Armado con una antorcha y una canción en valyrio, Daemon se aproxima al dragón y se planta frente él mientras entona los últimos versos. Aunque ya nos la adelantó @Nah Kunda en su reseña, podemos afirmar que es la traducción oficial de la canción, ya que ha sido el propio autor, el lingüista David J. Peterson, quien la ha compartido.
Probablemente sea la escena más misteriosa o, al menos, la que nos ha dejado más preguntas que respuestas, así que poco más puedo añadir. Quizá haya que consultar a los fuegos para tratar de desentrañar lo que significa esta canción.
Y ahora es vuestro turno, Leales. ¿Qué os han parecido estos Westeros Eggs? ¿Os habíais percatado de todos los detalles? ¿Cuál es vuestro favorito? ¿Habéis encontrado algún Westeros Egg más?
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