Volvemos con otro de los ensayos de Filosofía de Hielo y Fuego, un libro surgido a raíz de las reflexiones que un grupo de escritores realizaron sobre Canción de Hielo y Fuego. Su autor, Bernat Roca, quien gestiona el blog Juego de Tronos y la filosofía, nos ha cedido amablemente uno de sus capítulos. Otras de sus colaboraciones se han centrado en Tywin Lannister y en los rubíes de Rhaegar.

En esta ocasión, nos centramos en Ser Barristan Selmy, uno de los máximos exponentes de la caballería en el mundo de Poniente.


Ser Barristan Selmy, el jedi de Poniente

— Bernat Roca —


Es el código de caballería, no la espada, lo que hace a un caballero —explicó—. Sin honor, en nada se distingue de un vulgar asesino. Más vale morir con honor que vivir sin él. —Le pareció que los chicos lo miraban con extrañeza, pero algún día lo entenderían.

danza de dragones, el derrocador de reyes

—Ay, Davos. —Melisandre suspiró—. El buen caballero es sincero hasta el final incluso en su día más aciago.

tormenta de espadas, davos iii

 

Ilustración de Barristan Selmy

Barristan Selmy, por thegryp

Ser Barristan Selmy es, sin duda, el último Jedi de Poniente. El «Obi-Wan Kenobi» que nunca debió morir a manos de los Hijos de la Arpía, una muerte indigna de tan grande espadachín. Una afrenta de D&D a todos los lectores de la saga, incluso al propio actor Ian McElhinney, que había leído los libros y descubrió sorprendido que no tenía tanto papel en la quinta temporada, llegando a la conclusión de que moría antes de tiempo.

Barristan Selmy fue un famoso héroe y caballero de los Siete Reinos. Fue miembro de la Guardia Real de Aerys II Targaryen y, tras la Guerra del Usurpador, Lord Comandante de la Guardia Real de los reyes Robert y Joffrey Baratheon. Destituido de su cargo y expulsado de la Guardia Real por el rey Joffrey. Se exilió en Essos jurando lealtad a la reina Daenerys Targaryen. Sus palabras en Juego de Tronos, primer libro de la saga, son todo un tratado de ética caballeresca:

—Una sala en la que morir y hombres para que me entierren —replicó ser Barristan—. Os lo agradezco, mis señores… Pero escupo sobre vuestra compasión. —Alzó la mano y soltó los broches con que se sujetaba la capa, y la pesada prenda blanca cayó de sus hombros al suelo. El yelmo fue a parar al suelo también—. Soy un caballero —añadió. Se abrió los cierres de plata de la coraza, y la dejó caer con lo demás—. Y moriré como un caballero.

juego de tronos, sansa v

 

Charlando con Alejo Cuervo, editor de G. R. R. Martin, nos comentó que El Príncipe Valiente de Hal Foster, la brillante saga de cómics de trasfondo artúrico, eran probablemente una gran influencia inesperada en la narrativa del bardo de New Jersey. Su admiración por la caballería, por el mundo engalanado, cortés y suntuoso de la Europa Medieval es uno de los puntos fuertes de sus novelas, especialmente las anteriores a la Rebelión de Robert. La narrativa romántica de Walter Scott y la pintura prerafaelita de la época victoriana pusieron de moda el ideal caballeresco que la modernidad y la industrialización habían prácticamente reducido a cenizas. Un ideal que siempre fue un ideal, pero cuya nostalgia se percibe en John Steinbeck, en Tolkien, en las escasas cargas de caballería durante la primera Guerra Mundial. El mundo había cambiado. La guerra se medía en el terreno económico, diplomático y tecnológico. Esto es algo que en Poniente aún no ha sucedido del todo, pero está empezando a producirse. Y justo en ese momento llegarán la magia, los dragones, el Invierno, los Otros y, quizás, los Dioses.

La cosa más bonita del mundo mundial y la galaxia galaxial

La figura romántica de Ser Barristan se yergue gigante en el entramado político de los Lannister en la corte. Comparemos a Tywin, figura renacentista y maquiavélica, frente al honrado Barristan, que cambia de bando cuando percibe que la ley del reino no es ni justa ni ética. Las maquinaciones de Petyr sonrojan a cualquiera comparado con un hombre capaz de arriesgar su vida por enmendar los errores del pasado (la traición a los Targaryen). Mentor político y aristotélico de la Madre de Dragones, al igual que Obi-Wan fue mentor de Luke Skywalker, enmendando sus errores como mentor del joven Anakin. Obi-Wan también fue un mentor brillante. Recordemos las palabras de Anakin a la reina Padmé Amidala:

Obi-Wan es un gran mentor. Tan sabio como el Maestro Yoda y tan poderoso como el Maestro Windu.

el ataque de los clones

Los hombres vivimos ya vidas vividas. El eterno retorno de las cosas hace que las diferentes leyendas y los mitos sean un mismo cuento con mil máscaras. El trabajo de los artistas y creadores es alumbrar nuevos mitos que permitan comprender la experiencia humana, la experiencia de estar vivos y dar lo mejor de nosotros mismos. La sombra de Joseph Campbell es muy alargada. Follow your bliss. Obi-Wan también reaparece justo para salvar la vida a Leia Organa, al igual que Barristan reaparece como Arstan Barbablanca para salvar la vida a Daenerys. Recordemos la cita de Karl Marx: la tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y comparemos con las palabras de Tyrion Lannister:

—Claro, claro. —«Todo tiene raíces en el pasado, en nuestras madres, en nuestros padres y en los padres de nuestros padres. No somos más que marionetas, nos mueven los hilos de los que nos precedieron, y algún día nuestros hijos tendrán que bailar como les dicten nuestros hilos»—.

tormenta de espadas, tyrion x

 

En el caso de Ser Barristan, él apoyó al Usurpador porque desobedeció a su padre Lyonel Selmy, señor de Torreón Cosecha en las tierras de la Tormenta. Ese pecado de juventud le llevó al bando equivocado más adelante, pues los Lannister finalmente se hacen con el poder ya que Robert Baratheon fue un gran guerrero, pero un pésimo esposo y gobernante. El azar y su conciencia le llevan a tener una oportunidad para redimirse. Somos héroes con un manojo de arquetipos disponibles en la mochila de nuestra alma. El reino del padre está entre nosotros pero los hombres no pueden verlo. El caballero siempre debe dejarlo todo para partir hacia el Grial. La vasta aspiración a la nobleza siempre puede realizarse. Hay que darse. En palabras de Obi-Wan Kenobi: el legado de esta misión es el dolor.

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