Hace unos días, compartimos con toda la Compañía unas palabras que Martin había dedicado al diario ruso Meduza. En ellas, además de otras cuestiones, el escritor trataba la figura de Theon Greyjoy. En concreto, lo identificaba como el personaje en el que temería convertise. Para Martin, Theon y Jon compartían una situación similar que cada uno de ellos había afrontado de un modo concreto. Así, mientras Jon encuentra el camino correcto, Theon sigue, en opinión del autor, eligiendo las decisiones menos adecuadas, fruto de su sentimiento de no pertenencia y de su propia envidia.
Hoy, al calor de esta reflexión, traemos un ensayo de @INCBlackbird dedicado al menor de los hijos de Balon. No obstante, si Martin se centró escuetamente en las decisiones de Theon equiparando su posición con la de Jon Nieve, desde Tower of the Hand se profundiza en las circunstancias en las que vivió como pupilo y rehén de los Stark. Coincidamos más o menos con esta defensa del personaje, este es un punto fundamental para entender los tonos de gris por los que oscila su personalidad.
En defensa de Theon Greyjoy
— INCBlackbird —
Game of Thrones es una de las series de televisión más populares en estos días y, por lo tanto, siempre aparece en la prensa; a menudo de mano de gente que no son realmente fans. Viendo y leyendo entrevistas, artículos y demás, he descubierto que donde quiera que se mencione a Theon, aparecen algunas opiniones que parecen considerarse «el parecer de todo el mundo» o, incluso, directamente «la verdad». Me gustaría desafiar algunas de las más comunes, ya que creo que este personaje se merece ser juzgado con cierto matiz que no ha recibido hasta ahora.
Empecemos con su estatus en la familia Stark: incluso en la serie, se dice abiertamente que Theon es un rehén. En los libros, Ned menciona a Theon tan solo una vez, y es sobre utilizarlo para forzar a su padre a luchar por ellos en caso de que surja una guerra. Así que, en teoría, el estatus de Theon debería estar claro tanto para los lectores como para los espectadores. Y aún así, cuando leo artículos sobre Theon, se refieren a los Stark como su «familia adoptiva» o algo parecido. Parece que la gente está intentando minimizar la desafortunada posición de Theon en Invernalia. No estoy sugiriendo necesariamente que esto se haga de forma deliberada. Probablemente se deba al hecho de que la mayoría de los capítulos en los libros se cuentan desde el punto de vista de un Stark; y Theon no es exactamente un personaje que guste, por lo que la gente automáticamente se posiciona en favor de los Stark.
Demasiado a menudo parece que la gente elige un bando y después mantienen un sesgo de confirmación a favor de ese bando. Por lo tanto, en este caso se convierte en una situación de «Theon contra los Stark». Y considerando que los Stark tienen la mayoría de los puntos de vista y que son, en general, la familia más querida, la mayor parte de la gente elegirá su bando e idealizará la relación de los Stark con Theon; lo que automáticamente hace que la traición de Theon sea peor.
Yo, sin embargo, no necesito elegir un bando, pues no creo que los Stark teniendo un rehén repercuta en ellos de forma negativa, ya que es lo que se espera de ellos en esa situación en la sociedad en la que viven (o más específicamente, de Ned, porque obviamente los niños no tuvieron nada que ver con eso. El cómo se extiende a ellos, me supera). No necesito idealizar la verdad, ya que no creo que la verdad afecte a mi visión de los Stark como los protagonistas favorables de la historia. Tampoco creo que hacer de ello un caso de «Theon contra los Stark» sea productivo.
Esto parece algo aleatorio sobre lo que machacar, pero cambia mucho las cosas para el personaje de Theon. Ser un hijo adoptivo habría sido una experiencia completamente diferente para Theon y podría no haber sido la persona que conocimos al comienzo de Juego de Tronos.
Asha, en los libros, se refiere a su hermano como un niño tímido y sumiso que vivía con temor y miedo de sus hermanos mayores, Rodrik y Maron. Theon no tuvo una infancia fácil: se crió en una cultura que celebraba la idea estereotipada de la fuerza sobre todo lo demás y siendo un niño tan tímido no encajaba en ese tipo de clima cultural. Como resultado, sus hermanos lo intimidaban y le pegaban a menudo. Aún así, a raíz de haber crecido en tal cultura, es lógico que admirara a las personas que abusaban de él, que aspirara incluso a ser como ellos. Aprendió que si quería ser querido y aceptado, él tenía que cambiar, volverse más como sus hermanos.
Cuando tenía nueve años, la rebelión de su padre acaba terriblemente mal. Theon ve desde la protección de una torre cómo su hogar es invadido o, al menos, así es como le pareció a él. Los niños tienden a ver el mundo en blanco y negro y, por lo tanto, Theon probablemente pensó que los Stark, los Baratheon y los Lannister eran invasores malvados que vinieron a destruir su hogar. Tanto Rodrik como Maron murieron en la batalla y, como el último heredero vivo de Balon, se le envía con uno de esos «invasores malvados» a vivir en Invernalia bajo la amenaza de muerte si su padre se volviera a rebelar. Evidentemente, después se da cuenta de que no son malvados e incluso quiere ser uno de ellos. Porque ellos realmente aceptan a la gente por cómo son, al contrario que su propia familia disfuncional. Pero, por supuesto, nunca podrá ser verdaderamente un Stark.
Su relación con Ned debe haber sido confusa, porque por un lado Lord Stark era su captor, y por el otro, era la única figura paternal con la que Theon se podía relacionar en Invernalia. Y desde el punto de vista de Theon, probablemente sintió que Ned le estaba enviando mensajes confusos, considerando que Ned proveyó a Theon con todo lo que necesitaba y lo trató justamente, lo cual para una persona como Theon, que piensa a través de sus emociones, debe haber significado que se preocupaba por él. Aún así, no recibió ninguna calidez de Ned, quien mantuvo una distancia emocional porque sabía que podría tener que matar a Theon algún día.
Ned exigió a Theon estar presente en las ejecuciones e incluso le permitió llevar su espada lo cual desde el punto de vista de Ned probablemente significaba tratarlo favorablemente, incluyéndolo con sus hijos y no aislándolo más de lo que ya estaba. Pero para Theon esto era un recordatorio de su posible propio destino. La respuesta de Theon durante la ejecución de Will en el primer capítulo de Bran en Juego de Tronos es patear la cabeza amputada y sonreír. Esto es claramente un mecanismo de defensa para esconder su miedo, no solo del resto del mundo sino de sí mismo. Niega la evidencia y lo compensa para enfrentarse a estas emociones que él considera inaceptables, porque aprendió de su familia que tiene que ser fuerte. Y estar asustado se consideraría una debilidad.
El Theon que conocemos en Juego de Tronos no se parece en nada al niño tímido y sumiso que Asha describió: se ha convertido en un cretino sarcástico e inestable en un intento desesperado por ser aceptado. Básicamente, ha cambiado su personalidad de acuerdo con lo que aprendió en las Islas del Hierro que era «correcto» ser. Por supuesto, todo esto pasa de forma inconsciente. Theon no se da cuenta de lo que está haciendo, pero está bastante claro que solo quiere ser querido, como cualquiera de nosotros.
Y no es de extrañar que esté tan desesperado por este cariño que apenas recibió en las Islas del Hierro. Pero al menos allí tenía a su madre, a su hermana y a Dagmer Barbarrota, quien fue más un padre para él que Eddard y Balon juntos. Tenía amigos y vivía en un lugar y cultura familiares. Estaba lejos de ser perfecto y, en algunos aspectos, el hogar de los Stark era un entorno más positivo donde crecer; pero cualquier influencia positiva que Theon pudiera haber disfrutado viviendo con los Stark era eclipsada por su estatus de rehén.
No es solo un extraño, sino que todo el mundo sabe perfectamente de dónde viene, quién es y lo que su padre hizo. Y es juzgado por ello. El Maestre Luwin incluso le cuenta a Bran que Ned trató de suavizar a Theon, porque los hijos del hierro son gente salvaje. Esto muestra unos claros prejuicios hacia los hijos del hierro, sorprendentemente en un mundo como este. Así que, desde el momento en que llegó allí, incluso de niño, fue juzgado por las acciones de su padre. Puede que no de frente, pero se puede comunicar mucho a través del lenguaje corporal, y así Theon probablemente sintió la hostilidad de los norteños. Incluso tan solo un par de personas siendo abiertamente hostiles hacia él habrían hecho que interiorizara que no era bienvenido y se volviera extremadamente sensible ante esas cosas, dado que era un niño que ya de por sí tenía una baja autoestima y problemas para ser aceptado. Se hizo amigo de Robb Stark, pero el hijo mayor de Ned era un niño de cinco años en aquel entonces, no precisamente alguien con quien hablar de tus problemas. Por lo que no es de extrañar que Theon mencione que tenía lugares secretos donde esconderse cuando quería estar solo. Se guardaba todos sus problemas para sí mismo, su miedo, su rabia, su necesidad de cariño…
Lo que es más: desarrolló una crisis de identidad, usaba severos mecanismos de defensa, tenía formas de pensar poco saludables y, en general, es un completo e inestable desastre emocional. Así es como lo conocemos al principio de Juego de Tronos, pero esta inestabilidad emocional se convierte en un problema cuando le mandan de vuelta a las Islas del Hierro y se enfrenta con la realidad que ha tratado de negar durante años.
Es importante darse cuenta de que Theon es el tipo de persona a quien no le gusta enfrentarse a la propia realidad: se enfrenta a cómo se siente sobre la realidad. Y si no le gusta cómo se siente, buscará una forma de idealizar los hechos para sentirse mejor; lo cual es evidentemente una solución temporal, porque en algún momento la realidad le alcanzará y no será capaz de seguir negando la verdad. Esto es lo que hace Theon cuando está viviendo en Invernalia: cuando se da cuenta de que nunca será verdaderamente un Stark, arregla estos sentimientos «inaceptables» idealizando a su propia familia y, en particular, su relación y su futuro con ellos. Él dice en Choque de Reyes que a menudo se imaginó su vuelta a casa y, como la negación requiere compensación, seguramente se imaginó que sería mejor de lo que realmente podría haber sido. En su camino a casa, Theon continuamente señala el típico hijo del hierro que es, cómo lleva el mar en la sangre y que este es su momento. Esto es parte de esa compensación: está inseguro sobre su herencia porque ha estado fuera demasiado tiempo y nunca fue un verdadero hijo del hierro, para empezar. Así que necesita convencerse a sí mismo de cómo de bien encaja para apoyar su fantasía. Pero, evidentemente, no puede durar para siempre, y está sumamente decepcionado cuando su regreso a cosa no es solo insatisfactorio sino que es total y absolutamente atacado por su padre y su hermana. Claramente, no es bienvenido ni confían en él. Parece que tampoco pertenece a las Islas. Bien, pues esta es la base en la que su estabilidad emocional se ha mantenido durante años y, por supuesto, resulta que esa estabilidad era solo una ilusión. Cualquier apoyo que se mantenga en algo tan frágil como una fantasía idealizada no es realmente estable, está destinado a romperse al final. Y lo hace. Theon se pone nervioso, pierde el control de sí mismo y busca constantemente la forma de hacerse sentir mejor. Nada parece funcionar hasta que se le ocurre el «brillante» plan de tomar Invernalia.
Y hemos llegado a la segunda idea sobre Theon de la que a menudo se habla de una forma no lo suficientemente matizada, incluso si ese matiz es exactamente lo que define su carácter. «Traicionó a los Stark» puede ser la frase más común que se dice sobre Theon. Aún así, hay mucho más ahí. Theon nunca se propuso traicionar a los Stark. Tampoco lo hizo como venganza o por odio. Es más bien lo contrario, realmente. Theon se dice a sí mismo que toma Invernalia para impresionar a su padre; y aunque eso sea una parte de ello, rápidamente queda claro que no es la razón principal sino un encubrimiento de Theon para ocultar la razón verdadera e inconsciente. Theon se está remontando al otro lugar al cual quería pertenecer, Invernalia. Está básicamente cometiendo los mismos errores que hizo antes. Cuando Invernalia no le aceptó, decidió que eso no era un problema, que siempre tendría Pyke. Pero ahora que Pyke tampoco le acepta, necesita que lo haga Invernalia. Y si no lo aceptan voluntariamente, les forzará a ello.
Os preguntaréis, ¿cómo está eso tan claro? Y mi respuesta es que está claro porque en el momento en que está en Invernalia apenas piensa en su padre. Si acaso, de repente todo gira en torno a lo que la gente de Invernalia piensan de él y cómo trata de liderar como Eddard Stark para que le quieran y respeten como hicieron con Ned. Evidentemente, este plan va terriblemente mal, porque invadir un lugar no es forma de hacer que te acepten. Theon creyó que podía forzarlo, pero eso resulta imposible y cae más y más en la paranoia; porque con cada decisión que toma se vuelve peor, y rápidamente no tiene más formas de negar la realidad.
El personaje de Theon es esencialmente una deconstrucción del recurrente traidor, en el sentido de que mientras que es el traidor, llega a ese punto a través de cometer errores muy humanos en vez de simplemente ser una mala persona. Lo que es más, se presenta desde su punto de vista en una manera bastante comprensiva.
En conclusión, es importante darse cuenta de que Theon era un rehén más que un hijo adoptado, porque nunca hubiera sido la persona que conocemos en Juego de Tronos si no fuera por ese hecho. Y tenía que ser esa persona para cometer los errores que eventualmente le llevan a «traicionar» a sus captores.
Fuente original: In Defense of Theon Greyjoy
Traducción por: Ashara Brox
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