Hoy traemos una nueva edición de El Rincón del Cronista, en donde, como ya sabéis, alternamos entre personajes, sucesos, lugares e instituciones del mundo creado por George R. R. Martin con la idea de presentar un espacio de discusión y debate en el que la acción está en los comentarios. En esta ocasión vengo a hablaros de una  guerra que puede ser recordada en todo el reino como la demostración del carácter tenaz (y cruel, muy cruel) de todo un pueblo, asi como ni siquiera un poder militar inmenso no siempre sirve para doblegar a los insumisos: la Primera Guerra Dorniense. 

Dorne, el último reino libre

Aegon El Conquistador con sus hermanas y esposas Rhaenys y Visenya, por Amok Amokov

Hace tres siglos, Poniente estaba dividido en siete reinos distintos: el Reino del Norte, el Reino de las Islas y los Ríos, el Reino de la Roca, el Reino de las Montañas y el Valle, el Reino del Dominio y el Reino de la Tormenta.  La Casa Targaryen, liderada por Aegon, era ajena a todos estos reinos: dominaba la isla de Rocadragón y varias islas cercanas del Mar Angosto, teniendo como vasallos a a las Casas Celtigar y Velaryon, Bar Emmon o los Massey. Reunieron un ejército patético (no alcanzaba ni los 2.000 hombres), pero los Targaryen tenían algo con lo que no contaba nadie más: dragones. Aegon montaba en Balerion, el Terror Negro, el dragón más grande que se recuerda en Poniente y en todo el mundo conocido. Sus hermanas y esposas, RhaenysVisenya, montaban a VhagarMeraxes. 

Aegon llevaba años planeando la conquista de Poniente, y al fín se decidió a ello después de que el Rey de la tormenta rechazase un matrimonio con su medio-hermano Orys Baratheon, que hubiera sellado una alianza entre ellos. Los tres hermanos invadieron el reino y encadenaron victoria tras victoria: Aegon eliminó a la Casa Hoare en Harrenhall y se apoderó de las Tierras de los Ríos y las Islas del Hierro; Visenya, de las Tierras de la Corona y del Valle; Orys conquistó las Tierras de la Tormenta. El Rey del Norte, Torrhen Stark, se arrodilló ante ellos sabiendo que no podría tener la victoria. Por si fuera poco, los tres hermanos se unieron y derrotaron al ejército combinado de los Reyes de la Roca y del Dominio en la Batalla del Campo de Fuego, convirtiendo al primero en su vasallo y exterminando a la familia del segundo. Ningún ejército podía enfrentarse al fuego de sus dragones…pero no fue un ejército lo que encontraron en Dorne. 

La reunión de Rhaenys y la princesa Meria, por Marc Simonetti.

Rhaenys comenzó la conquista de Dorne por la fortaleza de la Casa Vaith. Sorprendentemente, el castillo estaba vacío; solo encontró mujeres, ancianos y niños.  Cuando exigió saber donde se encontraba su señor, solo le respondieron «lejos«. La misma situación y la misma respuesta se encontró en Bondadivina, el asentamiento de la Casa Allyrion. Continuó buscando al ejército dorniense sin descubrir ninguna novedad.

Finalmente decidió acudir a Lanza del Sol y entrevistarse con la princesa de Dorne, Meria Martell, que se había ganado el mote de «el Sapo Amarillo» por su aspecto: era obesa, ciega, calva, y de piel pálida, pero aun así era un enemigo a tener en cuenta, pues había aprendido como proceder tras conocer el destino de todos aquellos que desafiaron a los tres hermanos. Las palabras que se intercambiaron las dos princesas han quedado en la memoria de los maestres de la Ciudadela:

“No lucharé contigo,” la Princesa Meria le dijo a Rhaenys, “ni me arrodillaré. Dorne no tiene ningún rey. Dile eso a tu hermano.”

“Lo haré,” Rhaenys contestó, “pero vendremos de nuevo, Princesa, y la próxima vez vendremos con fuego y sangre.”

“Tus palabras,” dijo la Princesa Meria. “Las nuestras son Nunca Doblegado, Nunca Roto. Puedes quemarnos, mi señora… pero no nos doblarás, no nos romperás, o nos inclinarás. Esto es Dorne. No eres bienvenida aquí, si vuelves que sea por tu cuenta y riesgo.”

el mundo de hielo y fuego

 

Y asi fue como mientras Aegon terminaba de consolidar su nuevo reino coronándose en Antigua, Dorne consagró su independencia. Por muchos dragones que consiguieran juntar, los dornienses no plantarían batalla, y los Targaryen no podrían derrotar a quien no se enfrentase a ellos. Aunque eso es algo que no tardaron demasiado en poner a prueba.

La guerra

En el año 4 D.C. (Después de la Conquista), Aegon decidió terminar lo que había comenzado, e iniciar la conquista de Dorne. Los dornienses repitieron la misma estrategia: replegarse y ocultarse continuamente. Rhaenys fue de nuevo la primera en acudir a Dorne, y con el fuego de Meraxes incendió la famosa Ciudad de los Tablones mientras se dirigía a la misma Lanza del Sol. Aegon y su Guardián del Sur, Lord Harlan Tyrell, encabezaron un ejército que atravesó el Paso del Príncipe, donde esperaban enfrentarse a los señores de las Montañas Rojas. Los dornienses no se enfrentaron a ellos directamente: acosaron a las filas del ejército invasor, y se retiraban en cuanto veían a Balerion batir sus alas.

Lord Tyrell perdió a muchos de sus hombres en su marcha, a causa de la insolación y del hambre. Y cuando llegaron al castillo de los Uller, Sotoinferno, lo encontraron vacío. Aegon se dirigió a Yronwood, pero tan solo encontró como oposición ancianos, mujeres y niños, igual que su hermana años atrás. Sin embargo, la Casa Toland de Colina Fantasma le comunicó que se enfrentaría a él con sus caballeros…solo para dar tiempo a Lord Toland a escapar de su castillo con su gente. Es por eso que el estandarte de los Toland cambió, para enseñar a un dragón mordiéndose su propia cola. Tampoco uno de sus mejores comandantes, Orys Baratheon, tuvo ningún éxito. Tras sufrir los ataques de los dornienses a lo largo del Sendahueso, cayó en una trampa: encontraron el camino cerrado por delante y por detrás de su ejército, y cayeron priosioneros de Lord Wyl, tan astuto como sádico y desalmado.

Pese a todos sus desastres, el ejército Targaryen llegó a Lanza del Sol, e ingenuamente se declararon vencedores. Aegon y Rhaenys pensaron que habían sometido a Dorne al Trono de Hierro, y regresaron a Desembarco del Rey, dejando a Lord Rosby y a Lord Tyrell como garantes de la paz en Dorne. Pero según abandonaron su conquista, los dornienses se rebelaron contra ellos. Una vez recuperaron Lanza del Sol, los dornienses torturaron a la guarnición y  ataron a Lord Rosby, y fue la misma princesa Meria quien arrojó al castellano por una ventana del castillo.

Lord Tyrell no tuvo mejor suerte: la rebelión le sorprendió dirigiéndose a la conquista de Vaith, pero decidió volver para reprimir el levantamiento. Su ejército desapareció entre las arenas del desierto, y se dice que de vez en cuando pueden encontrarse piezas de sus armaduras y esqueletos.Mientras la rebelión sucedía, Aegon había terminado accediendo al pago de un rescate por la liberación de Lord Orys y los vasallos prisioneros. Sin embargo, antes de liberarlos, les cortaron la mano de la espada, lo que enfureció sobremanera al rey.

Aegon y sus hermanas reanudaron la guerra buscando venganza: con el fuego de sus dragones arrasaron castillos y pueblos durante tres años, pero los dornienses tampoco se quedaron quietos. Lord Fowler asedió y ase apoderó de Canto Nocturno, el castillo de la Casa Caron; Ser Joffrey Dayne arrasó pueblos de La Selva y Las Marcas. Cuanto mayor era la devastación, peor era la respuesta de los dragones: los tres hermanos consumieron Campo Estrella, Dominio del Cielo y Sotoinferno, pero fue en este último donde tuvieron el peor golpe de la guerra (y seguramente el peor momento de la vida del rey), pues un proyectil impactó contra el ojo de Meraxes, el dragón de Rhaenys, lo que derribó a ambos. Aun hoy se discute si Rhaenys pudo haber sobrevivido a la caída, y muchos afirman que sobrevivió para terminar en la sala de torturas de los Uller, pero la versión oficial nos dice que Rhaenys Targaryen no volvió con vida del asalto a Sotoinferno. 

La Ira del Dragón y la Paz

La muerte de Meraxes y Rhaenys, por Marc Simonetti

Tras conocer la muerte de Rhaenys, Aegon y Visenya mostraron toda su furia, y los dos años siguientes fueron conocidos como «la ira del dragón». Su amargo dolor les llevó a arrasar todo castillo, fortaleza y asentamiento dorniense, con la notoria excepción de Lanza del Sol y la Ciudad de la Sombra, (una ciudadela en las inmediaciones del castillo de los Martell), con el objetivo de que los nobles y el pueblo de Dorne se volvieran en contra de la princesa Meria. Con el mismo propósito enviaron numerosas cartas a los castillos, urgiéndoles finalmente a rendirse, y revelando que los Martell habían comprado su propia seguridad con oro.

También se ofrecieron recompensas por las cabezas de aquellos que continuasen beligerantes hacia los Targaryen, lo que fue respondido en igual medida por los dornienses: Lord Fell murió ahogado en un burdel, y el mismo rey Aegon fue atacado en tres ocasiones, y hubieran llegado a tener éxito de no ser por haber actuado Visenya con Hermana Oscura. Aun se recuerdan, (a su pesar) los horribles actos que cometió Lord Wyl en los pueblos de Fawntown y Roble Viejo, los asentamientos de las Casas Caffereen y Oakheart.

Los años de guerra habían convertido Dorne en un erial marchito y humeante, pero no por ello los dornienses habían pensado aun en rendirse, sino todo lo contrario. No osbtante,  aparecieron figuras que se habían hartado de tanta muerte y guerra. El príncipe Nimor Martell, hijo y sucesor de Meria (y para muchos, un anciano decadente), decidió enviar una delegación diplomática, encabezada por su hija la princesa Deria, para negociar la paz, que portaba el craneo de Meraxes como señal de buena voluntad.  La delegación fue mal recibida por muchos (Visenya y Lord Orys, entre otros), y hubo quien llegó a sugerir enviar a la princesa a un burdel, pero Aegon, pese a la furia que le dominaba, les escuchó.

Nimor sugería llegar a una paz entre dos reinos soberanos, sin ninguna sumisión o humillación. De nuevo muchos alzaron sus voces oponiéndose: argumentaron que se vería al rey como a un líder débil si accedía a la paz con Dorne, y que los señores del Dominio y las Marcas rugirían furiosos, ya que eran los que más se habían distinguido y sufrido en la guerra. Aegon se mostró partidario de continuar la guerra, hasta que la princesa le entregó una carta privada de su padre, cuyo contenido no ha podido descubrirse nunca. Solo se sabe que Aegon la leyó en silencio, y apretó tanto su mano que llegó a sangrar. Acto seguido quemó la carta y se marchó en solitario a Rocadragón, a lomos de Balerion. A la mañana siguiente, Aegon determinó que los Siete Reinos harían la paz con Dorne de una vez por todas.

Aegon I leyendo la carta del Príncipe de Dorne, por Michael Kormack

Y asi, durante dos siglos, Dorne mantuvo su independencia (y sus contiendas, en más de una ocasión) con los Siete Reinos y la dinastía Targaryen, hasta que Daeron II el Bueno consiguió que se incorporase al reino, con un tratado de paz y amistad y un doble matrimonio con la Casa Martell. Dorne apoyó a los Targaryen en cada guerra civil que hubo en Poniente (por suerte o por desgracia), y han mantenido su prestigio entre el resto de reinos por haber sido los únicos que «jamas se doblegaron, ni jamas se rompieron», ante el fuego de los dragones. 

Ahora es vuestro turno: ¿Que podéis decir de los dornienses y su resistencia?¿Y sobre las crueldades que se dieron en esta guerra?¿Que significó esta derrota, tanto para la recién fundada dinastía Targaryen como para el reino?¿Realmente murió Rhaenys? ¿Que relación tendrán en un futuro las Casas Targaryen y Martell? Y, sobre todo ¿Que decía esa misteriosa carta?

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