Análisis de Catelyn XI con la proclamación de Robb y encuesta de Daenerys
Publicamos hoy la tercera entrega de El Campeón del Torneo, sección en la que pretendemos elegir el capítulo más valorado de Canción de Hielo y Fuego con la participación de toda la comunidad. Lo primero de todo es, como siempre, agradeceros vuestra implicación en la encuesta.
Antes de seguir con nuestra particular criba, vamos a deternernos un poco en el capítulo que gracias a vuestra colaboración ha resultado ser el ganador de esta edición: Catelyn XI. Este capítulo recoge uno de los pasajes más épicos de Juego de Tronos y de la propia saga, así como también uno de los momentos más esperados: la proclamación de Robb Stark como Rey en el Norte, copando así las ansias del lector, que por norma general a estas alturas lo que quiere es que los Stark se venguen de los actos cometidos por los Lannister. Sin embargo, desde los ojos de Cat nos encontramos unas sensaciones diferentes que en los libros venideros se revelarán como acertadas. Vamos a ello:
Después de la victoria en el Bosque Susurrante, Robb y sus tropas se dirigen a Aguasdulces. Catelyn, que viaja con ellos, ha ido experimentando una creciente sensación de inseguridad que le hace preocuparse incluso por las defensas del castillo. Y es que ahora todos sus cimientos se tambalean: por un lado, el mayor pilar en el que se sostenía, su marido Eddard Stark, ha sido ejecutado en Desembarco del Rey; por otro, al llegar a su hogar descubre que su padre se encuentra moribundo, postrado en una cama, hecho que ha sido ocultado por miedo a que la información de su debilidad llegara a oídos de sus enemigos. La responsabilidad al desencadenar todo lo ocurrido la carcome.
«Ha sido por tu culpa, por tu culpa —le susurraba una vocecita interior—. Si no te hubieras empecinado en apresar al enano…»
Juego de Tronos, Catelyn XI
Esa desolación desplaza de su mente la venganza y la empuja a preservar lo que aún posee a sabiendas de que lo que se ha perdido jamás retornará. Sumergida en ese sentimiento y tras la noticia de la proclamación de Renly como rey, los señores del Norte se reúnen en el Gran Salón de Aguasdulces y da comienzo un consejo de guerra para resolver si se deberían apoyar las aspiraciones ilegítimas del pequeño de los Baratheon para seguir luchando contra Joffrey. Robb no tiene las respuestas y Catelyn observa lo que Ned enseñó a su hijo al afrontar el muchacho la división de opiniones entre los presentes. No obstante, ella propone una solución, la que quizá sea la opción más inteligente y a la vez más despreciada: la paz.
—¿Y firmar la paz?— preguntó Catelyn. Todos los señores la miraron, pero ella solo vio los ojos de Robb.
Juego de Tronos, Catelyn XI
Al parecer, para la mayoría de aquellos hombres ya no había marcha atrás y la propuesta de Cat es desestimada porque «las mujeres no entienden de estas cosas». A pesar de todas las vidas que ya se habían perdido y de las que inevitablemente se iban a perder con la guerra, el rencor cegaba a los presentes y no permitiría que todo lo luchado hasta el momento fuera en vano. De repente, el Gran Jon, uno de los hombres que más dudas había albergado al respecto del Joven Lobo, encuentra una alternativa diferente con la que aunar tanto a los norteños como a los señores de las Tierras de los Ríos. Se trata de proclamar la independencia de sus tierras, gobernadas por su propio rey: Robb Stark, el Rey en el Norte.
—¡Mis señores! —gritó con una voz que hizo temblar las vigas—. ¡Ved lo que opino de esos dos reyes! —Escupió al suelo—. Para mí, Renly Baratheon no significa nada, y Stannis, menos aún. ¿Por qué van a reinar sobre mí y sobre los míos, desde un trono florido en Altojardín o Dorne? ¿Qué saben ellos del Muro, o del bosque de los Lobos, o de los primeros hombres? ¡Si hasta adoran a otros dioses! Y que los Otros se lleven también a los Lannister, ¡estoy harto de ellos! —Se echó la mano a la espalda y desenvainó el inmenso mandoble—. ¿Por qué no volvemos a gobernarnos a nosotros mismos? Les juramos lealtad a los dragones, y los dragones están todos muertos. —Señaló a Robb con la espada—. Este es el único rey ante el que pienso doblar la rodilla, mis señores —rugió—. ¡El Rey en el Norte! —Y se arrodilló, y puso la espada a los pies de Robb.
—Con esas condiciones sí firmaré la paz —dijo lord Karstark—. Que se queden con su castillo rojo, y con su silla de hierro. —Sacó la espada de la vaina—. ¡El Rey en el Norte! —exclamó, arrodillándose junto al Gran Jon.
—¡El Rey del Invierno! —dijo Maege Mormont levantándose para poner la maza de púas junto a las espadas.
También los señores del río se levantaron: Blackwood, Bracken, Mallister, casas que Invernalia nunca había gobernado, pero Catelyn vio como se levantaban, desenfundaban las armas, doblaban las rodillas y gritaban los antiguos lemas que no se habían oído en el reino desde hacía más de trescientos años, desde que Aegon el Dragón unificara los Siete Reinos… Pero en aquel momento volvían a escucharse, retumbando entre las vigas de la sala de su padre.
—¡El Rey en el Norte!
—¡El Rey en el Norte!
—¡EL REY EN EL NORTE!
Juego de Tronos, Catelyn XI
Pero no podemos dejar de lado que Robb no se coronó en Invernalia; de hecho, ni siquiera lo hizo en el Norte. Es como si Martin nos lanzara ya un dardo que anticipara los acontecimientos, pues parece querer decirnos que el arco de Robb es un pasatiempo sureño, una aventura de verano; heroica, sí, pero solamente en las canciones. Cat tenía razón.
Con los dos primeros contendientes para la final de Juego de Tronos en las alforjas, proseguimos ahora el largo camino hasta la elección del vencedor. La siguiente en saltar a las arenas —y no precisamente a las de Meereen— es la Targaryen por excelencia: Daenerys de la Tormenta.
Daenerys no ha conocido un hogar estable desde el exilio. Siempre ha vivido asustada por los perros del Usurpador y sometida a los caprichos del desequilibrado de su hermano Viserys. Este, gracias a la mediación de Illyrio Mopatis, accede a venderla como esposa a Khal Drogo, uno de los dothrakis más poderosos de Essos. Aunque Daenerys encuentra su lugar como Khalessi sobreponiéndose a las diferencias con su nuevo pueblo, la muerte de Drogo pone fin a esta situación y la aboca a una todavía más complicada, sufriendo además un complicado aborto. Sin embargo, la última Targaryen legítima consigue renacer de sus cenizas y culminar su arco con dos títulos más de los que tenía cuando todo empezó: se convierte en La que No Arde y en la Madre de Dragones, pasando a encabezar su propio khalasar, construido con los despojos del de su marido y cimentado en una fe inquebrantable en el milagro que acaba de suceder mientras un cometa rojo rompía el azul del firmamento.
Os recordamos que la encuesta sobre los capítulos de Daenerys estará vigente durante una semana, así que si queréis tomaros un respiro y digerir primero la victoria de Cat, podéis recuperar esta parte del post durante todo ese periodo. Asimismo, para aquellos que no se basten con los pequeños resúmenes que hemos preparado, la lectura, relectura o la Hielo y Fuego Wiki siempre están a vuestro alcance. En esta serie de POVs, los no lectores seguirán encontrando paralelismos suficientes con la serie como para decantarse por uno u otro.
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Daenerys i: Viserys Targaryen, con la mediación de Illyrio Mopatis, magíster de Pentos que les ha dado cobijo durante su exilio; quiere presentar a su hermana Daenerys a Khal Drogo, un señor de la guerra dothraki, con la esperanza de que la tome como esposa y a cambio le ofrezca un ejército para reconquistar Poniente. Daenerys, aunque ni siquiera conoce Poniente, no quiere contrariar a su hermano y «despertar al dragón», por lo que acepta el compromiso dedicándole a Drogo una sonrisa cuando lo conoce.
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Daenerys ii: Viserys quiere emprender la marcha a Poniente con el ejército del Khal cuanto antes, pero tanto Illyrio como Jorah Mormont, el exiliado señor de la Isla del Oso e hijo del Lord Comandante de la Guardia de la Noche, le advierten sobre las costumbres dothrakis. En el día de su boda, Daenerys recibe numerosos regalos, entre los que se encuentran tres huevos de dragón petrificados ofrecidos por el magíster pentoshi y una preciosa yegua blanca, obsequio de su marido.
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Daenerys iii: durante el trayecto hasta Vaes Dothrak, la ciudad dothraki, una Daenerys cada vez más curtida en las costumbres de su nuevo pueblo detiene su comitiva para alejarse y contemplar el paisaje. Viserys, furioso porque haya osado darle una orden, intenta agredirla, pero un jinete de sangre del Khal lo detiene y pide a su khaleesi que lo castigue. Dany obliga a su hermano a caminar durante el resto del viaje, lo que es considerado como una humillación por el pueblo dothraki. Cuando Daenerys llega a su tienda, se da cuenta de que los huevos están muy calientes, pero lo atribuye al calor del sol; poco tiempo después, una de sus doncellas, al observar su barriga, le informa de que está embarazada.
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Daenerys iv: a las puertas de Vaes Dothrak, Viserys sigue mostrando su impaciencia por conseguir su ejército e incluso ofende a los dothrakis creyendo que estos no entienden su lengua. Jorah cree que el Khal cumplirá con su palabra, pero se sincera con Daenerys y reconoce que Viserys no conquistará los Siete Reinos. Antes de llegar a la ciudad, la khalessi observa que todos los hombres deben entrar en ella desarmados. Una vez instalada prepara una cena privada para limar asperezas con su hermano pero cuando lo manda buscar, Viserys se toma la invitación como una orden, intentando nuevamente hacerle daño. En esta ocasión, Daenerys se revuelve y lo golpea en la cara con un cinturón.
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Daenerys v: como es costumbre entre los dothrakis, Daenerys tiene que comer el corazón crudo de un semental para asegurar un buen augurio sobre la fortaleza de su vástago. Finalizado el ritual, el Dosh Khaleen, formado por las antiguas khaleesis cuyos maridos fallecieron, proclama que será varón y que será «el semental que cabalgará el mundo», una antigua profecía que dice que un solo Khal unirá a todos los dothrakis en un solo khalasar. Daenerys decide que su hijo se llamará Rhaego, en honor a su difunto hermano, el príncipe Rhaegar Targaryen. Viserys, portando una espada, aparece borracho durante la celebración que acompaña al ritual y comienza a exigir su corona, amenazando a su hermana y al niño que lleva en su vientre. Khal Drogo, después de oír la traducción de las palabras de Viserys, introduce un cinturón de oro en una olla y, una vez este se derrite, otorga por fin a Viserys su preciada corona derramando el contenido de oro líquido hirviendo sobre su cabeza.
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Daenerys vi: Daenerys intenta convencer a su esposo de conquistar Poniente, pero el Khal rechaza la idea. Cuando sale a curiosear junto a Jorah por el Mercado Oriental, un comerciante le ofrece vino. El ponienti insiste en que el mercader sea el primero en tomarlo, pero este trata de huir antes de hacerlo, aunque Jhogo consigue atraparlo. Es entonces cuando Jorah le confiesa a Daenerys que «el Usurpador» está intentando asesinarla. Tras este incidente, Khal Drogo se compromete a invadir Poniente.
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Daenerys vii: tras una nueva victoria del khalasar de su esposo, Daenerys intenta evitar que sus hombres violen a un grupo de mujeres, una práctica arraigada en las tradiciones dothrakis. Cuando llega hasta donde se encuentra Drogo, esta se percata de que su esposo está herido y una de las mujeres a las que salvó, Mirri Maz Duur, una maegi de Lhazar, se ofrece a atenderlo. Cuando Daenerys comprueba su buen hacer, decide que sea ella quien la atienda también en el parto.
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Daenerys viii: durante la marcha, Khal Drogo se tambalea de su caballo y cae. Daenerys, para ocultar tal debilidad, ordena detener la marcha y acampar con la esperanza de que Mirri Maz Duur consiga hacer que se recupere. Tras la advertencia de Jorah sobre el grave estado en el que se encuentra su esposo, Dany ordena que la maegi invoque a las sombras para traerlo de vuelta. Mientras la maegi realiza el ritual en la tienda de Drogo, la entrada queda prohibida. Sin embargo, Daenerys rompe aguas y Jorah la lleva también dentro para que Mirri la atienda en el parto.
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Daenerys ix: en sus sueños febriles, Daenerys delira con Rhaegar, Viserys y Rhaego. Una vez despierta, descubre que su hijo no ha sobrevivido. Mirri Maz Duur le explica que nació siendo un monstruo draconiano. Drogo se encuentra inerte y Dany descubre que su khalasar se ha desmembrado en varios que ahora le son hostiles, quedando el suyo además muy reducido. La maegi confiesa que actuó como lo hizo para vengar la destrucción de su templo y su ciudad. Al ver que Drogo no mejoraba, Daenerys busca un cojín, le besa la frente y lo asfixia.
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Daenerys x: Daenerys da al resto de su khalasar la libertad y nombra a Rakharo, Aggo y Jhogo sus jinetes de sangre, y a Jorah su Lord Comandante de la Guardia de la Reina. En la pira funeraria de Drogo se encuentra amarrada Mirri Maz Duur junto con los tres huevos de dragón. Tras aparecer un cometa rojo, Dany ordena encender la pira para quemar a la maegi y entrar ella misma. Cuando la hoguera se extingue, Jorah descubre a Dany con vida entre las cenizas, acompañada de tres dragones recién nacidos. Todo su khalasar se arrodilla ante ella, jurando lealtad.
La encuesta permanecerá abierta durante una semana, así que podéis tomaros vuestro tiempo para madurar la decisión. En catorce días sabremos qué capítulo ha sido el ganador.
Ahora es vuestro turno y por partida doble: ¿compartíais el pesar de Catelyn en ese momento? ¿Creéis que sus remordimientos eran justificados? ¿Qué esperabais del reinado de Robb? Y que no se nos olvide… ¿tienes ya claro cuál es tu capítulo favorito de Daenerys en Juego de Tronos?
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