Hace unos días se confirmó que, con ocasión de la publicación del libro de antologías The Book of Swords, tendremos un nuevo relato de George R. R. Martin ambientado en el mundo de Poniente: The Sons of the Dragon (Los Hijos del Dragón), que narra la historia de los reinados de Aenys I y Maegor I. Martin ya colaboró previamente en las antologías de Gardner Dozois con otros dos relatos sobre Poniente, La Princesa y la Reina y El Príncipe Pícaro. Y creemos que es el momento oportuno para traerlos aquí y comentarlos, pues ambos son un buen complemento de Canción de Hielo y Fuego y ayudan a entender mejor los antecedentes y el propio desarrollo de la Danza de los Dragones.
The Rogue Prince or the King’s Brother (El Príncipe Pícaro o el Hermano del Rey) es un relato escrito por George R. R. Martin y publicado el 17 de junio de 2014 en la antología Rogues, editada por Martin y Gardner Dozois. Narrado por el Archimaestre Gyldayn, cuenta la historia de la juventud, aventuras, fechorías y matrimonios del príncipe Daemon Targaryen durante el reinado de su hermano Viserys I y antes de la Danza de los Dragones.
La semilla del conflicto
En sus últimos años de reinado, Jaehaerys I Targaryen perdió a su hijo y heredero al trono el príncipe Baelon y, por eso, tuvo que recurrir a la ayuda del hermano menor del señor de Antigua, ser Otto Hightower, que le sirvió fielmente en sus últimos años de reinado. Con la nueva Mano del rey también llegaron su esposa e hijos, de entre los que destacaba su hija de quince años, Alicent Hightower. Cuando las fuerzas del Viejo Rey empezaron a flaquear, Alicent se convirtió en su inseparable cuidadora y compañera hasta el punto de que el rey empezó a confundirla con su hija Saera.
En el año 103 D.C, Jaehaerys I Targaryen murió postrado en su cama dejando atrás un fructífero reinado de cincuenta y cinco años, siendo incinerado en Pozo dragón y enterrado bajo la Fortaleza Roja junto a su esposa, la Bondadosa reina Alysanne. De acuerdo con sus designios y la decisión tomada en el Gran Consejo del año 101 D.C, su nieto Viserys, hijo de Baelon, le sucedió en el Trono de Hierro como el primero de su nombre. Viserys llevaba diez años casado con su prima Aemma Arryn, también nieta de Jaehaerys I y la reina Alysanne. Aunque Aemma ya había sufrido varios abortos involuntarios y la muerte de un hijo recién nacido, en el año 97 D.C había dado a luz a una niña sana, Rhaenyra Targaryen.
El reinado del Joven Rey, como el pueblo llano lo llamó en su coronación, fue próspero y pacífico, pues su generosidad y amabilidad se hicieron palpables en la Fortaleza Roja con la celebración de grandes banquetes y torneos en los que colmaba de riquezas y honores a sus favoritos. Y en el centro de todo estaba la princesa Rhaenyra, conocida como la Delicia del Reino por su belleza. Aunque sólo tenía siete años, la princesa se convirtió en jinete de dragón de Syrax y a los ocho era copera de su padre, acompañándolo siempre a todos lados. Entretanto, el gobierno recaía sobre el Consejo Privado del Rey y su Mano, ser Otto Hightower. Si bien era un hombre muy capaz, su arrogancia crecía cuanto más tiempo llevaba en el cargo y llegó a ofender a muchos grandes señores y príncipes, entre los que se encontraba Daemon Targaryen, su mayor rival.
El Príncipe Pícaro
A los dieciséis años el príncipe Daemon fue nombrado caballero y, en reconocimiento a su destreza, el Viejo Rey le había otorgado Hermana Oscura, la espada de acero valyrio de Visenya. Aunque en el año 97 D.C se casó con Rhea Royce, el matrimonio resultó ser un fracaso, de modo que, tras la ascensión de su hermano al trono, Daemon solicitó su anulación. Viserys se negó a la petición, pero permitió que su hermano regresara a la corte para servir en el Consejo Privado. Sin embargo, el gobierno no era de interés para el príncipe y el rey lo nombró Comandante de la Guardia de la Ciudad. Cuando Daemon se encontró con una guardia mal equipada, la armó como correspondía y le dio capas de oro. Desde ese momento, los hombres de la Guardia de la Ciudad han sido conocidos como los Capas Doradas y junto a ellos Daemon recorría los bajos fondos de Desembarco del Rey, aplicando una disciplina brutal e implacable. Frecuentaba tabernas, lugares de apuestas y varios burdeles de la ciudad, pero de entre todas las prostitutas sentía predilección por una joven lysena llamada Mysaria, el Gusano Blanco.
A finales del año 105 D.C, sus amigos lo llamaban el Príncipe de la Ciudad y para el pueblo llano era Lord Lecho de Pulgas, pero Daemon ansiaba otro título más. Como Viserys I no tenía ningún hijo varón, Daemon se consideraba el legítimo heredero al Trono de Hierro y codiciaba el título de Príncipe de Rocadragón. Aunque el rey se negaba a concedérselo, sentía cariño hacia su hermano menor y le perdonaba sus ofensas. La princesa Rhaenyra también amaba a su tío, pues Daemon le traía exóticos regalos cuando regresaba de sus viajes a lomos de su dragón. Viserys nunca reclamó otro dragón después de la muerte de Balerion y, a diferencia de su hermano menor, no tenía mucho interés por la justa, la caza o la esgrima.
Aunque se desconocen los motivos, el conflicto entre el príncipe y la Mano del Rey era evidente. De acuerdo con Hongo –el bufón enano del rey–, la enemistad comenzó cuando Daemon desfloró a Alicent Hightower, la hija de ser Otto. Viserys fue quien, bajo la influencia de su Mano, destituyó a Daemon como Consejero de la Moneda y luego como Consejero de Edictos, pero no tuvo en cuenta que, como Comandante de la Guardia de la Ciudad, contaba con más poder que nunca. Tal era el conflicto entre el príncipe y la Mano que, cuando éste escribía a su hermano de Antigua, afirmaba que Daemon no podía ascender al trono, ya que “sería un segundo Maegor el Cruel o algo peor”. Su deseo era en aquel entonces que la princesa Rhaenyra sucediera a su padre, pues era “mejor la Delicia del Reino que Lord Lecho de Pulgas”. Sin embargo, existía un obstáculo difícil de eludir, puesto que, si se seguía el precedente establecido por el Gran Consejo del año 101 D.C, el varón debía prevalecer sobre la mujer, lo que implicaba que, ante la ausencia de un hijo legítimo del rey, el príncipe Daemon se encontraba por encima de Rhaenyra en la línea sucesoria, como lo había estado Baelon sobre Rhaenys. Solo se acallaron las voces cuando la reina Aemma se quedó embarazada otra vez.
El fatídico año
En el año 105 D.C, el joven hijo de un mayordomo de Lord Dondarrion llamado ser Criston Cole fue nombrado Guardia Real para ocupar la vacante que había dejado ser Ryam Redwyne, el legendario caballero. En el combate cuerpo a cuerpo que se celebró en Poza de la Doncella para conmemorar la coronación del rey, ser Criston arrebató a Hermana Oscura de las manos del príncipe Daemon y le entregó a la princesa Rhaenyra la laurea de la victoria. Después de pedirle su favor para la justa, en las lizas derrotó nuevamente a Daemon y a otros caballeros. Cautivada por los encantos del nuevo guardia real, Rhaenyra rogó a su padre que nombrara a ser Criston su escudo personal y protector. El rey accedió y, a partir de entonces, ser Criston siempre estaba al lado de la princesa y llevaba su favor en las lizas. Además de ser Criston, hubo otras incorporaciones en la corte: el rey invitó a Lyonel Strong, señor de Harrenhal, a unirse al Consejo Privado como Consejero de Edictos. Con él llegaron dos hijas que se convirtieron en doncellas de la princesa y dos hijos: ser Harwin Strong, llamado Machacahuesos, se convirtió en un capitán de los Capas Doradas; el hijo más joven, Larys el Patizambo, se unió a los espías del rey.
A finales de ese mismo año, la reina Aemma falleció mientras daba a luz al hijo que el rey había deseado durante tanto tiempo, pero el niño, llamado Baelon en nombre de su abuelo, sólo sobrevivió un día. A pesar de la desolación que reinaba en la corte, el príncipe Daemon fue visto haciendo bromas de borrachos sobre el “heredero por un día” y, cuando el rey fue informado por un capitán de la guardia, Viserys se hartó de las ambiciones de su hermano. Es por ello que, sin tener en cuenta los precedentes establecidos por Jaehaerys I en el año 92 y en el Gran Consejo del 101 D.C, el rey resolvió el problema de la sucesión declarando como legítima heredera a Rhaenyra cuando la nombró Princesa de Rocadragón.
Cientos de señores, menos el príncipe Daemon, juraron honrar y defender el derecho de sucesión de Rhaenyra en una lujosa ceremonia celebrada en Desembarco del Rey. Furioso por la decisión del rey, Daemon renunció a la Guardia de la Ciudad y, en su dragón Caraxes, se marchó a Rocadragón con su amante Mysaria, que se quedó embarazada en el medio año que permanecieron en la isla. Con ocasión del embarazo, Daemon le regaló un huevo de dragón a su amante, pero el rey le ordenó recuperarlo y volver con su esposa legal en Piedra de las Runas o, de lo contrario, sería declarado traidor. El príncipe obedeció y envió a su amante hacia Lys sin el huevo que le regaló. Pero cuando Mysaria perdió a su hijo durante una tormenta en el Mar Angosto, la relación de Daemon con su hermano empeoró y sólo hablaba de él con desdén.
Los Hightower de Antigua
El Joven Rey, como era conocido Viserys I, aún contaba con menos de treinta años de edad y, aunque Rhaenyra había sido proclamada su sucesora al trono, no eran pocos los que todavía esperaban que pudiera engendrar un heredero varón. A instancias del Gran Maestre Runciter, se sugirió la posibilidad de que, para curar la herida abierta con los Velaryon, el rey contrajese matrimonio con la recién florecida Laena Velaryon, jinete de Vhagar e hija de Rhaenys Targaryen y Corlys Velaryon, la Serpiente Marina. Sin embargo, aunque Viserys siempre se apoyaba en gran medida en el consejo de sus más allegados, en este caso el rey los ignoró y decidió casarse con la hija de dieciocho años de su Mano, Alicent Hightower.
Aunque los Hightower de Antigua eran una familia antigua y noble, existían rumores de que ser Otto, la Mano del Rey, había llevado a su hija a la corte con este propósito. Incluso algunos ponían en entredicho la virginidad de Alicent, pues murmuraban que se la había entregado al príncipe Daemon (que gustaba de las vírgenes) y que, además, fue la amante del rey incluso antes de enviudar. De todos modos, el rey Viserys contrajo matrimonio con Alicent Hightower en el año 106 D.C. Y en la fiesta tanto la princesa Rhaenyra como la reina Alicent brindaron mutuamente por su nueva madrastra e hija respectivamente.
Entretanto, la noticia sobre el nuevo casamiento no fue bien recibida ni en Marcaderiva ni en Piedra de las Runas, donde el príncipe Daemon azotó al criado que se la transmitió. Después de que Laenor Velaryon no fuese elegido rey en el Gran Consejo del 101 D.C y que su madre Rhaenys, la reina que nunca fue, fuese repudiada en la decisión de Jaehaerys I del año 92 D.C, los Velaryon fueron nuevamente despreciados por el rey cuando rechazó casarse con Laena, que mostraba mucho más interés por volar que en el matrimonio. Mientras en la Fortaleza Roja estaban de celebración, al otro lado de la Bahía del Aguasnegras el príncipe Daemon se reunía en Marea Alta con la Serpiente Marina y su Consejo de Guerra. Pero no era una rebelión lo que el Príncipe Pícaro tenía en mente, sino otra vía hacia el poder.
La Guerra en los Peldaños de Piedra
Los Peldaños de Piedra son una cadena de islas rocosas en el Mar Angosto situadas entre Dorne y las Tierras de la Discordia, un refugio de forajidos, exiliados y piratas. Aunque en sí mismas carecen de valor, la ubicación geográfica de las islas proporciona un punto estratégico para el control de las rutas marítimas desde y hacia el Mar Angosto. Después de que las Ciudades Libres de Lys, Myr y Tyrosh hicieran causa común contra Volantis y la derrotasen, las tres ciudades formaron una nueva alianza conocida como la Triarquía o, como la llamaban los ponientis, el Reino de las Tres Hijas (o las Tres Putas), gobernado por un consejo de treinta y tres magísteres. Cuando Volantis se retiró de las Tierras de la Discordia, la Triarquía dirigió sus ejércitos hacia los Peldaños de Piedra bajo el mando de Craghas Drahar, el Príncipe Almirante de Myr. Y aunque en un principio la anexión de las islas contaba con el consetimiento de los señores de Poniente, pronto se hizo palpable la avaricia de Craghas Drahar y sus socios cuando aumentaban constantemente el importe del peaje, hasta el punto de que los lysenos lo cobraban quedándose con mujeres y niños para convertirlos en esclavos de cama.
La flota de Lord Corlys Velaryon, el Señor de las Mareas, lo había hecho tan rico y poderoso como cualquiera en los Siete Reinos, pero ningún señor de Poniente sufrió tanto ese tipo de prácticas como él, de modo que, junto a un Daemon Targaryen ansioso por el oro y la gloria, decidió poner fin al gobierno de la Triarquía en los Peldaños de Piedra. Para ello, Corlys Velaryon comandaría la flota y el príncipe Daemon dirigiría el ejército. Y aunque es cierto que se encontraban en inferioridad numérica respecto a su enemigo, el príncipe llevaría a la batalla a su dragón Caraxes, el Anfíptero Sangriento. La guerra comenzó en el 106 D.C y, tras armar un ejército de mercenarios, Daemon obtuvo grandes victorias durante los siguientes dos años; pero no fue hasta el año 108 D.C cuando por fin se encontró con Craghas Drahar y lo decapitó con Hermana Oscura.
El rey Viserys, complacido por haberse librado de su problemático hermano, financió la empresa y en el año 109 D.C Daemon Targaryen y su ejército de mercenarios controlaban todas las islas excepto dos; mientras que, en el mar, la flota de la Serpiente Marina dominaba la zona. Y fue durante este breve periodo de tiempo cuando el príncipe Daemon se declaró Rey de los Peldaños de Piedra y el Mar Angosto y Lord Corlys lo coronó. Pero al año siguiente Dorne forjó una alianza con el Reino de las Tres Hijas, que envió una nueva fuerza invasora y la guerra se reanudó.
Dragones verdes y negros
En Desembarco del Rey, Viserys y su corte permanecieron imperturbables mientras Daemon jugaba a la guerra, pues el rey era un hombre de paz y disfrutaba de los placeres de la vida. Además, su matrimonio con la reina Alicent resultó ser muy fructífero: en el 107 D.C nació Aegon, dos años más tarde Helaena vino al mundo y Aemond al siguiente año. Aunque Alicent había dado a Viserys dos varones y, como tales, la decisión del Gran Consejo los legitimaba como herederos al trono, Rhaenyra seguía siendo la Princesa de Rocadragón. Tan lejos llegó el asunto de la sucesión que, ante los sucesivos cuestionamientos, el rey Viserys despojó a ser Otto de la cadena de Mano del Rey y nombró en su lugar a Lyonel Strong, señor de Harrenhal. Sin embargo, incluso después de la destitución de su principal valedor, la reina contaba con el apoyo de poderosos partidarios que defendían los derechos sucesorios de sus hijos frente a los de la princesa Rhaenyra. Y aunque el rey se esforzara en mantener la paz, los dragones de un partido chasqueaban y escupían llamas a los dragones del otro siempre que se encontraban.
En el año 111 D.C, se celebró en Desembarco del Rey un torneo para conmemorar el quinto aniversario del segundo matrimonio de Viserys. En la fiesta de inauguración, la reina Alicent llevaba un vestido de color verde Hightower y la princesa Rhaenyra uno de color rojo y negro Targaryen, siendo este el momento a partir del cual se diferenció entre la facción de los Verdes y la de los Negros para referirse a los partidarios de la reina o de la princesa respectivamente. Pero fue en ese mismo torneo cuando, sin previo aviso y a lomos de su dragón, apareció el príncipe Daemon sobre el campo del torneo. Una vez en tierra, Daemon se arrodilló ante su hermano y le ofreció su corona de Rey del Mar Angosto como muestra de amor y lealtad. Viserys le devolvió la corona y los hermanos se reconciliaron entre los vítores de los señores, el pueblo y, por encima de todos los demás, los de la princesa Rhaenyra, emocionada por el regreso de su tío.
El príncipe Daemon permaneció en Desembarco del Rey durante medio año ocupando un asiento en el Consejo Privado, pero pronto volvió con sus viejos amigos de los Capas Doradas y frecuentó nuevamente los bajos fondos de la capital, pues ni la edad ni el exilio habían cambiado su naturaleza. Y si bien es cierto que trató a la reina Alicent con cortesía dada su posición, no había afecto entre ellos y sus sobrinos Aegon y Aemond, pues su nacimiento lo había alejado del trono. Pero con su sobrina Rhaenyra era una cuestión diferente, ya que Daemon pasaba largas horas en su compañía contándole sus aventuras y burlándose de los Verdes. Elogió su hermosura y pronto la aclamó como la dama más bella de los Siete Reinos.
Aunque el Gran Maestre Runciter sólo dijo que los hermanos riñeron nuevamente y Daemon volvió a sus guerras en los Peldaños de Piedra, no menciona nada sobre los motivos de la pelea. Mientras que algunos sostienen que Daemon fue expulsado por el rey a instancias de la reina Alicent, el septon Eustace relata que Daemon sedujo a su sobrina, tomó su virginidad y, cuando los sorprendieron en el lecho, fueron llevados ante el rey. Rhaenyra le dijo a su padre que estaba enamorada de su tío y le solicitó permiso para casarse con él; pero Viserys le recordó que Daemon ya tenía una esposa, por lo que, en su ira, confinó a su hija en sus aposentos y exilió a su hermano, ordenándoles guardar silencio sobre lo sucedido. La historia contada por Hongo, en cambio, afirma que Rhaenyra amaba realmente a ser Criston Cole, pero el caballero era consciente de sus votos como guardia real y nunca correspondió su amor; por eso su tío Daemon comenzó a darle clases de seducción femenina y el arte de dar placer, aunque la princesa preservó su inocencia para ser Criston. Pero cuando por fin se acercó a su amado, el caballero blanco se horrorizó y la despreció. Pronto el rey conoció toda la historia y Daemon le pidió la mano de Rhaenyra, pero, en vez de eso, Viserys lo exilió bajo pena de muerte y Daemon regresó a los Peldaños de Piedra.
Alianza con la casa Velaryon
La cuestión de la elección de un consorte adecuado para Rhaenyra ya era motivo de preocupación para el rey y su Consejo Privado desde hacía bastante tiempo, pues grandes señores y caballeros de todo el reino rivalizaban por su mano. Mientras que el rey hablaba del príncipe de Dorne para acercarlo al reino, la reina Alicent proponía a su hijo Aegon, pero era un niño y ambos hermanastros nunca se habían llevado bien. Finalmente, decidieron que la mejor opción era Laenor Velaryon, pues con su unión se fortalecería el linaje de sangre real y el Trono de Hierro recuperaría la amistad de la Serpiente Marina y su poderosa flota. A pesar de las reticencias de la princesa a contraer matrimonio con un hombre poco interesado en la compañía femenina, tuvo que ceder cuando un día su padre la amenazó con desheredarla en favor de su hermanastro Aegon.
Pero esa misma noche, según dice Eustace, ser Criston Cole, ahora lord comandante de la Guardia Real, se introdujo en el dormitorio de la princesa y le confesó su amor, rogándole que huyera con él a Essos y donde podría ganarse la vida como mercenario. Sin embargo, ella lo rechazó porque era de la sangre del dragón y, si él dejaba de lado su juramento de guardia real, nada impedía que también violase los votos del matrimonio. El bufón Hongo, en cambio, afirma que fue Rhaenyra quien se acercó a ser Criston ofreciéndole su virginidad, pero él la rechazó porque era un hombre de honor y fiel a sus votos. Despreciada y furiosa, cuando salía de la Torre de la Espada Blanca la princesa se topó casualmente con un ebrio ser Harwin Strong, de modo que él tomó su virginidad y el propio Hongo afirma haberlos sorprendido en el lecho. Pero sucedió que a partir de ese día el hombre que hasta entonces había sido el protector y campeón constante de la princesa se convirtió en su peor enemigo.
En el año 114 D.C, Rhaenyra tomó por esposo a ser Laenor Velaryon en Marcaderiva y la boda se celebró con siete días de fiestas y justas, en las que ser Criston Cole, con el favor de la reina Alicent y como su protector, derrotó tanto a ser Harwin Strong, campeón de Rhaenyra, como a ser Joffrey Lonmouth, el favorito de Laenor y contra quien Cole dirigió toda su furia. Los golpes de su maza agrietaron el yelmo de Lonmouth y lo dejaron sin conciencia, lo que provocó su muerte seis días después. Mientras Laenor, dejando muchos interrogantes sobre la consumación de su matrimonio, permaneció en Marea Alta con su nuevo favorito ser Qarl Correy, su esposa regresó a la corte, rodeada de sus amigos y de ser Harwin Strong, el Machacahuesos. Y si bien es cierto que Laenor pasó la mayor parte del tiempo alejado de su esposa, pronto se anunció que estaba embarazada. A finales del 114 D.C, nació Jacaerys, un niño grande, fornido, de pelo castaño, ojos marrones y nariz chata; unos rasgos que no coincidían con la nariz aguileña, pelo plateado y ojos púrpura de Laenor. Entretanto, la reina Alicent también dio a luz a un hijo llamado Daeron, cuyos rasgos eran, a diferencia de los de Jacaerys, testimonio de su sangre de dragón.
En el año 115 D.C, Rhea Royce (o, como la llamaba su esposo Daemon, la puta de bronce) se rompió el cráneo cuando se cayó de su caballo y, después de nueve días agonizando, murió en Piedra de las Runas. Y aunque Daemon voló hacia el Valle para reclamar sus tierras, castillos e ingresos, su petición fue desestimada incluso por Lady Jeyne Arrryn, que le advirtió que en el Valle no era bienvenido. Pero cuando el príncipe Daemon volaba de regreso a los Peldaños de Piedra y descendió en Marcaderiva para visitar a los Velaryon, se fijó en Laena, la hija de veintidós años de Lord Corlys y Rhaenys. El príncipe vio en ella una manera de asegurar su descendencia, pues la Casa Velaryon era lo suficientemente poderosa como para desafiar tanto a los Verdes como a lo Negros, que no tenían un lugar para él. Es por eso que, cansado de los Peldaños de Piedra y viudo, Daemon pidió a Lord Corlys la mano de su hija en matrimonio. Y aunque Laena estaba prometida a un hijo del Señor del Mar de Braavos, todavía no se habían casado, de modo que, después de que Daemon se burlase de él, el braavosi se vio obligado a retarlo a un duelo. Armado con Hermana Oscura, el rival no supuso un gran problema para Daemon y, finalmente, se casó con Lady Laena Velaryon.
Conscientes de que el rey Viserys no estaría de acuerdo con su nuevo matrimonio, Daemon y su nueva esposa decidieron alejarse de Poniente con sus dragones Vhagar y Caraxes y cruzaron el Mar Angosto hacia Pentos, Volantis, el Rhoyne, Qohor y Norvos. Luego se dirigieron nuevamente a Pentos cuando Laena se quedó embarazada y permanecieron allí hasta que, en el año 116 D.C, nacieron su dos hijas gemelas, Baela y Rhaena. Cuando Daemon y su familia se asentaron en Marcaderiva, informó a su hermano del nacimiento de sus sobrinas y pidió permiso para presentarlas en la corte y recibir la bendición real, por lo que los dos hijos de Baelon Targaryen se reconciliaron por segunda vez.
Entretanto, a finales del año 115 D.C había nacido en Poniente el segundo hijo de Rhaenyra. El niño fue llamado Lucerys y, al igual que su hermano Jacaerys, era grande, fuerte y tenía ojos marrones y cabellos castaños en lugar de los típicos rasgos Targaryen. Aunque el rey Viserys estuvo encantado cuando el niño fue presentado en la corte, su esposa no compartía ese mismo entusiasmo, empeorando las relaciones entre los Verdes y los Negros. Tal era la rivalidad que Rhaenyra se trasladó a Rocadragón con su campeón, ser Harwin Strong. En la isla-fortaleza de los Targaryen, la princesa Rhaenyra dio a luz a Joffrey, llamado así en honor a ser Joffrey Lonmouth. Del mismo modo que sus hermanos mayores, el niño no heredó los típicos rasgos valyrios de sus padres, sino otros que, en la corte de los Verdes, dieron pie a los murmullos sobre ser Harwin Strong como verdadero padre de los príncipes. A pesar de las acusaciones, Viserys mantuvo a su hija como heredera y, por decreto real, ordenó que cada uno de sus hijos fuese obsequiado con un huevo de dragón. Y aunque los que dudaban sobre la paternidad de los príncipes murmuraron que los huevos nunca eclosionarían, el nacimiento sucesivo de los dragones Vermax, Arrax y Tyraxes desmintieron sus palabras.
Rhaenyra sólo tenía veinte años, pero los partos supusieron un gran coste. La belleza de su juventud se desvanecía mientras que la su madrastra Alicent permanecía intacta a pesar los años y los embarazos, lo que, según Hongo, sólo sirvió para profundizar su enemistad; enemistad que se transmitió a los hijos de ambas. Los príncipes Aegon, Aemond y Daeron crecieron junto a sus sobrinos Velaryon, pero consideraban que les habían arrebatado su derecho al Trono de Hierro y se convirtieron en sus máximos rivales. Sin embargo, cuanto más despreciaba Rhaenyra a su madrastra más cariño tomaba a su tía Laena Velaryon y, dada la cercanía de Marcaderiva y Rocadragón, sus visitas fueron frecuentes, lo que supuso, con la bendición del rey, el compromiso de los príncipes Jacaerys y Lucerys con las gemelas Baela y Rhaena.
La Primavera Roja
En el año 120 D.C, nació el hijo que el príncipe Daemon tanto había deseado después de que Laena estuviese un día y una noche de parto, pero el niño era retorcido y mal formado y murió una hora después. Debilitada y consumida por el dolor, los maestres no pudieron hacer nada por Laena y falleció después de tres días de delirio. Se cuenta que, durante su hora final, Laena se levantó de la cama y salió en busca de su dragón Vhagar para volar una última vez, pero sus fuerzas le fallaron y se desplomó en las escaleras de la torre, donde murió. Luego su esposo la llevó de vuelta a su cama y la princesa Rhaenyra compartió su vigilia y lo consoló en su dolor.
Pero la muerte de Laena no fue la última tragedia que asoló a los Velaryon, pues cuando aún estaban de luto su hijo Laenor, el esposo de Rhaenyra, fue asesinado a puñaladas por su amigo y compañero ser Qarl Correy mientras asistía a una feria en Villaespecia, una ciudad portuaria de Marcaderiva. Aunque se desconocen las circunstancias de su muerte, los comerciantes de la feria afirmaron que los dos hombres habían discutido en voz alta antes de que desenvainaran las espadas. Luego Correy había huido en un barco que lo esperaba en alta mar y nunca más fue visto. Mientras que algunos defienden que Laenor fue asesinado por uno de sus caballeros después de una pelea o, según el Septon Eustace, en un ataque de celos, Hongo sugiere que Daemon pagó a Qarl Correy por el asesinato del marido de Rhaenyra y le proporcionó un barco para llevarlo lejos y luego matarlo.
El rey Viserys y su familia viajaron con sus dragones hacia Marcaderiva para asistir al funeral de Laenor Velaryon, incluidos sus hijos. El príncipe Aegon volaba a lomos de Fuegosol, su hermana Helaena era jinete de Sueñadragón y Daeron tenía un joven dragón llamado Tessarion, aunque no lo había montado aún; pero, sin embargo, el príncipe Aemond no disponía de ningún dragón. Con la intención de proporcionarle uno, el rey propuso que después del funeral la corte se trasladase durante un tiempo a Rocadragón, ya que bajo Montedragón había una gran cantidad de huevos de dragón y también varias crías jóvenes que, en palabras del rey, el príncipe podría elegir “si el muchacho era lo suficientemente valiente”. Molesto por la burla de su padre e impaciente por conseguir un dragón adulto, el príncipe de diez años concluyó que allí mismo, en Marea Alta, moraba un dragón digno de él: Vhagar, el más viejo y grande del mundo.
Aunque fuera un hijo de la casa Targaryen, siempre era peligroso acercarse a un dragón extraño, sobre todo a uno que acababa de perder a su jinete. Aemond sabía que sus padres no le permitirían acercarse a Vhagar, de modo que, en la oscuridad de la noche y en secreto, se escapó mientras dormían y fue hasta donde lo mantenían junto a los otros dragones. En el gran patio exterior, el príncipe se aproximaba al dragón con la esperanza de montar sobre él, pero fue sorprendido por Joffrey Velaryon, que también se había escapado para ver a su dragón Tyraxes. Para evitar que diera la alarma, Aemond lo abofeteó, le gritó que se callara y lo empujó contra un montón de excrementos de dragón. Y cuando el niño de tres años comenzó a gritar, Aemond corrió hacia Vhagar y se encaramó a su lomo. El dragón rugió, se sacudió violentamente, rompió sus cadenas y voló alrededor de las torres de Marea Alta, convirtiéndose así Aemond Targaryen en jinete de dragón.
Pero cuando Aemond descendió de las alturas, los hijos de Rhaenyra lo estaban esperando. Aunque los príncipes Velaryon eran más jóvenes que él, se habían armado con espadas de madera del patio de entrenamiento y lo atacaron, pero Aemond se defendió y, a medida que los iba venciendo, comenzó a burlarse de ellos llamándolos Strong. Jacaerys tenía edad suficiente para entender el insulto y se abalanzó sobre él, pero el hijo del rey era mayor y lo golpeó con fuerza hasta que Lucerys sacó su daga y, en defensa de su hermano, lanzó un tajo hacia el rostro de Aemond, arrancándole su ojo derecho. La reina Alicent exigió que se le arrancara un ojo a Lucerys; mientras que Rhaenyra insistió en que Aemond revelara dónde había oído que a sus hijos los llamaban Strong y, por ende, bastardos sin derecho al trono. El rey Viserys no quiso oír más y decretó que no se arrancaría ningún ojo, pero sí la lengua de quienes llamasen Strong a sus nietos. Para evitar conflictos y acallar los rumores, el rey ordenó que la reina Alicent y sus hijos regresasen con él a la corte; mientras que la princesa Rhaenyra y los suyos volverían a Rocadragón y ser Harwin Strong a Harrenhal.
Finalmente, poco después de la llegada de Lord Lyonel Strong y su hijo ser Harwin a Harrenhal, se originó un incendio en la torre donde estaban durmiendo y ambos murieron junto con varios criados. La causa del incendio nunca se determinó, por lo que algunos lo atribuyeron a la mala suerte o a la maldición que impera en la fortaleza de Harren el Negro; pero Hongo, sin embargo, sugiere que la Serpiente Marina estaba detrás, como un acto de venganza por su hijo. Mientras que las sospechas también recayeron sobre el príncipe Daemon, ya que así eliminaba a un rival por el amor de Rhaenyra, otros murmuraron que el hijo menor de Lord Lyonel, Larys Strong el Patizambo, podría haber sido el responsable, pues se convirtió en señor de Harrenhal con la muerte de su padre. Incluso llegó a plantearse la posibilidad de que Viserys podría haberlo planeado todo para que el supuesto padre de sus nietos, si los rumores eran ciertos, no revelara su bastardía, aunque el rey no había previsto que la Mano acompañara a su hijo de vuelta a Harrenhal.
La antesala del conflicto
Viserys I no gozaba de buena salud a sus cuarenta y tres años y con el puesto de Mano del Rey vacante necesitaba a alguien fuerte que pudiese aguantar la complicada tarea del gobierno. Aunque tuvo en consideración a Rhaenyra o a su hermano Daemon para el cargo, pensó que su retorno a la corte implicaría un conflicto inevitable con los Verdes. Ignorando a su Consejo, nombró Mano a un hombre capaz y digno de su confianza: ser Otto Hightower.
Entretanto, en Rocadragón la princesa Rhaenyra se casó en secreto con su tío Daemon Targaryen porque sabía que su padre no aprobaría el matrimonio. Cuando la noticia llegó a Desembarco del Rey, Viserys estaba furioso y la indignación fue el sentimiento general, pues era un insulto volver a casarse cuando ni siquiera había transcurrido medio año desde la muerte de los anteriores consortes, Laenor y Laena. Hongo afirma que el motivo del casamiento era que la princesa estaba embarazada y no quería dar a luz un bastardo. Y a finales del 120 D.C nació el príncipe Aegon, un niño pálido que, a diferencia de sus hermanos, tenía el típico pelo plateado y ojos color púrpura de los Targaryen. Aunque Daemon ya tenía un hijo de su propia sangre, dos años después nació un niño más pequeño y menos robusto llamado Viserys.
En la capital del reino, Viserys casó a sus hijos Aegon y Helaena siguiendo la antigua tradición de la casa Targaryen. Un año más tarde, la princesa dio a luz a dos gemelos llamados Jaehaerys y Jaehaera. Los huevos de dragón fueron colocados en sus cunas y dos crías pronto nacieron. Sin embargo, Jaehaera era pequeña, tardaba en crecer y no actuaba como solían hacerlo los bebés; mientras que su hermano gemelo contaba con seis dedos en su mano izquierda y otros seis en cada pie. Además de otros dos hijos bastardos de Aegon, en el año 127 D.C nació el príncipe Maelor, a quien le fue entregado un huevo de dragón. Los otros hijos de la Reina Alicent también crecieron: el príncipe Aemond se había convertido en un hábil espadachín bajo la tutela de ser Criston Cole y el príncipe Daeron, el más popular de los hijos de la reina, fue enviado a Antigua para servir como copero y escudero de Lord Hightower.
En Marcaderiva, Corlys Velaryon cayó enfermo por una fiebre repentina, lo que suscitó el debate sobre la cuestión de la sucesión. Con sus hijos legítimos muertos, su heredero debía ser su nieto Lucerys, pues el príncipe Jacaerys presumiblemente sucedería a su madre en el Trono de Hierro. Pero la Serpiente Marina también tenía media docena de sobrinos, de entre los cuales ser Vaemond Velaryon reclamó su derecho a sucederle porque los hijos de Rhaenyra eran bastardos. El Príncipe Daemon le cortó la cabeza por esa acusación, pero los hermanos menores de ser Vaemond huyeron a Desembarco del Rey y reclamaron justicia al rey, que ordenó cortarles la lengua por decir mentiras. Viserys estaba tan débil y obeso que apenas podía subir hasta el trono y, al finalizar la audiencia, tropezó cuando descendía. Cuando el rey intentó aferrarse a algo, se abrió la mano izquierda y se cortó hasta el hueso con una hoja dentada que sobresalía del Trono de Hierro. Pronto apareció la fiebre y sólo la ayuda de la princesa Rhaenyra y el maestre de Rocadragón pudo salvarle la vida.
El rey Viserys nunca volvió a sentarse en el Trono de Hierro después de haber perdido los dos dedos de su mano y, a medida que su salud empeoraba, dejaba el gobierno del reino en manos de ser Otto Hightower y su Consejo. A principios del año 129 D.C, el rey se debilitó aún más y la gota, los dolores en el pecho y sus dificultades respiratorias empeoraron, obligándolo a permanecer postrado en su cama. En el tercer día de la tercera luna del 129 D.C, la princesa Helaena llevó a sus tres hijos a visitar al Rey. Mientras Maelor jugaba con su anillo, Viserys les contó a los gemelos la historia de cómo Jaehaerys I, el Viejo Rey, había volado con su dragón hacia el norte del Muro para derrotar a un enorme ejército de salvajes, gigantes y huargos. Pero el Rey estaba cansado y pidió que lo dejaran solo. Cerró los ojos y se durmió, pero nunca despertó. Viserys I tenía cincuenta y dos años de edad y había reinado sobre la mayor parte de Poniente durante veintiséis. Después de su muerte, se desató una guerra civil y los dragones danzaron y murieron.
¿Qué opináis sobre el príncipe Daemon? ¿Creéis que fue un héroe o, por el contrario, el más oscuro de los hombres?
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