Volvemos una semana más con otra entrega de esta serie de ensayos dedicada a la Casa Mormont. Se trata de una modalidad especial de ensayo que la leal @EvaJoelMortmont ha querido traernos para expresar de un modo diferente sus pensamientos e inquietudes sobre hechos que son cruciales en la historia de los Mormont o en los que han sido partícipes o testigos. De este modo, a través de la narración, dando voz y sentimientos a algunos personajes de la saga, nos revelará qué sucedió entre Lyanna y Rhaegar tras el estallido de la Rebelión de Robert.


Honor, deber, familia

— EvaJoel Mormont —


Llevábamos demasiado tiempo esperando en la posada de Harren. Rhaegar había despedido a sus acompañantes cuando llegamos al lugar. Estaba seguro de que esto nos perjudicaría; hablarían y nos encontrarían. Al alba ordené a Dacey que volviera a la isla; el tiempo se había acabado. Estábamos muy cerca de Harrenhal y su señor estaba en rebeldía con Lord Tully. Teníamos que volver al Norte, tenía que ponerme al frente de mis hombres y unirme a Ned. Estaba sentado en una mesa muy cerca de la puerta con mi jarra de vino. Escuchaba con atención las noticias que traían los viajeros: Robert había doblegado a sus señores rebeldes en Refugio Estival, pero Lord Tarly le había dado una lección en vado Ceniza; había rumores de que estaba herido. De pronto, se abrió la puerta: dos hombres encapuchados con capas negras llamaron mi atención. Un escalofrío recorrió mi espalda y mi mano ya acariciaba a Garra. La capa no podía ocultar del todo su armadura blanca. Miraron a su alrededor y detuvieron sus miradas en mí. Me habían reconocido. No podía enfrentarme a ellos… ni aquí ni ahora. De algún modo, tenía que ganar tiempo. Confiaba en la palabra del príncipe y en su honor de caballeros.
Me levanté lentamente sin perder sus miradas y con la cabeza les señalé la puerta. Nadie podía escuchar nuestra conversación. Asintieron. Salí lentamente y ellos me siguieron. Empecé a caminar en dirección al bosque, hacia el lago. Me seguían, notaba sus fijas miradas en mi cuello. Todavía no habían pronunciado palabra alguna y tomé la iniciativa.
—¿Buscáis al príncipe? —pregunté.
—¿Sabéis dónde está? Me resultáis familiar… Mormont ¿verdad? Os recuerdo de la liza.
—Así es, Ser Dayne —contesté sin temor—, nos vimos en Harrenhal.
—¿Y qué hace un salvaje norteño como vos tan al sur? ¿Os habéis perdido quizá? —seguí caminando sin contestar.
—¿O sois un traidor, como vuestro nuevo señor? —dijo el otro caballero.
Respiré hondo. No podía caer en la provocación, todavía no, tenía que distraerlos. Me giré y alcé las manos con una gran sonrisa burlona.
—Decidme, ¿queréis encontrar a vuestro príncipe? Ser Whent, soy vuestro hombre. Un poco de paciencia, caballeros, tenemos que llegar al lago y esperar.
—¿Está ahí el príncipe? Tomando un baño quizá —dijo Dayne burlón.
—No, Ser, ha cruzado —sonreí maliciosamente—; está en la isla —Whent blandió su espada al instante.
—¿Lo tenéis como rehén? ¿Sigue vivo? —dijo Dayne con preocupación—. ¡Responded!
—Pronto lo sabremos. Como he dicho, tendremos que esperar…
—¡Estoy bien! —oí de pronto a mi espalda—. ¡Envaina esa espada, Whent! —dijo el Dragón con voz férrea.
Me giré, buscándolas con rapidez; más atrás estaban ellas. Suspiré aliviado. Dacey abrazaba a Lyanna, que parecía enferma, y el pequeño lacustre iba detrás de ellas también. Los caballeros rápidamente se arrodillaron ante el Dragón.
—Mi príncipe, vuestro padre os busca —dijo Whent con rapidez.
—Pues tendrá que esperar –dijo el Dragón contrariado—. Levantad.
—Mi príncipe, no tenemos tiempo. Después de vuestra desaparición, el Rey ordenó el traslado de vuestra esposa e hijos a Desembarco —dijo Dayne con temor—. Teme que vos… —el Dragón clavó sus ojos violetas en sus palabras.
—Lo veis, mi señora. Yo también soy prisionero de la sangre de mi sangre —miró el Dragón al Lobo, con la mandíbula en tensión—. Id a la villa y traed un carruaje para mis invitadas.
—Enseguida, mi príncipe. Partiremos de inmediato hacia Desembarco —dijo Whent.
Entonces fue cuando blandí con rapidez a Garra y con toda mi furia. El acero valyrio se frenó en el cuello del Dragón, luego llegó un paso y el silbido de dos espadas en mi espalda. No aparté la mirada; mis ojos como pozos negros se clavaron profundamente en los de él.
—Estáis en desventaja —siseé con la mandíbula en tensión—. En mi último aliento mi espada atravesará vuestro cuello. Os juro que será un placer hacerlo, si traicionáis vuestra palabra a mi señora—. Un grito ahogado pude oír de las chicas.
—No voy a llevar a Lady Lyanna ante el Rey. Juré ante vuestros dioses protegerla y os lo juro a vos también —dijo sin ningún temor—. ¡Bajad las espadas! He dicho… ¡Que bajéis las espadas!
Los caballeros bajaron sus espadas. Miré a mi señora desconcertado y ella asintió con la mirada. Bajé entonces mi brazo y me giré rápidamente sin perderlos de vista. ¿Qué estaba pasando? El Dragón se acercó a Dayne y tuvo unas palabras rápidas, que no pude oír. Los dos caballeros nos miraron recelosos y abandonaron el lugar con rostro contrariado, luego él se acercó decididamente a mí.
—Volved al Norte, amigo mío, y decidle que lamento todo el horror que ha provocado mi padre, que jamás de ningún modo podré compensar. Habladle a Eddard de la contrariedad en la que me encuentro con mi esposa y mis hijos —su mandíbula se tensó—, utilizados como rehenes contra su propia sangre —cogió aire con pesar—. Decidle que la llevaré al sur, bajo la protección de mi esposa y lejos de la locura del Rey. Nadie le hará daño, no lo permitiré. Prometo que sabrá dónde está y que estará a salvo, lo juro —me ofreció su brazo.
Me quedé sin palabras; un sudor frío recorrió mi frente. Dudé, volví a mirar al Lobo y ella así lo deseaba. Estaba perdido… otra vez levanté mi brazo aceptando su juramento. Lyanna se me acercó, estaba muy pálida. Ante mi sorpresa apoyó su cabeza en mi pecho. Suspiré y la rodeé con mis brazos.
—¿Por qué, mi niña? ¿Acaso no queréis volver a vuestro hogar? —me miró.
—Dacey estará siempre conmigo. Llevaos a Howland; él os ayudará ante mi hermano. Decidle a Ned que le prometo que estaré bien, que no tema por mí, decidle que me perdone, decidle que no puedo volver, decidle que le amo.
Estaba decidida. No había temor en sus ojos ni temblor en sus palabras, me otorgó una hermosa sonrisa besando mi mejilla como despedida.

 

He aquí una propuesta divertida para describir pensamientos y teorías. Una lectura ligera para dejar fluir la imaginación, para dar voz y sentimientos a aquellos que ya no están y dar respuestas a los acontecimientos que están por venir.

Así que abrid vuestro tercer ojo y sobre todo… disfrutad o reíros de los cuentos de ésta vieja osa.

—Mi reina —respondió el hombretón con voz pausada—, todo lo que decís es verdad. Pero en el Tridente, Rhaegar perdió. Perdió la batalla, perdió la guerra, perdió el reino y perdió la vida. Las aguas del río se llevaron su sangre, junto con los rubíes de su coraza. Robert el Usurpador cabalgó sobre su cadáver y robó el Trono de Hierro. Rhaegar luchó con valentía, Rhaegar luchó con nobleza, Rhaegar luchó honorablemente. Y Rhaegar murió.

tormenta de espadas, daenerys ii

 

Me fascina que Martin escogiera expresamente a Jorah, el Oso guardián de Dany, para escribir estas palabras “tan cercanas, poéticas y caballerescas” sobre la persona de Rhaegar, si tenemos en cuenta que en teoría “no conoció” personalmente al príncipe. Son dichas por un “mentiroso sin honor” que nuestro honorable Ned quiere ver muerto. Aunque, si podemos situar en el lugar de la batalla, ya que estuvo presente en el Tridente como señor de confianza de Ned. Siempre pienso que por qué no poner éstas palabras en boca de un caballero que tiene nuestro más profundo respeto, Arstan Barbablanca (Ser Barristan), un hombre que sí estuvo muy cerca de Rhaegar.

Rhaegar Targaryen, por Miyaashina

¿Podemos creer en estas palabras? Desvían toda nuestra atención haciéndonos dudar: ¿Rhaegar fue valiente, noble y honorable? Raptó a una niña, provocando una terrible guerra, con terribles consecuencias. Entonces, ¿cómo un hombre supuestamente como él pudo hacer tal barbaridad? Lo más sencillo es pensar que fue la locura del amor lo que le llevó a deshonrarse de éste modo. Lo más difícil es creer que se dejara llevar por una profecía (siendo manipulado), abandonara su honor, su deber, su familia y siendo consciente de sus actos, abrazara aquello para lo que él creía estar predestinado.

Se nos prometió un príncipe, no una princesa. En cambio, Rhaegar…El humo era por el fuego que consumió Refugio Estival el día que nació; la sal, por las lágrimas derramadas por los muertos. Cuando era joven compartía mi creencia, pero más tarde se convenció de que la profecía se cumpliría en su hijo, porque el día en que concibieron a Aegon, un cometa pasó sobre desembarco del Rey, y Rhaegar estaba seguro de que la estrella sangrante tenía que ser un cometa.

festín de cuervos, samwell iv

 

No podemos negar que tenemos muchos indicios de ésta obsesión que compartía abiertamente con su tío abuelo. El maestre Aemon cree plenamente en ella y es un estudioso de la misma; probablemente fue él quien al conocer la muerte de su querido hermano Egg y en qué circunstancias había nacido su nieto, alentó años más tarde a un joven muchacho como Rhaegar a creer en ella, dejando así los libros y coger de pronto una espada. “Debía convertirse en un héroe”. ¿Por qué iba a ser al revés? Si tenemos en cuenta que no se conocieron en persona y que Aemon nunca abandonó el Muro, no veo yo al maestre Pycelle ni a Tywin alentando esta profecía. Las últimas cartas que recibió Aemon fueron antes de la rebelión de Robert. tremendamente interesante éste hecho.

—Ya tiene una canción —replicó el hombre—. Es el príncipe que nos fue prometido; suya es la canción de hielo y fuego. —Al decir aquello alzó la vista, sus ojos se encontraron con los de Dany, y fue como si la viera al otro lado de la puerta—. Tiene que haber uno más —dijo, aunque no se sabía si hablaba con ella o con la mujer de la cama—. El dragón tiene tres cabezas.

choque de reyes, daenerys iv

 

El capitulo de la casa de los Eternos es todo un abanico de profecías futuras, que poco a poco vemos como se van cumpliendo; pero también es una puerta abierta al pasado, donde tenemos un poco más de información. Dany es hija de tres, o eso dicen los eternos porque en realidad es una séptima hija nacida. Jon sí es un hijo de tres. El mundo de los Targaryen gira en el tres, en su blasón; en la visión se nos dice que Rhaegar quería un tercer hijo.

—Ser Jorah frunció el ceño. Dany se negaba a dejar el tema—. «Suya es la canción de hielo y fuego», me dijo mi hermano. Estoy segura de que fue mi hermano. Viserys no, Rhaegar. Tenía un arpa con las cuerdas de plata.
—Es cierto que el príncipe tenía un arpa así —reconoció ser Jorah con el ceño tan fruncido que las cejas se le juntaron—. ¿Lo visteis?
Dany asintió.
—Había una mujer en la cama, amamantando un bebé. Mi hermano dijo que era el príncipe que les había sido prometido, y le dijo que lo llamara Aegon.
—El príncipe Aegon era el heredero de Rhaegar, nacido de Elia de Dorne —dijo ser Jorah—. Pero si él era el príncipe prometido, la promesa quedó rota junto con su cráneo cuando los Lannister le destrozaron la cabeza contra una pared.

choque de reyes, daenerys v

 

En esta interesante conversación vemos el interés y la preocupación que tiene Jorah ante las visiones proféticas en la casa de los eternos, pero hay algo más: dice “nacido”. El príncipe prometido, un varón, y he aquí el hecho de no decir hijo de Elia, que sería lo correcto si Rhaegar solo estuvo con una mujer. Puedo pensar en un desliz de Jorah, una muy sutil semilla que tenga que brotar en algún momento, o puede que no signifique nada; pero, ¿Acaso hay más nacidos de otras mujeres? Ahora sabemos que sí.

Boda de Rhaegar Targaryen y Elia Martell

La boda de Rhaegar y Elia, por demiurgee

Un hombre como Rhaegar, que incluso es capaz de señalar que pasaba un cometa cuando concibió a Aegon, deja muy claro lo profundamente que le afectaba la profecía. ¿Qué más le pudo explicar Rhaegar a Aemon?

Tras el nacimiento de la princesa Rhaenys, Elia tuvo que permanecer en cama medio año, y el parto del príncipe Aegon estuvo a punto de matarla. Los maestres comunicaron después al príncipe Rhaegar que no podría concebir.

danza de dragones, el grifo redivivo

 

Rhaegar nunca le ocultó nada a Aemon. ¿Por qué iba a ocultárselo? Si compartían el mismo interés, las mismas inquietudes… Por qué no explicarle también todo lo que te preocupa, aquello que necesitas entender y encontrar respuesta, como ya había estado haciendo anteriormente.

Pero aunque lo entiendo, no te voy a decir que te quedes ni que te vayas. Deberás decidirlo tú mismo, y vivir el resto de tus días con esa decisión. Como he hecho yo. —Su voz se convirtió en un susurro—. Como he hecho yo.

juego de tronos, jon viii

 

El maestre Aemon, aún teniendo toda la información, no tomó partido en ninguna decisión de Rhaegar. El siempre aconseja, instruye, nos hace reflexionar en nuestras decisiones, pero nunca nos dirá qué decisión hemos de tomar ni cuál camino seguir.

Tienen que enviarle un maestre. Daenerys necesita consejo, enseñanza, protección. Siempre me he quedado atrás, observando, aguardando, y ahora que ha llegado el momento soy demasiado viejo.

festín de cuervos, samwell iv

 

Sus palabras nos indican cómo se quedó atrás la anterior vez, sin tomar partido con Rhaegar, una decisión que lleva lastrando muchos años; decisión que ahora cambia por completo al final de sus días. Ha decido romper sus votos y tomar partido. La preocupación en proteger e instruir a Dany es su principal temor; ella necesita consejo y enseñanzas. Ha de tomar el camino correcto, un camino que el maestre Aemon, lamentablemente, ya no podrá mostrarle por su inminente muerte.

En cierta ocasión se despertó llorando.
—El dragón debe tener tres cabezas —sollozó—, pero soy demasiado viejo y frágil para ser una. Yo debería estar con ella para mostrarle el camino, pero mi cuerpo me ha traicionado.

festín de cuervos, samwell iv

 

Aemon y Sam

Aemon Targaryen, por zippo514

Otro detalle interesante es que Aemon se incluye como tercera cabeza de Dragón. Así es, piensa en los tres últimos del linaje de sangre real Targaryen vivos que él conoce, porque sabe muy bien quiénes son los otros dos. En cambio, Rhaegar estaba convencido que las tres cabezas de Dragón debían de proceder de una misma semilla, no de la sangre, como sí cree posible Aemon con la gota de Stannis de descendencia Targaryen que después él mismo descarta.

Vayamos ahora a ver cuándo desapareció realmente Rhaegar junto a Lyanna. Y no en ese mes al principio del año 282 d.C. como quiere hacernos creer el maestre Yandel.

De pronto lo recordó todo. Jon Connington había sido amigo del príncipe Rhaegar. Cuando Merryweather fracasó en su intento de contener la Rebelión de Robert y no hubo manera de localizar al príncipe Rhaegar, Aerys recurrió al mejor que le quedaba, y le otorgó a Connington el cargo de mano.

festín de cuervos, jaime iii

 

El propio Jaime nos confirma que Rhaegar estaba desaparecido en el momento en que Merryweather es destituido mano del rey entre los años 282-283 d.C., cuando Robert vence en puerto Gaviota, doblegando poco después a sus señores rebeldes en Refugio Estival. Luego Robert se dirigirá hacia el Dominio con su hueste. ¿Quién más puede confirmarnos que Rhaegar no estaba ni en Rocadragón ni en Desembarco un tiempo después?

Enviaron a la Guardia Real a recuperar lo que quedaba de la hueste de lord Connington, y el príncipe Rhaegar regresó del sur para tomar el mando de los hombres reclutados en las Tierras de la Corona.

el mundo de hielo y fuego, la rebelión de robert

 

El propio Yandel aquí nos dice que después del fracaso de Connington en Septo de Piedra es cuando reaparece Rhaegar.

Jon Darry y Barristan Selmy cabalgaron a Septo de Piedra para tratar de concentrar a los grifos que quedaran, y el príncipe Rhaegar volvió del sur para convencer a su padre de que se tragara el orgullo e invocara el mío.

tormenta de espadas, jaime v

 

Y Jaime también nos confirma el regreso de Rhaegar en ese tiempo. Recordemos que vencer en La Batalla de las Campanas es una gran victoria para el bando rebelde. Aquí es cuando se reúnen los ejércitos del Norte, Tierras de los Ríos y el Valle, para después unirse con los de la Tormenta y dirigirse al Tridente. También es revelador que después de ésta batalla fue cuando Ned tomó a Cat como esposa, dejándola encinta de Robb. Jon entonces ya había sido concebido.

En esos momentos, seguir el sendero del honor nos parece muy sencillo. Pero en la vida de todo hombre, tarde o temprano, llega un día en que no es sencillo, en que hay que elegir.

juego de tronos, jon viii

 

Elegir no tomar partido en la guerra de tu padre ya no es una opción, aunque te haya repudiado o desheredado. Yo no creo que un enamoramiento o encamamiento le hicieran cambiar tanto, ni pensar en abandonarlo todo por una niña como Lyanna. Rhaegar, al ser conocedor de la derrota de unos de sus mejores amigos y la amenaza muy real de la rebelión, le hace ponerse en el lugar que le corresponde. Ya no podía seguir desaparecido. Él ante todo ama a sus hijos y es por ello que elige retornar y tomar cartas en el asunto.

Cuando termine la batalla, quiero convocar un concilio. Se realizarán cambios. Quería hacerlo hace mucho tiempo, pero…Bueno, de poco sirve de hablar de caminos no emprendidos. Hablaremos cuando regrese.

festín de cuervos, jaime i

 

Tridente

Rhaegar versus Robert, por Tomasz Jedruzek

Las palabras de Rhaegar al regresar del sur son claras, decididas; ha elegido y tiene un plan. Alguien o algo le hizo cambiar, se le mostró el camino que debía tomar. Por fin va a tomar partido, no va a dudar más; es más, va a solucionar el conflicto. ¡Salvará el reino! Pero, ¿quién le ha dicho que ganará la batalla? Un cambio muy repentino, ¿no creéis?

—No conociste a Lyanna como yo, Robert —replicó Ned—. Viste la belleza de la superficie, no el hierro que había debajo.

juego de tronos, eddard vii

 

Rhaegar, con valentía y con honor, probablemente quiso negociar con los mismos hombres que en Harrenhal le hubieran apoyado y coronado Rey. Es lógico que pueda pensar así, se pondrá a las órdenes de su padre para derrocarlo. Al mando de sus huestes puede negociar la paz, tiene un rehén que se ha entregado voluntariamente para ello también, propondrá un concilio, ahora sí quiere ser Rey. ¿Os acordáis del caos de los hombres? Rhaegar cometió un terrible error, seguir confiando en la lealtad de Tywin Lannister e intentar parlamentar con un joven Eddard Stark.

—El derecho —insistió Robb, testarudo. A Catelyn le pareció que, en aquel momento, la semejanza con su padre era escalofriante.
[…]
…Renly se está armando, así que sin duda lord Tywin querrá una tregua… y querrá también recuperar a su hijo. […]
¡Cobarde! —rugió el Gran Jon.
Si pedimos una tregua, pareceremos débiles —declaró lady Mormont.
—¡A los siete infiernos con los rescates; no podemos devolverles al Matarreyes! —gritó Richard Karstark.
¿Y firmar la paz? —preguntó Catelyn. Todos los señores la miraron, pero ella solo vio los ojos de Robb.
—Mi señora, asesinaron a mi señor padre, a tu esposo —dijo, sombrío. Desvainó la espada y la depositó en la mesa, delante de él; el acero brillante destacaba contra la tosca madera —. Esta es la única paz que les daré a los Lannister.
El Gran Jon lanzó un rugido de aprobación, y otros hombres se sumaron a él, gritando, desenvainando las espadas, dando puñetazos con la mesa.

juego de tronos, catelyn xi

 

Ned no podía aceptar una tregua ni la paz, aunque su hermana estuviera cautiva; hubiera quedado como un cobarde ante el norte y deshonrado la memoria de su padre. Habría perdido toda credibilidad ante los demás grandes señores. No podía dar la espalda a las alianzas obtenidas, ni mucho menos defraudar a Robert.

Hasta Jaime, con la muerte Rhaegar, sabía quién sería el nuevo Rey. Estaba todo decidido, derrocarían a los Targaryen, Robert se sentaría en el Trono. La afrenta por la cruel muerte de Lord Rickard y Brandon debía pagarse con la misma moneda, con sangre. “El norte recuerda”. El honor estaba por encima del amor a Lyanna.

¿Fue el maestre Aemon un silencioso conocedor de los actos de Rhaegar? ¿Por qué Dany es hija de tres? ¿Podrían los eternos referirse a los tres últimos del linaje de sangre real Targaryen? ¿Os cuadran las fechas de Rhaegar con Lyanna? ¿Creéis que Rhaegar si fue valiente, noble, honorable y por ello tiene el respeto de Ned? ¿Pensáis que Ned sí tuvo que tomar una difícil decisión y por eso su tormento?