Nuestro Sacerdote del hierro nos ha enviado raudo esta crónica sobre lo acontecido en La Justicia de la Reina. Aquí os la traemos calentita, recién salida de las rotativas para que la disfrutéis tanto como las anteriores que hizo para los capítulos 7×01 y 7×02. A estas alturas seguro que ya lo sabéis, pero nunca está de más recordar que prestéis atención a los enlaces, puesto que en ellos siempre hay alguna sorpresa.
7×03: La Justicia de la Reina
— Gonzalo Greyjoy —
La INYUSTISIA DE LA REINA. Episodio 7×03. Esta review contiene spoilers. Es más, el mismo dispositivo en el que te dignas a leerlo es un spoiler.
Empezamos por lo más gordo, en cuanto a minutos.
La boda de mi mejor amigo
Jon y Davos llegan junto con una pequeña guarnición de norteños y salvajes a las playas de Zumaia, donde les esperan Tyrion, Missandei y unos cuantos dothrakis. Miradas de desconfianza y Tyrion rompiendo el hielo y haciendo gala de guía turístico de la isla.
El viejo Davos anda desorientado al ver cómo le han cambiado la isla. Que si esa escalinata no estaba aquí, que si antes ahí había unas canchas de baloncesto, que dónde están los frascos que guardaba Selyse con sus abortos, que de dónde coño sale esa sala con un trono…
Mientras suben los escalones, Daenerys Targaryen hace gala de poderío y fliparse un poco sacando a sus dragones. ¡Espérate a cuando salga Fantasma!
Ya en el salón del trono, tenemos largas conversaciones a cuatro entre Daenerys, Jon, Davos y Tyrion, lejos del Jonerys que muchos quisieran de primeras. De legitimidades, historial de lealtades y barbacoas. Entre tanto Caminante Blanco, vidriagón, Cersei, esclavistas y resurrecciones puñales en la oscuridad estaría bien hacer mención que Davos hace uso (again) del comodín de su intervención habitual para intentar con estas discusiones eternas que no parecen acabar (debe ser por tercera o cuarta vez de lo que llevamos de serie), aunque esta vez no parece que salga con un resultado claramente favorable para los norteños.
Con sus más y sus menos, la escena en su conjunto, aún así, me parece muy superior a aquel ya lejano encuentro entre Tyrion y Daenerys (5×07 y 5×08). Aquella vez me resultó todo precipitado y anticlimático, dando la sensación de que a los que veíamos ahí eran a Peter Dinklage y Emilia Clarke dentro de cosplays de la serie, cuando debería haber sido uno de los grandes hitos: un crossover de dos series completamente ajenas una de la otra. Uno de los grandes momentos de la serie. Cosa que no fue. Esta vez, por el contrario, podríamos decir que ha mejorado el asunto.
Por otro lado, tenemos a la Araña con la Bruja Roja delante de un acantilado. Melisandre, que otea la altura a la que se encuentran y piensa que como el puto eunuco no pare de hacer preguntas agobiantes se tira por el acantilado. Parece que será la última aparición esta temporada de Melisandre no sin antes advertirle que tanto ella como él están destinados a morir en tierra extranjera.
Añadir que Varys, el que fuera otrora dueño de la información de mayor calidad de cualquier rincón recóndito del mundo conocido, se ha quedado con un sistema anticuado y obsoleto. Ahora cualquiera puede conectarse a arcianet y enterarse de todas las noticias del continente. Y la red móvil de cuervos ha conseguido superar obstáculos insalvables. Go home, Varys, you are drunk!
Enlazo con esta trama, la pequeña escena con Theon Greyjoy:
Escena corta en la que rescatan a Theon Greyjoy. A priori parecen ser gente pro-Yara y no pro-Euron, aunque vete tú a saber. Poco que decir, salvo que Theon dice que intentó salvar a su hermana.
De todas formas, ya no sé qué futuro le espera a Theon y si podrá por fin descansar tranquilo y olvidarse de los contubernios, tramas y traumas que asolan Poniente. Hacedlo por su bien.
Doctor House en Antigua
La trama que se está desarrollando allí vive totalmente ajena al resto de la serie. Más allá de alguna que otra pequeña noticia y cuervo que va y viene, en la Ciudadela aparentemente se respira paz. De los pocos sitios de Poniente, a estas alturas. Aunque nunca digas nunca y prepárate para lo peor. Esta aparente calma podría ser el preludio de algo espectacular. O no.
El archimaestre Ebrose comprueba que ser Jorah ha sido curado de su psoriagrís, que las heridas han cicatrizado y que ya no siente dolor. Todo ello en tiempo récord. Así que el viejo archimaestre decide recompensar a Sam Tarly haciéndole reescribir varios pergaminos en estado delicado. ¿Me estás contando que hay arcianet, viajes express a lo largo y ancho del mundo y no hay una puñetera imprenta? ¿Are you fuckin’ kidding me?
*Nota: Yo a Sam, por mucho que haya logrado salvar la vida a Jorah, no le toco ni con un palo. Vamos, su recompensa debería ser irse unos días a la isla de Ellis a pasar la cuarentena. Que lo normal es que te contagien. Pero bueno, estos saltos de fe que tenemos que aceptar los espectadores ya nos parece bien y todo.
Instinto Básico
En Invernalia, los Arryn se han hecho con el poder. O mejor, los señores del Valle. Sansa, criada políticamente en el sur, se rodea de asesores venidos de estas casas, dándole mayor importancia a, por ejemplo, Yohn Royce (el Davos! HBO de Sansa) que a cualquier señor norteño.
Y luego tenemos a Petyr Baelish intentando comerle la oreja y la almeja y asesorando a la Stark pelirroja. Ya, por si fuera poco, aparte de tener a Meñique por un lado, llega Bran Stark. Un Bran que renuncia a cualquier título terrenal y materialista: él no quiere ser Señor de Invernalia; él aspira a ser el Cuervo de Tres Ojos. No sabemos cuántos ojos tiene, pero sí que le confiesa que le ha visto a su hermana por el pornhube de la red de árboles de los Dioses Antiguos. Joder, que creepy todo. Y eso que mataron a Ramsay.
La conquista del oeste
Terminamos ya con lo más gordo del episodio en cuanto a importancia en la trama: Las Tierras de la Corona, Desembarco…
Euron se pasea victorioso por las calles de Cáceres, mientras la multitud plebeya increpa a los botines que El Rey de las Islas del Hierro ha decidido llevarle a la Reina Cersei. Sí, esa multitud que no hace mucho insultaba y vilipendiaba a la Lannister, ahora la vitorea. Qué gente más tonta, ¿no? Normal, así se siente Euron muy cómodo para seguir con sus chistes geni(t)ales.
Ojo de Cuervo -no podía callármelo- decide entrar de forma imperiosa en el Salón del Trono de la Fortaleza Roja: A caballo, como Tywin Lannister. Nada más y nada menos. Euron, te falta muuuuuuuuuucho para llegar a Tywin.
Intentando obtener una recompensa y sin conseguirla, Euron es mandado afuera a ganar la guerra para la causa Lannister. Dicho y hecho, porque se va a ir con su flota a la otra parte del continente en el mismo episodio.
Pasamos a otra escena de esa larga secuencia que se desarrolla en Desembarco: las Celda Negras. En las cárceles de la Fortaleza Roja, Cersei disfruta torturando personalmente a Ellaria y Tyene. Ese nivel de maldad mola. Mucho. Lejos de esa representación de personajes que proponía Martin, Cersei ha entrado en una espiral de maldad y locura. Puro Negro. Más que el ojo lleno de malicia que se esconde detrás del parche del Euron de los libros. Y este servidor, va a tope con ellos. Ojalá gane Cersei. De momento le van bien las cosas.
Ah, y otra culebrina menos. Falta ver que le harán a Ellaria. Me pregunto si seguirá el mismo destino que la Septa Unella…
Tras saborear las mieles de la victoria cruel tortura, la leona decide irse a sus aposentos a celebrar la victoria con su hermano Jaime. A estas alturas lo que hacen entre ellos estos hermanos nos parece del todo normal.
Una criada llama a la puerta: es por la llegada de Mycroft Holmes Tycho Nestoris (Mark Gatiss).
El director general del Banco de Hierro de Braavos ha venido como acreedor de una gran cantidad de oro que debe ser reparada. Los Lannister llevan tiempo estreñidos sin poder cagar oro. Pero le dice Cersei que tranquilo, que en quince días tendrá su deuda saldada.
Y tras esto, llegamos al final del episodio. El ejército de Inmaculados comandado por Torconudo asalta un castillo desde el interior. No sabemos qué castillo es, por lo visto es Roca Casterly. Yo no me lo creo. Debe ser un castillo cualquiera. Los Lannister y D&D han engañado a Daenerys haciéndoles creer que eso era la Roca. Tiene un sistema de alcantarillado diseñado por Tyrion con, fíjate tú por donde, una entrada secreta. Muy adecuada para la ocasión. Total, que Torgonudo y sus colegas, luchando con armas extremadamente torpes para el entorno en el que se desarrollan los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, toman esa fortaleza indefensa. Mientras ellos se entretienen y este espectador comienza a valorar cuán buenos eran los Hijos de la Arpía para este tipo de enfrentamientos, los eunucos se quedan sin flota: Euron ha llegado a poner orden en este caos.
Los Lannister han decidido renunciar a su cuna para sitiar Altojardín. Este castillo sí que está mejor representado que la Roca, pero sin tirar cohetes (aunque estando en una estratégica colina, bien podría haber sido Colina Cuerno). Reaparecen Bronn (primera vez en esta temporada) y Randyll Tarly, que junto con Jaime y una conveniente elipsis, toman el castillo de los Tyrell. Muy en beneficio propio para los intereses de los guionistas la toma de este castillo: por muy malos que fueran combatiendo los Tyrell, ese castillo debería haber costado lo suyo poder asaltarlo. Pero bueno, elipsis al canto y ya tenemos a los Lannister en el corazón de la Rosa. Y controlando el Dominio.
Seguimos a Ser Jaime mientras este avanza por el patio de ronda hasta llegar a la Torre del Homenaje. Ahí se encuentra la última Tyrell: La Reina de las Espinas Olenna, que aguarda su sentencia de muerte y el fin de su linaje. Cersei quiere torturarla desollándola viva y cualquier otra salvajada. Jaime, más político, decide darle otra salida. Ofreciéndole un poco de Lágrima de Lys, suponemos, en su copa de vino. Olenna beberá su último vino del Rejo con la última certeza que le quedaba: ella no se calla nada. Y si le queda poco para morir suelta la verdad que más feliz le hizo en los últimos años: fue ella quién envenenó a Joffrey. Y que se alegra de ello.
Ha muerto Lady Olenna. Ha caído la casa Tyrell. Ya quedan menos episodio, menos casas. El sistema de Poniente está colapsando. Se va una grandísima actriz y un grandísimo personaje.
Por último, cerramos con las lluvias de Castamere, un final de episodio muy a la romana, o de serie de mafiosos. No me hubiese extrañado nada si hubiesen terminado con el tema con el que solían concluir los episodios de The Wire.
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