Análisis de la segunda temporada de Juego de Tronos.

El verano ya está aquí, implacable y en pleno apogeo, y los leales continuamos por nuestra particular travesía por los mares de Game of Thrones, la serie que durante tanto tiempo nos ha acompañado. Aunque ya haya finalizado su emisión, creemos que resulta particularmente interesante echar la vista atrás y valorar la serie de HBO desde sus inicios y en su conjunto. Por este motivo, el Titán lanzó un llamamiento hace unas semanas para reclutar a nuevos Escribas Leales, que se ofrecieron voluntarios para tan ardua tarea (especialmente aquellos que les toque analizar según qué temporadas… nuestros pensamientos están con vosotros) y que, de forma periódica, analizarán una temporada de la serie. Sigue el calendario de publicaciones en esta entrada.

Hoy continuamos esta sección con nada menos que un descendiente de la princesa Nymeria, un leal que ha contribuido en numerosas Consultas en los Fuegos y que, ahora, ha decido dar el salto a El Escriba Leal: @Boris Nymeros Miranda.


Juego de Tronos: Temporada 2

— Boris Nymeros Miranda —


Todo tiempo pasado fue mejor, dicen. Y nada más favorable para comprobarlo que recordarlo. Hoy nos abocamos a la segunda temporada. Y me centraré en algunos personajes específicos, que a mi manera de ver fueron los que más sobresalieron.

El Norte

Partamos por el que fue el gran ganador del juego de tronos, Bran. Su historia esta temporada parte en Invernalia, sirviendo como señor en reemplazo de Robb. Pero más importante aún son sus sueños de lobo. Estos, según el maestre Luwin, no son más que sueños, pero Bran sospecha que encierran más cosas (lo bueno de esta etapa es que Bran podía mantener una conversación normal). Finalmente, en esta temporada se verá solo un atisbo de la parte mágica de Bran y no será hasta en un futuro que ahondaremos más en esta materia.

Un sueño en particular es importante en esta temporada, el del mar que llega e inunda Invernalia, llevándose consigo al maestro de armas. Esto se convierte en realidad con la llegada de otro personaje tremendamente importante y profundo, y del cual tenemos en esta temporada una gran transformación. Sí, se trata de Theon Greyjoy, el último hijo varón de Balon Greyjoy, como le gustaba recalcar.

Es sin duda alguna cautivadora su forma de pensar y de actuar. ¿Qué lo motivó a traicionar a los Stark? ¿Se le ocurrió de repente o estaba desde antes esperando el momento? En lo personal, creo que Theon nunca supo lo que quiso en realidad. Nunca estuvo seguro de quién era, si un Greyjoy o un Stark, siempre perdido entre ambos mundos. Simplemente se dejó llevar, viéndolo todo como un juego hasta que fue demasiado tarde. Hasta que ese juego se lo llevó y arrastró una cadena de sucesos nada positivos para él. Para colmo su familia original no ayudó mucho, siempre menospreciándolo y prácticamente culpándolo por haber vivido de rehén. Esto llevó a Theon a tratar de buscar su lugar sin pensar en consecuencias, tomando una mala decisión tras otra.

No se imagina los juegos que le esperan

Al final de la temporada, tendremos a Bran huyendo hacia el norte en compañía de su hermano más pequeño, de Osha y de su cuidador, Hodor. En cambio, Theon se queda solo, sin la ayuda de su familia, sin sus amigos Stark y traicionado por su guarnición (y eso solo sería el comienzo).

Más allá del Muro

Más al norte tenemos al otro gran protagonista, Jon Nieve. Este también tiene un cambio en esta temporada, pero más de pensamiento que de acción. Empieza como miembro de la Guardia de la Noche y termina como prisionero de los salvajes, comandados por Mance Rayder. Pero entremedias suceden dos cosas sustanciales. Por un lado, descubre a Craster entregando a sus hijos varones a los Otros, decepcionándose al ver que el comandante Mormont ya lo sabía; y por otro, le perdona la vida a Ygritte y comienza a ver a los salvajes como personas, como igual que los suyos, solo que nacieron al otro lado del Muro. Esto nace de una conversación con Ygritte, y sabemos que resultará muy importante para sus decisiones futuras.

No sabes nada, Jon Nieve

Un solo Dios verdadero

Stannis Baratheon es otro personaje que cambia en el transcurso de la temporada. Guiado por Melisandre, se entrega al Señor de la Luz, dándole la espalda a Los Siete. Además, basado en que por derecho el Trono es suyo, le dará muerte a su hermano Renly para alzarse sobre las Tierras de las Tormentas usando poderes más allá del entendimiento humano. Curioso que alguien tan pragmático y justo, use trucos y poderes oscuros. El poder de convencimiento de los seguidores de R’hllor es fuerte.

Pero su mayor cambio no lo veremos en esta temporada, aunque sí un desencadenante, pues vendrá después de su derrota en Desembarco. Con ella, vienen sus dudas sobre su nuevo Dios y su profeta, llevando a intentar acabar con Melisandre y verse perdido y sin futuro. Sin embargo, el poder de las llamas, más los consejos de Davos, lo harán cambiar su forma de pensar, y se convencerá de que debe luchar primero por el reino antes de tomarlo.

Valar Morghulis

Movámonos ahora a Harrenhal. Arya, después de sufrir el ataque de los Capas Doradas y de Amory Lorch, es llevada cautiva junto a sus compañeros sobrevivientes a este castillo semiabandonado. Estando ahí, llega el mismísimo Tywin Lannister en persona. Arya le servirá de copera. Y tendrá la oportunidad única de acabar con este, con la guerra, pero la desaprovecha.

Jaqen H’ghar le ofrece asesinar a tres personas, solo pide el nombre. Y Arya se deja llevar por la inmediatez y sucumbe a su inmadurez. Porque el primer nombre pudo ser el de Tywin, y todos sabemos qué hubiese resultado de ello. Pero no, Arya desperdicia la oportunidad en dos nombres que no revestían mayor importancia para Poniente, pero que para ella resultaba en beneficio. No supo ver más allá de sus problemas inmediatos, pues el primero era solo un objeto de su odio y miedo más terrible, y el segundo fue una oportunidad de salvarse a sí misma de que la descubrieran. No es sino hasta el tercer nombre que se da cuenta de su error y pide por Tywin Lannister, cuando éste ya dejaba la ciudad. Viendo la oportunidad perdida, pide ayuda para escapar y, junto a Gendry y Pastel Caliente, logran irse de Harrenhal, llevándose consigo una moneda y una frase por parte de un Hombre sin Rostro: valar morghulis.

Largo será el camino de Arya desde este punto hasta convertirse en alguien capaz de hacer las cosas en beneficio de los demás y no solo pensando en su beneficio propio.

Sin saber sobre sus hijas, y temiendo que corran peligro, Catelyn toma una decisión crucial en el devenir de la guerra. Libera a espaldas de Robb a Jaime Lannister, confiando en que sus hijas serán devueltas. Esto produce descontento en el ejército norteño, y perjudica la posición del Rey en el Norte. Para peor, Robb decide casarse con Lady Talisa, incumpliendo su compromiso con los Frey. El comienzo del fin para el Joven Lobo.

Somos lo que piensan que somos

Seguimos con Daenerys y su viaje a través del Desierto Rojo. Después de perder a Rakharo y a otros de su cada vez más disminuido grupo, llegan a las puertas de la gran ciudad de Qarth. Ahí sale a relucir todo su ímpetu Targaryen, al ver que le daban la espalda y la dejarían olvidada en las afueras de las puertas. Las amenazas le salen con total naturalidad. Todo un vislumbre de lo que veríamos en el futuro.

¿Así o más clarito?

Tras sus amenazas, logra que Xaro Xhoan Daxos, uno de los Trece, la acoja en la ciudad. Ya estando en la seguridad de los muros, solicita la ayuda en alguno de los Trece para cumplir su cometido de volver a Poniente. Pero nadie ve en ella una inversión segura, y en Qarth lo que importa no son las intenciones o los derechos de apellido, lo que realmente manda es lo que se ve, lo que se muestra.

Y Daenerys no tiene barcos, no tiene ejércitos, nadie la conoce en Poniente, no tiene oro ni riquezas, solo tiene sus dragones aún pequeños. Sin barcos, sin aliados y sin ayuda, solo son sus hijos los que la sostienen. Por eso, cuando estos le son robados por Xaro y los brujos, la sangre Targaryen nuevamente despierta como un dragón, y en el templo de los brujos de Qarth, utiliza el dracarys por primera vez, reduciendo a cenizas el lugar. Luego, descubre que la riqueza de Xaro es solo una mentira, una ilusión manipulada y castiga a este y a Doreah encerrándolos en la bóveda vacía donde, supuestamente, estaba la gran riqueza del mercader.

El oro y las joyas saqueadas del que fuera su anfitrión, podrán comprarle el tan ansiado barco. O eso es lo que esperábamos en ese momento.

De esta forma, vemos que Daenerys no cambia. Solo al comienzo hubo una transformación, al pasar de niña inocente a una khaleesi Dothraki, preparada para liderar y pasar a sus enemigos por fuego de dragón. Su destino estaba claro desde el inicio.

Un hombre pequeño puede proyectar una gran sombra

Y dejo lo mejor para el final. Personalmente, la que considero la mejor trama, tanto por historia como por actuaciones. Todo lo que transcurre en Desembarco del Rey. Con Cersei tomando el poder y viéndose sobrepasada por Joffrey, que acumula maldad y altanería en cada paso.

Sansa y su camino que recién empieza. Aún es la chica inocente y temerosa, con un Petyr Baelish que en el último capítulo comienza a mostrar más interés en ella. Qué gran jugada la de Meñique. De burdelero y Consejero de la Moneda, a señor de todo el Tridente, con Harrenhal como su asentamiento.

Y la guinda de la torta, el gran Tyrion Lannister. Mano del Rey y comandante de las tropas en la defensa ante Stannis Baratheon. Inolvidables las conversaciones con Varys, cuando no era necesario hacer chistes sobre eunucos aún. Sus visiones sobre el poder y cómo ejercerlo, los poderes oscuros y el juego de autoridad entre ellos, hace sus interacciones las mejores en la temporada. Cómo olvidar cuando Varys conoce a Shae, y las amenazas iban de un lado a otro de forma tan simulada.

Vaya miradas entre estos dos

En su actuar, destaco dos movimientos magistrales. Uno, cuando informa de tres arreglos para la princesa Myrcella a tres personas distintas, logrando identificar quién era traidor y en quién podría “confiar”. El otro movimiento, cuando recluta a Lancel como espía, quedando en ventaja sobre Cersei. Aunque Cersei al final casi nos lleva al enano con el Desconocido. Agradezcamos a Podrick que Tyrion llega al final de la serie.

Finalmente, después de la batalla, Tyrion pasa de tener todo a tener nada. Sin poder real, sin sus hombres de los clanes, sin media nariz y sin ningún reconocimiento por su actuar en salvar a la ciudad de los sitiadores. Esto sin duda alimenta aún más el resentimiento que alberga Tyrion contra su propia familia y contra el resto de la gente que lo ven como un enano monstruoso.

Punto aparte le doy al capítulo que más me gusta, no solo de la temporada, sino de la serie completa. Un ejemplo de que el presupuesto y los efectos especiales no lo son todo. Aguasnegras, qué gran capítulo tenemos en él. Toda una clase magistral de cómo filmar una batalla medieval. Toda una coherencia estratégica, que Jon Nieve jamás entendería. Lamentable que las otras batallas en la serie no hayan mantenido esa riqueza. Sin duda, Aguasnegas me hizo mirar esta serie con otros ojos.

Batalla del Aguasnegras


Hasta aquí la reseña de Boris Nymeros Miranda sobre la segunda temporada de Juego de Tronos. Ahora es vuestro turno, ¿podría ser la temporada en la se han visto más transformaciones de los personajes? ¿Qué fue lo que más os gustó?, ¿y lo que menos? Y por último, os dejamos la encuesta de rigor para que votéis por vuestro capítulo favorito.

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