1. Los sueños de Mormont 2. Tyrek y Chéjov 3. Espectros
Hoy os traemos la decimoctava entrega de nuestra Consulta en los Fuegos, en la que, habitualmente, publicamos tres de vuestras preguntas para que sean respondidas por la comunidad, ya que:
¡¡¡TODOS SOMOS EXPERTOS EN MAYOR O MENOR MEDIDA!!!
Consulta enviada por Federico Sánchez
En una relectura de Juego de Tronos me encontré con una conversación en Jeor y Tyrion y me saltó un detalle:
Sonrió. Al Lord comandante, en cambio, no pareció hacerle gracia.
—No sois tan tonto como para creeros eso, mi señor. Los días y a se acortan.No cabe duda, Aemon ha recibido cartas de la Ciudadela que concuerdan con sus datos. Estamos viviendo el final del verano. —Mormont agarró con fuerza la mano de Tyrion—. Tenéis que conseguir que lo comprendan. La oscuridad está cerca, mi señor. En los bosques hay seres salvajes, lobos huargo, mamuts y osos de las nieves grandes como uros; y en mis sueños he visto cosas aún más oscuras.
—En vuestros sueños —repitió Tyrion, que cada vez necesitaba más otra copa.
—Los pescadores que faenan cerca de Guardiaoriente han divisado caminantes blancos en la orilla —dijo Mormont haciendo caso omiso de su tono de voz.
—Los pescadores que faenan cerca de Lannisport divisan sirenas. —Esta vez Ty rion ya no pudo contenerse.
—Denys Mallister nos ha escrito que los montañeses se trasladan hacia el sur, más allá de la Torre Sombría; es una migración como jamás se había visto. Huyen, mi señor, pero… ¿de qué? —Lord Mormont se dirigió hacia la ventana y escudriñó la noche—. Mis huesos son viejos, Lannister, y aun así nunca habían sentido un frío como este. Os lo suplico, decídselo al rey. Se acerca el invierno, y cuando caiga la Larga Noche, lo único que se interpondrá entre el reino y la oscuridad que llega del norte será la Guardia de la Noche. Si no estamos preparados, que los dioses se apiaden de nosotros.
—Que los dioses se apiaden de mí si no duermo un poco esta noche. Yoren está decidido a partir con la primera luz del alba. —Tyrion se puso en pie, somnoliento por el vino y cansado de tantas predicciones funestas—. Quiero daros las gracias por vuestra amabilidad, lord Mormont.
—Decídselo, Tyrion. Decídselo a todos, y conseguid que os crean. Es el único agradecimiento que necesito. —Silbó, y el cuervo descendió para posársele en el hombro. Mormont sonrió, le dio unos granos de maíz que llevaba en el bolsillo, y en ello seguía cuando Tyrion salió.
juego de tronos, tyrion iii
¿Qué creéis que veía Jeor Mormont en sus sueños? ¿Caminantes blancos? ¿La Larga Noche? ¿Cuál es la razón que tenía para poner atención a lo que soñaba y no verlo como un simple sueño? Es posible que tuviera sueños verdes, por eso lo tomaba en serio.
¿Tal vez este sueño le venía de alguien más? Martin termina la conversación de Tyrion y Jeor haciendo mención del cuervo. Si este tiene un vínculo con Brynden Ríos, como se especula, y sabemos que ha estado entrando en los sueños de otras personas como en los de Bran, ¿creen que es solo un detalle que no significa nada?
Consulta enviada por Zagel
El arma de Chéjov es un principio dramático que postula que cada elemento en la narración debe ser necesario e irremplazable, o de lo contrario debe ser eliminado.
Elimina todo lo que no tenga relevancia en la historia. Si dijiste en el primer capítulo que había un rifle colgado en la pared, en el segundo o tercero este debe ser descolgado inevitablemente. Si no va a ser disparado, no debería haber sido puesto ahí.
Vayamos con un elemento de la saga de Canción de Hielo y Fuego que yo creo que es un arma de Chéjov, es decir un elemento argumental puesto en la saga para ser utilizado posteriormente. Me estoy refiriendo a la trama de Tyrek Lanninster. Recordemos esta trama:
Tyrek Lannister era hijo único de Tygett Lannister. Era escudero, junto a Lancel Lannister, del rey Robert Baratheon. Los Lannister lo casaron con Lady Ermesande Hayford, última señora de Hayford… y una bebé de teta, por lo cual era apodado de forma despectiva «la niñera». Desaparece durante la revuelta habida en Desembarco del Rey tras la partida de Myrcella a Dorne. Tyrion, como Mano del Rey en funciones, encarga su búsqueda a los capas doradas. No tienen éxito al no encontrarlo ni vivo ni muerto… ni siquiera posibles pruebas irrefutables de su muerte.
Esta trama de un personaje muy secundario parecería que terminaba en este punto… pero no.
En Tormenta de Espadas, con Tywin Lannister como Mano del Rey, encarga de forma muy específica al nuevo capitán de los capas doradas, Ser Addam Marbrand, su búsqueda. También con resultados infructuosos.
En Festín de Cuervos —en jaime iii—, el tema vuelve a surgir en una conversación entre Addam Marbrand y Jaime Lannister.
Y ahora, las preguntas: ¿por qué esta insistencia de Martin por mantener viva la memoria de un personaje en un principio tan secundario como es Tyrek Lannister? ¿Es para que no nos olvidemos de el y que quizá reaparezca de forma sorpresiva aportando algo fundamental a la trama? ¿Es Tyrek Lanniser un arma de Chéjov puesta por Martin en la pared para ser disparada en cualquier momento?
Consulta enviada por Brais Couce
Recientemente he empezado la relectura de Tormenta de Espadas y hay un detalle que me ha llamado la atención del cual me gustaría saber la opinión de los demás. El fragmento en cuestión se encuentra en samwell iii hacia el final del mismo:
Paul el Pequeño era corpulento y fuerte, pero aún así Sam pesaba más que él, y los espectros eran torpes; ya lo había visto en el Puño. El repentino cambio de impulso hizo que Paul se tambaleara y retrocediera un paso, y el hombre vivo y el muerto cayeron juntos al suelo. El impacto hizo que le quitara una mano del cuello, y Sam consiguió inhalar una rápida bocanada de aire antes de que volvieran los dedos fríos y negros. El sabor a sangre le inundó la boca. Torció el cuello para buscar el cuchillo con los ojos y vio un tenue resplandor anaranjado. «¡El fuego!» Solo quedaban brasas y cenizas, pero quizá… no podía respirar ni pensar… Sam se retorció a un lado, arrastrando a Paul… agitó los brazos sobre el suelo de tierra… tanteando, buscando, registrando las cenizas, hasta que al final encontró algo caliente, un trozo de madera chamuscada, con un brillo rojo y anaranjado dentro del negro. Cerró los dedos en torno a él y lo estrelló contra la boca de Paul con tanta fuerza que notó como se le rompían los dientes.
Pero el espectro no aflojó la presa. Los últimos pensamientos de Sam fueron para la madre que lo había amado y para el padre al que había fallado. La habitación le daba vueltas cuando vio el jirón de humo que salía de los dientes rotos de Paul. En aquel momento, el rostro del hombre muerto empezó a arder, y las manos lo soltaron.
Sam engulló aire y rodó hacia un lado. El espectro ardía; la escarcha se le derretía de la barba al tiempo que la carne se tornaba negra. Sam oyó el graznido del cuervo, pero Paul no hizo el menor ruido. Cuando abrió la boca, solo salieron llamas. En cuanto a los ojos…
«Ha desaparecido, el brillo azul ha desaparecido».
tormenta de espadas, samwell iii
Atendiendo a lo resaltado en negrita en el fragmento, ¿podría ser posible que durante un momento el espectro tenga consciencia de sí mismo? Me llama la atención que «abra la boca» pero que los ojos ya no sean azules. Eso me da a entender que en ese momento seguía siendo un espectro reanimado pero que no estaba siendo controlado por los Otros. Sabemos que los espectros conservan información, por ejemplo, los espectros que se levantaron en el Castillo Negro sabían donde estaba el Viejo Oso. Sin embargo, no son conscientes realmente de quiénes son. ¿Puede ser que durante un momento vuelvan a recuperar parte de su esencia, alma o como que se le quiera llamar y sean conscientes de quiénes son y vuelvan a ser ellos mismos? Si es así, ¿podría ser posible que utilizando fuego se pueda cortar el control que ejercen los Otros y queden como espectros reanimados pero «siendo ellos mismos»?