Piratería y videojuegos. Futuros proyectos televisivos. La magia vs. la cruda realidad. La fantasía medieval como tema universal.
Un nuevo martes vuelve una nueva edición de Así Habló Martin. En esta sección os traemos poco a poco todas las declaraciones que Martin ha hecho sobre Canción de Hielo y Fuego a lo largo de los años. La recopilación original es cosa de Westeros.org, quienes muy amablemente nos dejan traducir su So Spake Martin para vosotros.
Seguimos en 2013. Las entrevistas que leeremos a continuación se realizaron en marzo de ese mismo año, cuando el autor se encontraba inmerso en el proceso de escritura de Vientos de Invierno y el estreno de la tercera temporada de la serie de HBO era inminente. Debemos remarcar que el estilo de estas entrevistas es algo distinto al que vemos a menudo en esta sección y no son tanto una charla pregunta-conversación sino más bien Martin hablando sobre temas en general.
Entrevista The Verge
George R.R. Martin es el hombre detrás de Canción de Hielo y Fuego — la saga de novelas épicas en las que se basa Juego de Tronos de HBO. Novelista y guionista, la carrera de Martin ha tratado distintos géneros y medios, desde relatos cortos hasta el reboot de los ochenta de La Dimensión Desconocida. Además de la pendiente de estrenar tercera temporada de Juego de Tronos, el autor acaba de firmar un acuerdo de dos años con HBO que abre la puerta a que el autor desarrolle nuevos proyectos para la cadena.
Martin respondió a distintas preguntas antes de la proyección del primer capítulo de la tercera temporada, y además de revelar que aparecerá en un cameo en uno de los próximos capítulos, da su opinión sobre piratería, videojuegos y futuros proyectos televisivos que le gustaría desarrollar.
[El efecto de las redes sociales en la publicación de novelas.]
Creo que todo ayuda. No hay duda de que estamos en una nueva era en los medios y esos tiempos en los que el escritor podía escribir un libro, publicarlo y nunca interactuar con sus lectores han desaparecido. Todos disponemos de estas nuevas redes sociales y de todas estas formas de ponerse en contacto y esa tendencia solo irá a más. Hacia dónde irá, no lo sé realmente. En realidad aún soy bastante el tipo de persona a la que le gustaría atar mensajes a la pata de un cuervo para dar a conocer algo pero al mismo tiempo uso el ordenador. Lo llevo usando desde los años ochenta así que estoy adaptándome como puedo a este nuevo mundo.
[Sobre los videojuegos de Juego de Tronos.]
Los he visto, sí. He conocido a algunos de los desarrolladores que vinieron a verme y a enseñarme sus trabajos pero en realidad, jugué un poco en los ochenta así que no puedo decir que no me gustaran. El problema es que me gustaban demasiado. Probablemente no escribí un par de novelas porque me enganchaba tanto a lo que jugaba que lo hacía una y otra vez quedándome despierto toda la noche. Una partida más, solo una partida más. Así que considero que los videojuegos pueden ser muy adictivos. Especialmente, si se tratara de mis propios videojuegos.
Poniente está en mi cabeza y sus personajes también. Ya estoy un poco esquizofrénico entre el libro y la serie, que son versiones algo distintas de lo mismo. Si añadiera los videojuegos a la mezcla, me volvería loco.
[El desarrollo de proyectos para HBO.]
La tinta aún no está seca en el acuerdo así que tampoco es que sepa nada muy específico sobre el tema. Tengo un gran volumen de trabajo que deriva de Canción de HIelo y Fuego, incluyendo guiones y telefilms que escribí hace ya años cuando creía que una serie de mis libros no podría producirse. También hay novelas o relatos cortos míos que creo que sí que podrían adaptarse. Así que debatiremos sobre qué les interesa y revisaremos mi colección por decirlo de alguna forma.
También tengo bastantes ideas de originales. Tengo un archivo de ideas sueltas tan grande que jamás podría escribirlas todas aunque viviese 100 años más. Algunas son ideas para novelas o relatos cortos obviamente, pero otras son historias que serian fácilmente producibles como series de televisión. Así que veremos. Tengo de todo: ciencia ficción, fantasía, ficción histórica (que es otra de mis pasiones). Así que les tiraré un montón de ideas a la cara y a ver que les interesa más.
[Sobre piratería.]
Somos la serie de televisión más pirateada del mundo. Aunque resulte extraño, es un halago. Es el tipo de halagos que supongo que podrías pasar perfectamente sin recibir jamás pero es lo que es. Sé que por ejemplo en Australia la serie es especialmente pirateada porque allí la emisión en antena se produce 6 meses después que en Estados Unidos. La gente simplemente no puede esperar tanto. Creo que estamos ante el boom de un nuevo modelo de hacer televisión en el que el modelo antiguo — una serie que se produce en Estados Unidos y se vende a otros países que la emiten al cabo de una semana, un mes, seis meses o seis años después, cuando quieran en realidad — ha quedado obsoleto porque estamos ante un mercado global.
Y eso se está extendiendo al mundo editorial también. Solo hay que ver mis editores británicos coordinándose con los americanos para que el libro salga a la venta el mismo día. Si no fuera así, con Amazon o otras librerías de venta online, si un libro sale en un país antes que en otro, el segundo perderá ventas porque la gente ya habrá encargado por internet su ejemplar. Y al mismo tiempo, la televisión en sí también está cambiando con plataformas como Netflix. Ellos cuelgan directamente una serie entera que no se ha emitido antes. Lo recibes, todo de golpe y tu te pegas el atracón.
Nadie sabe exactamente cómo acabará esto. Parece que cuando empiezas a entender cómo funciona ahora algo sale una nueva forma de actuar y cambia todas las normas. Son tiempos muy interesantes pero por suerte no debo preocuparme de eso. Yo escribo sobre mundos medievales en los que la gente se comunica con cuervos y no pueden ir más allá de dónde pueda ir un caballo… o un dragón, pero hay muy pocos de eso último. Así que dejo el problema de preocuparse sobre las constantes innovaciones a los hombres trajeados y los que están detrás de ordenadores enormes para que averigüen como hacer negocios con ellas. Yo me limitaré a contar historias.
[¿Tienen estos hombres trajeados algún tipo de responsabilidad de que los contenidos salgan antes para dar respuesta a la demanda que hay ahí fuera?]
No sé si usaría la palabra responsabilidad pero creo que seria muy provechoso. Atajaría rápidamente el problema de la piratería. Es decir, si Australia pudiera ver el mismo día que en Estados Unidos el capítulo puede que los australianos no se descargasen cientos de miles de copias. Pero yo que sé. ¿Por qué las cadenas australianas deciden retrasarlo? Sus razones tendrán aunque deberás preguntárselo a ellos. Supongo que tiene que ver en cómo quieren presentárselo a su audiencia o cuándo lo quieren presentar.
Una de las cosas maravillosas de esta serie en particular es que tiene un éxito rotundo a nivel global. Somos lo más grande que ha producido HBO a escala internacional. Hemos vendido en más países que Los Soprano que era la que tenía antes el récord en la cadena. A nivel doméstico somos la tercera serie más exitosa de HBO después de Los Soprano y True Blood pero, internacionalmente, somos los primeros. Y creo que esto se debe a que las otras series son muy americanas. Los Soprano es una serie maravillosa, con un guión fantástico y actuaciones impecables pero que trata sobre un mafioso de Nueva Jersey. No he estado en la mafia pero puedo afirmar que todo lo que toca sobre Nueva Jersey lo toca bien pero no sé si en Eslovenia, India o Singapur están demasiado interesados en qué problemas afectan a la gente que vive en Nueva Jersey. Les interesan las historias universales.
La gente puede mirar a la época medieval. Prácticamente, todas las civilizaciones humanas pasaron por alguna versión similar en mayor o menor grado a este mundo sin pistolas y en los que la gente luchaba a espada y con armaduras y, en casi todas ellas, hay leyendas sobre magia y guerreros invencibles y villanos en su tradición. Así que estamos tocando un tema universal. Por eso la serie funciona tan bien en el resto del mundo.
Entrevista a The New Republic
En 1991, George R.R. Martin trabajaba en una novela de ciencia ficción cuando de repente, una escena que no guardaba relación alguna con su texto apareció en su cabeza: un grupo de niños hallando una camada de cachorros de huargo. «Simplemente la imagen fue demasiado vívida», me cuenta. No hace falta que especifique que los niños se convirtieron en los Stark, los protagonistas de Juego de Tronos, el primer libro de su saga de enorme éxito Canción de Hielo y Fuego. La otra novela pronto quedó abandonada. A pesar de lo enorme del universo de Juego de Tronos — en la que vemos como el continente de Poniente se divide en Siete Reinos separados de una estepa de hielo en el Norte por un muro gigante— Martin siempre se ha interesado más por sus personajes. Su forma de escribir fantasía es particular en su forma de ser más cruda, con su forma de ver la moral y con unos protagonistas con motivaciones complejas. Más que la magia, los personajes son lo que permiten al autor responder a las preguntas que realmente le interesan: «¿Qué es el bien y qué es el mal? ¿Qué pasa cuando una buena intención provoca un daño? ¿El fin justifica los medios?».
Estas son las preguntas en torno a las cuales se escribe casi cualquier escena de la serie de HBO Juego de Tronos, que estrenará su tercera temporada el próximo domingo. En la serie no hay tregua o movimientos entre bambalinas: en cualquier diálogo, ya sea en un burdel como en batalla, la apuesta siempre tiene que ser altísima. Después que una bruja fracase al intentar salvar al líder de los Dothraki Khal Drogo en la primera temporada, su viuda Daenerys ordena que la bruja sea atada a la pira funeraria de Drogo. «El conocimiento es poder«, le dice el estratega político de Meñique a la reina regente Cersei Lannister en la temporada 2; «El poder es el poder«, ella le contesta. «La influencia es cuestión de tener paciencia» dice el maestro de espías Varys en la tercera temporada. Se nos recuerda constantemente que el poder —incluso en este mundo imaginario y alternativo—es mucho más complejo que la magia.
Martin, quien ahora tiene 64 años, siempre se ha sentido atraído por lugares imaginarios. Se crió en la ciudad industrial de Bayonne, Nueva Jersey, el hijo de un estibador que no leía libros y que pasaba las tardes en el bar de su vecindario. Vivían en viviendas de protección oficial a cinco manzanas de su escuela y en relación a esto Martin afirma «esas cinco manzanas eran mi mundo«. Desde su casa podía ver pasar a los barcos que se dirigían a otros países y las luces de Staten Island a través de la bahía de Nueva York. «Solía pasear al borde del agua por las noches para ver esas luces a lo lejos e imaginarme que algún día vería Staten Island. Mis viajes se limitaban a las historias que leía«. En el instituto empezó a devorar cómics como Superman o Conan el Bárbaro y a escribir para revistas de relatos. Creó a sus propios superhéroes: Manta Ray, quien podía volar, tenía un látigo enorme y nunca necesitaba de dormir; y Garizan, el guerrero mecánico, un cerebro embotellado que venía de otro planeta.
A medida que el mundo real se fue complicando, también lo hicieron sus mundos imaginarios. Su padre era veterano de la Segunda Guerra Mundial y Martin creció convencido del excepcionalismo americano y de la legitimidad absoluta de la intervención en otros países por parte de los Estados Unidos; pero entonces, estalló la guerra de Vietnam. Por esa misma época, Martin empezó a leer a Tolkien quien le apasionó pero siempre consideró demasiado radical en lo que al bien y el mal se refiere. «El tipo de fantasía en el que la gente se une para luchar contra un señor oscuro no me interesa. No vivimos en un mundo en el que las guerras o conflictos políticos tengan un bando compuesto por gente fea vestida de negro y en el otro todos son blancos y tienen espadas mágicas«. Se declaró objetor de conciencia durante la guerra de Vietnam. Con el 11-S paró de escribir durante meses. «No creo que sea incumbencia de los Estados Unidos de intentar acabar con todos los conflictos del mundo, de derrocar a todos los dictadores malignos. Nunca es tan sencillo saber quien es el malo y quien es el bueno, a quién ayudar«. Aunque reitera que su obra no es alegórica sí que tiene la determinación de hacer que su mundo fantástico sea lo más terrenal posible.
A diferencia de otros escritores de fantasía, Martin usa de forma mínima la magia en Canción de Hielo y Fuego— se refiere incluso a los elementos sobrenaturales de su mundo como «magia leve«. En las dos primeras temporadas de la serie, los elementos sobrenaturales se sienten sorprendetemente irreales como en la seguda temporada, cuando la sacerdotisa Melisandre pare a un bebé demonio que se sale de entre sus piernas arrastrándose como una nube de humo negro. Más destacable es no obstante la brutal crudeza de los traumas reales: niños destripados, una cabeza de caballo cortada de un golpe, una enfermera curando una pierna en el campo de batalla. Cuando el eunuco Varys cuenta que un brujo lo castró y que eso le hizo odiar para siempre la magia, Tyrion contesta «Yo siento necesidad de vengarme contra la persona que intentó matarme«. El contraste entre la magia y las agresiones puramente biológicas ya está en el texto: a Martin le gusta mantener en secreto las dinámicas y la forma de funcionar de su magia pero las del cuerpo a plena vista. «Muchos escritores de fantasía inventan mecanismos mágicos muy elaborados pero eso para mi es un error. Eso reduce la magia a una especie de falsa ciencia. Si solo con mezclar ojos de sapo con sangre de unicornio encuentras un resultado concreto, no necesitas de un mago para hacerlo. Cualquiera que tenga la receta podrá hacer magia. Es como ciencia que no funciona«.
La tercera temporada de Juego de Tronos será la más grande hasta la fecha tanto en presupuesto como en acción. Abrirá con las famílias rivales de Poniente aún intentado asiar el trono: Robb Stark está tramando para derrocar a los Lannister, Stannis Baratheon confía en su oscura Melisandre, el odioso Joffrey continua con su reino del terror junto a su madre, abuelo y tío, a quien Peter Dinklage sigue interpretando magistralmente. Daenerys Targaryen ha recuperado sus dragones y está intentando hacerse con un ejército. Theon Greyjoy está siendo cautivo y Jon Nieve está paseando por el norte con los salvajes.
Los primeros dos capítulos son mayoritariamente expositivos pero para ya el cuarto todas las intrigas están en marcha. Tyrion—quien desde la muerte de Ned Stark se ha alzado como la brújula moral de la serie—dominó la segunda temporada pero en la tercera parece que serán tres mujeres las que van a sostener la trama. La Brienne de Tarth de Gwendoline Christie tiene un camino difícil como la mujer guerrera que debe llevar a Jaime Lannister a Desembarco del Rey. La trama de Daenerys, que se desinfló en la segunda temporada con Khaleesi y su tropa de Dothrakis vagando sin rumbo por el desierto, está nuevamente fortificada a medida que Daenerys gana poder. Joffrey está hipnothizado por la encantadora Margaery Tyrell de Natalie Dormer. La última escena del episodio cuatro es visualmente estimulante: Daenerys consigue su ejército al fin con sus dragones barriendo por encima de ella.
Los críticos han podido ver los primeros cuatro episodios de la nueva temporada pero Martin sólo ha visto el primero. «Fue un subidón ver a nuevos personajes apareciendo por primera vez«. La abuela de Margaery, la matriarca de lengua cruel que es la Reina de las Espinas le ha gustado especialmente (está interpretada por la actriz y sex-symbol inglesa de los años 60 Diana Rigg). Martin ha sido consultor para cada temporada de la serie pero a lo largo del proceso ha ido renunciado al control creativo. De alguna forma no obstante, Poniente escapó de sus manos hace ya tiempo: en este momento, muchos de sus fans conocen mejor el mundo que él ha creado que él mismo. La cultura del fan ha cambiado: hay comunidades online devotas y destructoras con el tiempo que le cuesta a Martin sacar cada libro. El superfan Elio M. Garcia Jr dirige Westeros.org, el mayor foro de discusión de Canción de Hielo y Fuego y controla los perfiles oficiales de Martin en Facebook y Twitter. Si la HBO necesita esclarecer algún detalle de Poniente, Martin suele consultarle a Garcia.
Cuando hablamos, Martin se encontraba en su casa de Santa Fe, «trabajando en las 747 cosas que tengo retrasadas«. Canción de Hielo y Fuego aún no está terminada y los productores de la serie son de las únicas personas que conocen la respuesta a la gran incógnita de los libros: ¿quién se sentará en el Trono de Hierro? Respecto a la serie de HBO dice que «Estoy poniendo los raíles en una vía de un tren y puedo oír como la locomotora se acerca y ya veo la columna de humo, así que debo ponerlas más rápido«. La producción de televisión, sus editores con sus plazos, los fans demandando respuestas — es un alucha diaria silenciar tantas voces. Así que Martin se esfuerza en sus personajes, tramando sus triunfos y caídas. «Tienes que encender tu ordenador y analizar la escena. De repente Jon Nieve está en un bosco y le persiguen los enemigos. ¿Qué comerá? ¿Cuál será la próxima frase? ¿Y la próxima palabra?”.
Y ahora os toca a vosotros leales, ¿que os han parecido las entrevistas? ¿Consumís la serie à la Salladhor Saan?¿Habéis jugado a algún videojuego relacionado con la saga?¿Es la fantasía medieval un tema universal?
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