En esta época de falsa primavera, en la que padecemos un inusual frío invernal o un calor veraniego extremo a partes iguales, os traemos este artículo del leal @Maegor III sobre los viajes en el tiempo. Si en la anterior ocasión nos trajo un estudio muy concienzudo de la minería de datos aplicada en Canción, hoy nos deleita con un análisis de las viejas historias de George R.R. Martin, que sirve además para sentar las bases de algunos temas que está trabajando en su ensayo sobre Bran Stark.


Viajes en el Tiempo en la obra de GRRM

— Maegor III —


Introducción

Este artículo no estaba planeado. Originalmente, esto era parte del ensayo de Bran que de cuando en cuando menciono por la caja de comentarios –y que aún está en pañales por lo ajetreado que he estado últimamente (no lo esperéis hasta mínimo mediados de verano)– donde explicaría de forma condensada aquellas obras de Martin en la que los viajes temporales jugasen un papel importante, siempre con el objetivo de que sirviese como precedente para poder imaginar los temas que el autor podría querer tocar con la trama de Bran en Vientos (y quizás Sueños).

Sin embargo, cuando empecé a trabajar en esta sección, me di cuenta de que, por un lado, no podía explayarme mucho sobre las obras y acabaría por dejarme puntos interesantes sin comentar, y que, además, iba a hacer que el ensayo quedase excesivamente largo de todas formas. Por tanto, decidí que lo mejor era publicarlo como algo independiente, para poder extenderme más y que, cuando pueda publicar el ensayo de Bran, éste no se vaya tanto por las ramas blancas de los arcianos y pueda ser más conciso.

Así que en este ensayo analizaremos las tres obras de George que están relacionadas con los viajes en el tiempo: For a Single Yesterday, Under Siege y Unsound Variations. Al final de este ensayo, he añadido un anexo dónde se pueden encontrar dichos relatos (tanto en su traducción castellana como en la inglesa), por si alguno quiere echarle un ojo.

Comentar de forma anecdótica que, a parte de estas historias, George también ha escrito historias relacionadas con los viajes en el tiempo en algunos de los guiones que hizo para The Twilight Zone. Fue el guionista del episodio The Once and Future King en el que un imitador de Elvis viaja al pasado y acaba convirtiéndose él mismo en el Rey del Rock. También hizo el guión de Lost and Found, un corto de menos de cinco minutos en el que unos viajeros temporales se llevan varios objetos de la habitación de una joven estudiante universitaria.

No hago un análisis de estos episodios de The Twilight Zone porque, aunque los guiones hayan sido escritos por Martin, la historia e ideas son de otras personas, y por tanto se quedan como una simple curiosidad.

Por un sólo ayer

La primera historia de George que involucra viajes en el tiempo (o, al menos, algo parecido) es Por un sólo ayer (For a single yesterday en el original). El titulo viene de una canción de Janis Joplin llamada Me and Bobby McGee, en cuya letra se encuentra la frase “I would change all my tomorrows for a single yesterday” (cambiaría todos mis mañanas por un sólo ayer).

La historia ocurre en un escenario post-apocalíptico, tras un evento conocido como La Explosión. La historia está narrada desde el punto de vista de Gary, un miembro de una comuna de supervivientes. Sin embargo, el protagonista es Keith, el músico de la comuna, cuyas canciones les sirven como forma de rememorar el pasado.

Keith utiliza una droga llamada cronina que le permite revivir sus memorias, aunque él cree que no son sólo recuerdos, sino que se trata de un verdadero viaje en el tiempo.

Los expertos solían decir que la cronina no era más que una droga para la memoria. Pero nunca la habían probado. Y tú tampoco, Gary. Pero yo sí. No son meros recuerdos, es algo más. Viajas al pasado, Gary, de verdad. Cual fuera la experiencia, la vuelves a vivir. No puedes cambiar nada, pero sabes que es real.1

 

El principal motivo del músico para usar la cronina es volver a ver a Sandi, su novia fallecida durante la explosión. El propio Gary reconoce que, si Sandi siguiera viva, Keith no tendría ningún problema para superar su obsesión con el pasado. Gary confía en que, una vez se les acabe la cronina (le queda suficiente como para un par de meses máximo), Keith acabará afrontando el presente.

Un día llega a la comuna un ex-militar llamado Robert Winters, el cual es la completa antítesis de Keith. Winters no tiene interés en mantenerse anclado al pasado, sino que tiene la vista puesta en el futuro, trazando varios planes para mejorar las condiciones de vida de la comuna y atraer nueva gente con la que poco a poco volver a reconstruir la sociedad.

Cuando Winters se entera de que Keith tiene una pequeña reserva de cronina se le ocurre un plan: usar la cronina en aquellos miembros de la comuna que puedan haber tenido acceso en su día a conocimientos importantes (sobre medicina, construcción, etc) puedan revivir sus experiencias y aportar dicho conocimiento útil al resto de la comuna.

Keith, como cabría esperar, se opone. Lo someten a votación y, por una mínima diferencia de votos, la comuna se decanta por el plan de Winters. Unas semanas más tarde, Keith roba la cronina restante y se da un chute por última vez, tomándose también una excesiva cantidad de píldoras para dormir, con el objetivo morir de sobredosis mientras se encuentra en el pasado. Aunque desde fuera lo parezca, desde la perspectiva de Keith, esto no se trata de un intento de suicidio.

—No, lugarteniente —dije. —No lo has entendido, Keith no se suicidó.
Winters frunció el ceño y yo sonreí.
—Mira, si lo hubieses hecho tú, sí habría sido un suicidio, pues crees que la cronina sólo es una droga para soñar. Pero para Keith era una máquina del tiempo. No se suicidó, ese no era su estilo. Simplemente ha vuelto con su Sandi. Y esta vez se ha asegurado de que se queda ahí.

 

La historia acaba con un pequeño epílogo dónde se nos cuenta que en los años posteriores la comuna ha crecido y, efectivamente, mejorado su calidad de vida (aunque no gracias al uso de la cronina, que no dio resultados importantes). Cuando llega un nuevo músico a la comuna, Gary le pide que toque Me and Bobby McGee, la canción que siempre tocaba Keith. Pero nadie se sabía la letra.

Como véis, el final está abierto a la interpretación. Una interpretación posible es que con el paso del tiempo y con la pérdida de Keith (el cual era considerado la cultura de la comuna) los miembros de la comuna simplemente se olvidaron de la canción, que es la explicación por la que me decanto yo. Pero también sería posible que al final Keith tuviese razón y hubiese viajado en el tiempo, y no es que la gente no se acordase de la letra, sino que el pasado ha sido alterado y nunca la han sabido en primer lugar.

Haya viaje en el tiempo o no, la cronina se siente similar a los viajes en el tiempo que hemos visto en Bran III de Danza de Dragones. De hecho, la filosofía de Winters con respecto a la cronina es muy similar a la de Brynden, que le dice a Bran que no se puede cambiar el pasado, pero sí aprender de él.

Bajo asedio

En la segunda obra que vamos a tratar, Bajo asedio (Under Siege en el original), ya no hay espacio para las ambigüedades. Aquí sí tenemos viajes en el tiempo propiamente dichos, y de hecho la trama gira en torno a ellos.

El protagonista de esta historia es un enano cabezón y sin nariz, buen amigo del vino, las pullas y el sitrang ajedrez. Muy inteligente, aunque a veces su juicio puede verse nublado cuando se encapricha de alguna mujer. Martin no le da un nombre a este personaje, así que por el resto del articulo nos referiremos a él como Tyron’t.

Bajo asedio

Tyrion’t es un geek (en el contexto de esta historia, un mutante capaz de trasladar su conciencia a través del tiempo) que vive en un mundo que ha sido destruido por la guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Junto con otros cinco geeks (todos muertos ya al inicio de la historia) forma parte de un proyecto de viajes espacio-temporales que es la última esperanza de salvar a la humanidad.

La misión de nuestro pequeño héroe consiste en impedir que la fortaleza de Svearborg se rinda ante los rusos, con la esperanza de que Rusia sea derrotada por Suecia y no acaben ocurriendo los sucesos que desembocaron en el nacimiento de la URSS.

Para lograr su cometido, Tyron’t introduce su consciencia en el cuerpo del coronel Bengt Anttonen, uno de los soldados que se encuentra bajo asedio en la fortaleza. Anttonen intenta usar la información que le han dado “las voces de su cabeza” para convencer a sus superiores de que pasen a la ofensiva frente a los soviéticos (que tienen muchos menos hombres de lo que creen los suecos), pero cae en saco roto pues toda la fortaleza, y el propio Anttonen, cree que ha enloquecido.

Finalmente, Anttonen/Tyron’t consigue convencer a un general llamado Jägerhorn de que las voces que oye en su cabeza dicen la verdad sobre el futuro, y lo convence para que lo envíe como mensajero al rey de Suecia, pasando por Rusia bajo salvoconducto.

En el presente, Tyron’t tiene una reunión con su jefe, Salazar (apodado Maje) y con Ronnie, una de las investigadoras del laboratorio de la cual Tyron’t está enamorado. Maje quiere que el enano haga que Anttonen utilice su posición de mensajero para asesinar a traición al comandante soviético. No sólo será una gran perdida para el ejercito ruso, sino que tal afrenta a su honor les hará perder la calma, lanzarse con todo a por Svearborg en lugar de mantener el asedio, y acabarán siendo derrotados.

A Tyron’t no le hace ninguna gracia el plan. No sólo conseguirá que maten a Anttonen, sino que hará que pase a los libros de historia como un deshonrado y un canalla. Ronnie acaba por convencerlo, diciendole que no hay nada de malo en sacrificar una vida a cambio de salvar miles. Este dilema que afronta nuestro protagonista recuerda mucho a la situación con Stannis y Edric Tormenta. Por desgracia para Anttonen, no parece que haya ningún Davos Seaworth dispuesto a interceder por él.

Si Tyrion’t tiene éxito y consigue cambiar la historia, la linea temporal actual dejaría de existir, por lo que los miembros del proyecto hacen una macrofiesta para aprovechar su último día en la Tierra. A Tyron`t se le da alcohol, pero por su propia seguridad no le dejan abandonar sus habitaciones.

Sin nada mejor que hacer, un borracho Tyron’t decide utilizar el sistema de videovigilancia que había instalado su difunto compañero Creeper para ver qué se cuece en la fiesta. A través de las camaras ve una orgía, una pelea a muerte entre dos soldados y a un par de guardias drogándose mientras hablan acerca de intentar asesinarle. Por último, ve a Tywin y Shae a Salazar y a Ronnie teniendo sexo.

La visión no sólo le deja destrozado, sino que también oye cómo Salazar confiesa que en verdad no tiene tanta fe en que el plan fuese a funcionar, y tenía más bien la esperanza de que Svearborg cayera de forma violenta, y eso la convirtiese en una especie de “mártir” para lo suecos, motivándolos más durante el resto de la guerra.

Al igual que Keith en la historia anterior, Tyrion’t se toma una excesiva dosis de pastillas para dormir antes de viajar en el tiempo. Su cuerpo en el presente muere, pero su mente acaba fusionándose con la de Anttonen en el pasado. Dicho en términos “cancionescos”, el enano pasa a vivir su segunda vida en el cuerpo del coronel.

Como cabría esperar, Anttonen decide ignorar el plan de Salazar y deja que los eventos del asedio de Sveaborg transcurran con normalidad. En lugar de intentar afectar a la historia rusa para evitar el futuro conflicto nuclear, Anttonen se muda a Estados Unidos para vivir su propia vida.

Lo más interesante de esta historia con respecto a Canción es que los viajes en el tiempo aquí funcionan “wargeando” a alguien en el pasado. Esto puede hacer a más de uno pensar en las teorías que dicen que X personaje del pasado es en verdad Bran.

En cuanto a la implicación temática del viaje en el tiempo, al igual que en la historia anterior, los viajes en el tiempo en Bajo Asedio tienen unas connotaciones escapistas, aunque no tan fuertes como en Por un sólo ayer. La vida de Tyron’t es bastante horrible y está claro que disfruta al meterse en la piel de Anttonen (Anttonen comienza a mirarse mucho en el espejo y a admirar su propia apariencia cuando empieza a ser poseído por Tyron’t).

Por otro lado, es interesante resaltar que no sabemos cómo funcionan los viajes en el tiempo en este relato. Los personajes suponen que es una única linea temporal cambiable (si se cambia la historia, la realidad en la que viven dejará de existir y será sustituida por otra), pero nunca tenemos una confirmación de que este sea efectivamente así.

Desde luego, no parece ser así como funciona en Canción, si nos ceñimos a las declaraciones de Martin en Fire Can’t Kill a Dragon:

La explicación de los poderes de Bran, toda la cuestión del tiempo y la causalidad, ¿podemos afectar el pasado? ¿Es el tiempo un río que solo se puede navegar de una manera o un océano que puede verse afectado donde sea que caigas en él? Estos son temas que quiero explorar en el libro, pero es más difícil de explicar en la serie.2

 

Aquí Martin parece abogar por un bucle causal, aquel viaje en el tiempo en el que cuando afectas al pasado no tiene repercusiones en el presente porque todo lo que el viajero en el tiempo haga en el pasado estaba destinado a suceder. En la siguiente historia que vamos a abordar veremos otro modelo distinto al bucle causal y al de la única linea temporal cambiable.

Variantes sin salida

La tercera historia de la que hablaremos hoy es Variantes sin salida (Unsound Variations en la versión original). Nuestro protagonista, Peter Norten, acude junto a su esposa Kathy a una reunión de su viejo equipo de ajedrez, organizada por su antiguo compañero Bruce Bunnish.

Ajedrez infinito

En el instituto, durante un importante torneo de ajedrez, Bruce la caga en una partida decisiva a pesar de que tenerla casi ganada, lo que le ganó el desprecio y las burlas de sus compañeros. Han pasado diez años desde entonces, y Peter ha tenido una vida llena de fracasos: fracasó como escritor, fracasó como periodista y está fracasando como dueño de una librería… por no mencionar que está atrapado en un matrimonio infeliz donde constantemente discute con su esposa. Mientras tanto, el perdedor Bruce consiguió convertirse en un inventor millonario.

En la mansión de Bruce conocemos a los dos miembros restantes del antiguo equipo: E.C. James, que en su juventud había sido un ligón y un bromista empedernido, y que ahora vivía una vida mediocre trabajando para una agencia publicitaria; y Steve Delmario, otrora un apasionado del ajedrez y la tecnología y actualmente un borracho tan económicamente arruinado que el propio Bruce tuvo que pagarle el viaje hasta la mansión.

Con todos reunidos, Bruce les cuenta a sus antiguos compañeros que ha inventado una máquina del tiempo. Pero no la ha inventado en esta línea temporal, sino que él ya ha viajado incontables veces en el tiempo con anterioridad. En la línea temporal original, Bruce estuvo atormentado durante toda su vida por aquella derrota en el torneo del instituto, y después de 50 años terminó de construir lo que el llama la máquina de Flashback.

La máquina de Flashback envía la consciencia del usuario a su propio cuerpo en el pasado, creando así una nueva línea temporal. Por supuesto, esto significa que en la línea temporal original del viajero este muere, pues su consciencia abandona su cuerpo. Como vemos, es un sistema distinto a las teorías de Maje en Bajo asedio, donde no se creaban nuevas líneas temporales, sino que sólo había una única línea temporal que cambiaba con cada viaje en el tiempo.

Bruce admite también que él es el responsable de los fracasos de sus antiguos compañeros. En la linea temporal original, era Steve Delmario el que se había hecho rico con sus invenciones, así que Bruce se aprovechó de su memoria fotográfica para robar todas sus ideas y patentarlas como suyas. También fue Bunnish el responsable de la caída en desgracia de Peter, haciendo que un escritor profesional escribiese la novela que llevó al éxito a Peter en la línea de tiempo original antes que él, y también usó su influencia para arruinar su carrera periodística.

Bruce le ofrece un trato a los demás. Van a repetir la partida que arruinó la vida de Bruce, desde la posición exacta dónde supuestamente la había cagado. Si consiguen ganarle a partir de ese escenario, les dejará usar su máquina de Flashback para viajar al pasado y arreglar sus vidas.

Delmario es el primero en enfrentarse a Bruce, y acaba perdiendo. EC James y Peter se pasan toda la noche estudiando la partida, y creen haber llegado a un plan con el que se harán con la victoria; sin embargo, a la hora de la verdad, Bruce derrota a James. Bruce le da a Peter un día más de preparación antes de la última partida.

Peter empieza a obsesionarse buscando la variación que le permita ganar la partida a Bruce. Kathy le pide que desista, que está haciendo lo que Bruce quiere: que se acabe tan obsesionando con la partida como él. Le dice que llevan años pensando que sus fracasos son culpa suya y de la mala suerte, pero que ahora que saben que todo era obra de Bunnish, Peter puede recuperar su confianza en sí mismo.

Al día siguiente, Peter declara que no va a jugar y le pregunta a Bruce si en verdad existe alguna forma de ganar. Bruce confiesa que no; él ha intentado miles de veces con su máquina ganar aquella partida, pero daba igual lo que hiciera, siempre acababa perdiendo.

Como Peter consiguió lo más parecido a una victoria, Bruce le ofrece usar su máquina de Flashback, pero Peter se niega. Dice que si la usara, dejaría a su esposa y a sus amigos de esta línea temporal con su cadáver, y prefiere intentar vivir su vida de cara al futuro que intentar arreglar el pasado.

Tiempo después, mientras Peter se encuentra trabajando en su segunda novela, recibe la noticia de que Bruce ha sido hayado muerto en su mansión, probablemente tras usar la máquina de Flashback. Peter piensa con cierta tristeza que, al igual que con la dichosa partida, la vida de Bruce se encuentra también en un camino sin salida.

En esta obra, el viaje en el tiempo vuelve a un método de escapismo, pero en este caso no se encuentra motivado por un sentimiento de nostalgia, sino por una obsesión con los errores y agravios del pasado que acaba consumiendo el alma. Si el motivante de los chutes de cronina de Keith era el fuego de su amor por Sandi, los viajes al pasado de Bruce son de puro hielo vengativo.3

Después de sus incontables viajes en el tiempo, Bruce sigue sin ser feliz. Tiene tanto dinero que no sabe en qué gastarlo, pero está totalmente sólo y comiéndose la cabeza por aquella partida, a pesar de saber a ciencia cierta que no tenía posibilidades de haberla ganado. Incluso tiene en su casa una estatua de un tablero de ajedrez, con las piezas posicionadas exactamente como en aquella jugada fatídica. La única satisfacción que puede sacar es la de arruinar la vida de aquellos que en el pasado le habían agraviado… pero al final del día, ni siquiera se está vengando de sus compañeros de la línea temporal original, sólo de versiones de otros universos.

Al final, tanto Keith como Bruce son incapaces de romper las cadenas del pasado e intentar vivir en el presente para conseguir un mejor futuro, como sí lo hacen al final de esta historia Peter Norten y Steve Delmario. Incluso Tyron’t en Bajo asedio acaba abandonando la idea de cambiar el pasado y centrándose más en vivir su segunda vida en la mente de Anttonen.

Conclusión

Aunque hay obvias discrepancias en el uso del viaje temporal en las tres historias que hemos comentado, también hay algunas similitudes que saltan a la vista. Por ejemplo, en las tres historias el viaje en el tiempo no es algo físico, sino que lo único que realmente viaja al pasado es la consciencia del viajero. Creo que no es descabellado asumir que esta regla también se repetirá con los viajes de Bran en la saga, y que de hecho, nadie espera que ocurra de otro modo.

Otro punto en común es que en todas las historias, los viajeros acaban suicidándose. Habrá que ver si Bran también acaba recurriendo al suicidio en el presente para poder vivir una segunda vida en el pasado siguiendo los pasos de Keith, Tyron’t y Bruce. El final de la serie parece desmentir esto, pero yo del final de la serie tampoco me fiaría mucho…

Por último, señalar que en ninguna de estas historias el viaje en el tiempo es una solución real para los problemas a los que enfrentan los protagonistas. De hecho, en el caso de Keith y Bruce, se trata del peor obstáculo en sus vidas. La vida de Tyron’t sí que mejora una vez hace su último viaje en el tiempo; sin embargo, no tenemos evidencia de que las acciones que tomase en esta segunda vida hayan servido en absoluto para impedir el futuro apocalipsis nuclear.

Con estos antecedentes, no estaría de más preguntarnos si los viajes temporales de Bran van a acabar siendo de verdad una solución a los problemas de la trama mágica de la saga o si, por el contrario, acabarán empeorando las cosas para nuestro tullido héroe y el resto de la humanidad.

Pero eso es materia para otro ensayo.

Anexo: ¿dónde encontrar cada obra?

Por un sólo ayer:

Bajo asedio:

Variaciones sin salida:

Estas son las obras principales en la que encontrar estas historias. Hay más, sobre todo en su versión inglesa, pero son tan antiguas que no se pueden conseguir en ninguna parte o, en el mejor de los casos, los puedes encontrar vendiéndose por un riñón o dos. Y si tenéis curiosidad por los capítulos de The Twilight Zone que mecione en la introducción, están subidos a YT y se pueden encontrar por el nombre de la historia.

 

  1. Estas citas y todas las siguientes están traducidas por un servidor desde el inglés, y no reflejan ni se parecen necesariamente a la traducción oficial de Gilgamesh, que seguro que es mucho mejor. Pero creo que la idea se mantiene.
  2. Extracto tomado del artículo de la Compañía Tres spoilers de Vientos de Invierno conocerás.
  3. Esta frase es lo más cringe que he escrito fuera de un fanfiction, lo dejo aquí sólo para que me hagáis el merecido escarmiento público.