Hoy traemos una nueva edición de El Rincón del Cronista, en donde, como ya sabéis, alternamos entre personajes, sucesos, lugares e instituciones del mundo creado por George R. R. Martin con la idea de presentar un espacio de discusión y debate en el que la acción está en los comentarios.

Y esta semana continuamos con uno de los sucesos más sangrientos de Poniente:

La rebelión de la Fe Militante fue un enfrentamiento civil y militar entre la Sagrada Fe de los Siete y la Casa Targaryen que tuvo lugar entre el 41 y 48 dC. Contando con miles de víctimas a lo largo de los Siete Reinos y prolongándose durante el reinado de tres reyes (Aenys I, Maegor I el Cruel y Jaehaerys I el Conciliador) se trató de uno de los conflictos más importantes de la historia reciente de Poniente. El brazo armado de la Fe Militante estaba compuesto por dos órdenes antiguas: los Hijos del Guerrero, caballeros juramentados a la Fe de los Siete conocidos como Espadas; y los Clérigos Humildes, compuesta por miembros de todos los estratos sociales, menos organizados pero mucho más numerosos, conocidos como Estrellas.

El contexto en el cual surge la rebelión parte de la falta de legitimidad del rey Aenys I tras la muerte de su padre, Aegon el Conquistador. Débil, dubitativo y poco apto para la batalla, Aenys prontamente fue testigo del levantamiento de varias facciones que desafiaron su autoridad: Harren el Rojo, quien se decía sucesor de Harren el Negro, tomó Harrenhal y se proclamó rey de los Ríos y de las Islas del Hierro; Jonos Arryn también se rebeló contra la Corona, mientras que en Dorne un hombre se hacía llamar el Rey Buitre y conseguía gran apoyo. Aunque cada uno de estos conflictos se vio neutralizado, en gran parte gracias a la rápida reacción del hermano de Aenys, Maegor, que montaba a lomos de Balerion el Terror Negro, cada uno de ellos sentó las bases de un clima hostil para el reinado de Aenys. Además, el rey permitió la expulsión de la Fe de los Siete de las Islas del Hierro como recompensa a Goren Greyjoy por ajusticiar a un rebelde, lo cual exacerbó la ira de la Fe.

Ilustración de los siete dioses de la Fe de los Siete

Los Siete por GuadFe

Pero el verdadero motivo detrás de lo que sería la rebelión de la Fe Militante radica en la práctica del incesto llevada a cabo por la Casa Targaryen, la cual era considerada como un pecado abominable por la Fe de los Siete. Cuando Aenys propone el casamiento entre su hermano y su hija Rhaena, el Septón Supremo se opone airadamente, por lo cual se realiza en su lugar el matrimonio entre Maegor y Celyse Hightower, quien casualmente era prima del Septón. En el 39 dC, Maegor se casa en secreto con Alys Harroway, provocando la furia del Septón Supremo y el consiguiente decreto para el exilio del hermano del rey. Intentando calmar las aguas, Aenys nombra al septón Murmison como Mano del Rey; sin embargo, poco después, la noticia del casamiento entre Rhaena y Aegon, ambos hijos de Aenys, terminó por dar rienda suelta al conflicto. Murmison, quien había oficiado la ceremonia, fue expulsado de la Fe y el propio Septón Supremo promovió que Aenys fuera conocido de ahí en adelante como el “Rey Abominación”.

En el año 41 dC el septón Murmison es asesinado por una hueste de Clérigos Humildes mientras iba en su litera por las calles de Desembarco del Rey. A su vez, miembros de dicha orden sagrada irrumpieron en el castillo e intentaron acabar con la vida del rey y su familia, quienes se vieron forzados a refugiarse en Rocadragón. Mientras tanto, miles de fanáticos aparecían por los caminos del reino sumándose a la causa de la Fe. Sin dar respuesta, Aenys cayó enfermo y prontamente falleció en el año 42 dC bajo circunstancias sospechosas. A continuación, la reina viuda Visenya vuela a lomos de Vhagar y trae del exilio a su hijo Maegor, coronándolo como el legítimo rey en Rocadragón sin dar lugar al reclamo de Aegon, el hijo de Aenys.

Maegor I, conocido como Maegor el Cruel, era un guerrero que se decía disfrutaba de la batalla y la violencia. Sin perder el tiempo, decretó que los Clérigos Humildes debían deponer sus armas bajo pena de proscripción y muerte. Ante la indiferencia de las Estrellas, Maegor empezó una campaña sangrienta contra la Fe, llegando a ofrecer suntuosas recompensas por cada miembro de las Espadas y Estrellas que fuera abatido.

Mientras tanto, en Desembarco del Rey los Clérigos Humildes habían tomado el Septo Estrellado y la Fortaleza Roja. El rey decidió personarse en la capital y empezar a reunir fuerzas, lo cual llevó a que se realizara un juicio de siete a la vieja usanza entre Maegor y sus seis campeones y el capitán de las Estrellas, ser Daemon Morrigen (conocido como el Devoto) y sus seis campeones, en el que se dirimiría el destino del reino. Se sabe que el último hombre en pie fue Maegor, quien sin embargo quedó inconsciente. Al trigésimo día el rey despertó, voló a lomos del Terror Negro y desató el fuego-dragón a lo largo y ancho del Septo Estrellado, masacrando a los fieles que presenciaban la ceremonia matinal y destruyendo el Septo. Como respuesta, el Septón Supremo alentó a los verdaderos hijos y devotos de los dioses a tomar las armas en defensa de la Fe y poner fin al reinado de los dragones, monstruos y abominaciones. Ya no habría vuelta atrás.

El primer enfrentamiento entre la Corona y la Fe fue conocido como la Batalla de Puente de Piedra, en el año 43 dC en el Dominio. Wat el Hewer comandó un ejército de nueve mil Clérigos Humildes que se enfrentó a Lord Meadows, junto a otros cinco señores leales a la Casa Targaryen. Las Estrellas no contaban con entrenamiento alguno, vestidos apenas con ropajes hechos de cuero hervido y utilizando hacha, trozos de hierro oxidado y palos afilados, y así fueron aniquilados por la caballería montada al servicio de los otros señores. El río Mander se tiñó de rojo y el sitio fue renombrado como Puenteamargo tras la batalla.

Ilustración de la Batalla del Gran Forca del Aguasnegras por Marc Simonetti

Batalla del Gran Forca del Aguasnegras, por Marc Simonetti

Poco después, una masiva cantidad de hombres adeptos a la Fe se dispuso a atacar la capital. Trece mil Clérigos Humildes, doscientos Hijos del Guerrero procedentes de Septo de Piedra y miles de caballeros leales a Señores rebeldes de las Tierras de los Ríos y del Oeste se propusieron defender la Sagrada Fe en la que sería conocida como la Batalla del Gran Forca del Aguasnegras, sumando un total de veinte mil hombres. Por su parte, el rey contaba con una cantidad similar de hombres a su servicio, pero con el doble de caballeros blindados, arqueros y, sobre todo, con su dragón Balerion. La Batalla se extendió hasta altas horas de la noche y, a lomos del Terror Negro, Maegor obtuvo una victoria decisiva a fuego y sangre.

A pesar de que en los años venideros el Septón Supremo fue asesinado en misteriosas circunstancias y que su sucesor demostró ser mucho más afable y pidió el cese del enfrentamiento, el conflicto social no mermó. A finales del 45 dC, Aegon (el hijo de Aenys) quiso reclamar su derecho al Trono y murió durante la Batalla del Ojo de Dioses. Como muestra de su campaña contra la Fe, Maegor presentó en Desembarco del Rey dos mil calaveras que, según su testimonio, procedían de miembros de la Fe Militante. El pueblo llano, por su parte, cada vez se mostraba más en contra del rey.

En el año 48 dC se produce la alianza entre el septón Moon y ser Joffrey Dogget a la cabeza de los Clérigos Humildes con el objetivo de poner fin al reinado de Maegor. Aguasdulces se une a su causa, así como Daemon Velaryon (quien comandaba la flota real), otros tantos señores (entre ellos el Señor de Bastión de Tormentas) y el pretendiente Jaehaerys Targaryen, el único hijo de Aenys que aún vivía. Rodeado de traidores y con un apoyo cada vez menor, Maegor fue hallado muerto en soledad en la Sala del Trono producto de varios cortes de las espadas del Trono de Hierro. Tras la muerte de su tío, el nuevo rey Jaehaerys I ofreció amnistía inmediata a cambio de la disolución de la Fe Militante, lo cual fue aceptado por la Sagrada Fe. Así, el rey recibió el apodo de Jaehaerys el Conciliador.

Cabe destacar la importancia de la Rebelión de la Fe Militante en lo que sería la aparición de una nueva Orden conocida como los Gorriones en la saga de Canción de Hielo y Fuego. Durante la Guerra de los Cinco Reyes, cientos de septos fueron incendiados y otros tantos septones y hermanas silenciosas fueron asesinados producto del carácter brutal de la guerra. De esta manera, poco a poco miles de seguidores de la Fe se organizaron dándose a conocer como Gorriones, la más humilde y común de las aves, peregrinando masivamente en torno a las Tierras de la Corona.

Ilustración de los Gorriones de la Fe Militante por Marc Simonetti

Gorriones, por Marc Simonetti

En la cuarta entrega de la saga, Festín de Cuervos, podemos observar como los Gorriones avanzan hacia Desembarco del Rey, poblando las afueras del Gran Septo de Baelor. Tras el asesinato del Septón Supremo por parte de Cersei Lannister, los Gorriones irrumpen en las estancias donde los Máximos Devotos debían elegir al nuevo Septón e imponen por la fuerza que proclame como tal a su líder, quien sería conocido a partir de entonces como el Gorrión Supremo.

Bajo una férrea doctrina de humildad, el nuevo Septón Supremo comienza a poner en práctica novedosas políticas que son completamente opuestas a las de sus antecesores. Las coronas, ropajes y ornamentos de la Fe son vendidos para dar de comer a los más pobres. A su vez, el Gorrión Supremo se niega a dar su bendición al nuevo rey, Tommen Baratheon, en tanto la Fe no reciba el oro que la Corona le adeuda. Hábil y certero, el Gorrión Supremo convence a Cersei de restaurar la Fe Militante dos siglos y medio después de su abolición. Así, los Gorriones pasan a ser los nuevos Clérigos Humildes, mientras que cientos de caballeros se unen a la redivida orden de los Hijos del Guerrero. Las Estrellas y Espadas volvían a nacer.

—Hablando de los Siete, ¿por qué permite Cersei que la Fe vuelva a tomar las armas?
Jaime se encogió de hombros.
—Sus motivos tendrá.
—¿Sus motivos? —Lady Genna hizo un ruido un tanto grosero—. Más vale que sean unos motivos excelentes. Los Espadas y Estrellas fueron un problema hasta para los Targaryen. El propio Conquistador cogía la Fe con pinzas para que no se enfrentaran a él. Y cuando Aegon murió y los señores se alzaron contra sus hijos, las dos órdenes estuvieron a un paso de la rebelión. Contaban con el apoyo de los señores más devotos y de la mayor parte del pueblo. Al final, el rey Maegor tuvo que ofrecer una recompensa por ellos. Si no recuerdo mal las lecciones de historia, pagaba un dragón por la cabeza de cada Hijo del Guerrero que no se hubiera arrepentido, y un venado de plata por el cuero cabelludo de cada Clérigo Humilde. Murieron a millares, pero otros tantos siguieron recorriendo el reino, desafiantes, hasta que el Trono de Hierro decretó la muerte de Maegor y el rey Jaehaerys otorgó el perdón a todos los que rindieran la espada.
—Se me había olvidado todo eso —confesó Jaime.
—Y a tu hermana también.

Festín de Cuervos, Jaime V

 

A partir de la experiencia de los reinados de Aenys I, Maegor el Cruel y Jaehaerys I podemos afirmar que la decisión de Cersei, tomada además a la ligera, constituye un error garrafal y uno de los peores movimientos políticos de su gestión como Reina Regente. En efecto, dicha decisión trae como consecuencia el encarcelamiento y pronto juicio de Cersei, así como la detención de Margaery Tyrell bajo el cargo de traición a la corona. El regreso de la Fe Militante como un actor de poder en los Siete Reinos tendrá sin dudas una fuerte repercusión en las próximas entregas de la saga, sobre todo teniendo en cuenta la desesperada y miserable situación que atraviesa el pueblo llano tras la masacre que constituyó la Guerra de los Cinco Reyes y la figura debilitada del niño rey, encontrando quizá en la Fe y su brazo armado un motivo de esperanza.

Y vosotros, ¿qué opináis de la Rebelión de la Fe Militante? ¿Creéis que los Targaryen debieron haber cesado la práctica del incesto teniendo en cuenta la tensión inevitable que tendrían con la Fe de los Siete? ¿Qué pensáis de las acciones llevadas a cabo por Maegor el Cruel? ¿Creéis que la decisión de Cersei de restaurar la Fe Militante traerá paz al reinado de Tommen o, por el contrario, servirá para acrecentar el conflicto promovido por la reina regente? ¿Cuáles serán los planes del Gorrión Supremo? ¿Cómo afectará la restaurada Fe Militante el desarrollo de las siguientes entregas de la saga?

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