La identidad en la saga. Las religiones en Poniente. Las mujeres y la fantasía. El discurso antibelicista de la saga. Adaptación de HBO. La tragedia.
Un miércoles más, volvemos con Así Habló Martin, sección en la que poco a poco recopilamos todas las declaraciones que George R. R. Martin ha hecho sobre Canción de Hielo y Fuego a lo largo de los años. La colección original está recopilada por Westeros.org, quienes muy amablemente nos dejan traducir su So Spake Martin para vosotros.
En la entrega de hoy analizamos dos entrevistas que Martin concedió durante el verano de 2011. En ellas el autor habla principalmente de temas como la identidad, la religión, el feminismo en la fantasía, el discurso antibelicista de la saga y sus planes de futuro. También se habla de la tragedia y de la adaptación de HBO de la saga1.
Entrevista en IO9
Justo cuándo pensábamos que nada podría desplazar a la serie de televisión Juego de Tronos como nuestra principal obsesión, llega el libro de George R.R. Martin Danza de Dragones para destronarla, con una nueva serie de revelaciones y momentos agonizantes para Poniente.
Martin se encuentra en la Comic-Con de San Diego promocionando su último libro así como la serie de televisión que se basa en la misma y hemos tenido la suerte de entrevistarle cara a cara. Nos cuenta por qué hay tantos personajes que pierden su identidad en Danza de Dragones, por qué no conoceremos a los dioses y que le gustaría escribir cuándo termine la saga.
[¿Aún te lo pasas bien escribiendo estos libros?]
Bueno ya se sabe que hay días más divertidos que otros. Escribir es mi profesión y es un trabajo que disfruto enormemente pero no puedo nunca olvidar que se trata de mi trabajo y es uno muy difícil y frustrante. Pero, en conjunto, disfruto mucho escribiendo esta saga, al menos tanto como siempre he disfrutado escribiendo.. aunque lo que más me gusta siempre es haber escrito: saber que he terminado y tener el libro en mis manos, disfruto como un enano. Ir a firmas es probablemente lo más divertido de la profesión aunque escribir también lo es.
[Se ha remarcado a menudo que muchos de los personajes de Danza de Dragones pierden su nombre y su identidad como consecuencia de circunstancias difíciles. ¿A qué se debe eso?]
Arya lleva haciéndolo desde hace ya un tiempo: ha pasado por una docena de identidades y especialmente desde que llegó a Braavos — ahí el objetivo principal de los Hombres sin Rostro es convertirse en nadie, ser capaz de asumir identidades de la misma forma que uno se pone determinada ropa. Aunque, sí, la identidad es uno de los factores con los que más estoy jugando en la saga en su conjunto y en este libro en particular: ¿qué nos hace ser quién somos? ¿Es nuestro nacimiento, nuestra sangre, nuestro lugar en el mundo? ¿O se trata de algo más inherente a nosotros como nuestros valores, memoria , etc?
[Normalmente en sagas de fantasía épica, cuando alguien pierde su identidad, puedes esperar que eso implicará un viaje para recuperarla. ¿Crees que tienes la obligación de evitar esto o piensas cumplir con este cliché?]
Creo que estoy cumpliendo con ello. Hay distintas formas de asumir identidades: algunas intento plasmarlas en el libro y se reflejan en el título de los capítulos. En otros, se trata simplemente de ponerse una máscara. Por ejemplo, Quentyn Martell y sus compañeros toman nombres falsos a lo largo de su viaje de Dorne a Meereen, asumen roles distintos pero en ningún momento les afecta a quienes son en realidad. Cuando están a solas siguen siendo quienes siempre han sido. Cuando escribes sobre Arya y sus circunstancias en cambio, o con Theon… debes lidiar con algo más, algo mucho más profundo, en el que la identidad original del personaje está viéndose amenazada y casi rota, hasta el punto que exista el riesgo de que se pierda enteramente.
[Tenemos distintas religiones compitiendo entre si ahora misma en la saga. ¿Deberíamos preguntarnos si algunas son más reales que otras? En un mundo en el que existe la magia, es la religión solo magia o hay una capa más de misticismo en ellas?]
Mis lectores son libres de analizar o reflexionar sobre la validez de estas religiones, su verdad, sus enseñanzas. Soy un poco escéptico con el concepto de «verdad» — no diría que una religión es más verdadera que otra. Si lo llevamos a nuestro mundo real, nosotros tenemos muchas religiones también: ¿hay alguna que sea más cierta que otra? No creo que los dioses tengan más presencia en el futuro de Poniente que el que ya tienen. No se aparecerá un dios, con un deus ex machina, para afectar el destino de la trama por mucho que alguien rece mucho. Así que la relación entre la religión y la magia es algo que mis lectores deben tratar de averiguar.
[Para la serie de HBO, el segundo libro presenta muchos retos de adaptación ya que los personajes están más dispersados. ¿Podemos esperar que habrá más libertades de adaptación?]
Será un problema creciente a lo largo de los libros. La historia empieza relativamente cerrada, con un grupo de personajes situados en el mismo sitio, pero a medida que los libros avanzan, los personajes se alejan entre si y se dividen en grupos cada vez más pequeños, en cada vez más localizaciones y relacionándose con cada vez más personajes secundarios. Es como un río que desemboca en múltiples ramas pero eventualmente volverán a juntarse, aunque no he llegado a ese punto todavía. Es algo que la serie deberá sortear y será un reto.
[Una de las cosas que más me sorprende los libros recientes es que, aunque parezca que haya giros muy bruscos para determinados personajes, se trata de cambios que se han ido cociendo a lo largo de muchas páginas. ¿Planeas primero estos grandes eventos y luego averiguas como llegarás a ello, o vas escribiendo los arcos de un personaje y luego te das cuenta que has llegado a un punto de giro?]
Todos los grandes giros los planeé desde el principio, a principios de los noventa: las muertes de personajes principales y la dirección general de las tramas. Obviamente, los detalles y pequeños momentos son cosas que he ido descubriendo a medida que escribía, hecho que es parte de lo divertido de escribir libros, sorprenderse de dónde te lleva la historia. Pero lo que seria la estructura general de los libros ha estado en mi cabeza siempre.
Escribir siempre es hacer funambulismo: tienes que preparar una serie de eventos, no quieres que aparezcan de la nada, quieres que se hayan anunciado con anterioridad; pero al mismo tiempo no quieres que el desarrollo de la historia se vuelva predecible, si todo el mundo adivina qué pasará luego, se perderá todo el impacto. Esta es la parte más complicada y no hay una respuesta fácil para ella: haces lo que puedes.
[Tus libros, especialmente estos últimos, están repletos de mujeres tratando de ejercer poder en un mundo dominado por hombres y por ello deben renunciar a si mismas a lo largo del camino. ¿Estas intentando hacer algún tipo de alegato feminista?]
Podrías interpretarlo así, sí. No pretendo decir que estoy haciendo ningún alegato de ningún tipo pero ciertamente, se trata de una sociedad patriarcal en la que estoy intentando explorar algunas de sus ramificaciones. Intento escribir sobre mujeres como personas, como escribo para cualquier tipo de personajes: fuertes, débiles, valientes, cobardes, nobles, egoístas…ha sido muy gratificante ver como muchas de mis lectoras han apreciado a mis personajes femeninos.
[El discurso anti belicista del Septon Meribald sobre los hombres quebrados es uno de los momentos más destacables de Festín de Cuervos y parece una declaración de intenciones de la propia saga. Mucha gente opina que se trata de tu propio discurso. ¿Es la inutilidad de la guerra algo que quieras trasmitir como idea central de tu relato?]
La verdad es que estoy muy satisfecho con ese discurso pero no sé, no me gusta pensar que es algo cierto y que se trata de la moraleja que quiere dejar el autor, no quiero que se identifique que hablo yo. En teoría no deberías ver al titiritero solo a sus marionetas. No deberías ver al guionista en pantalla, solo a los actores. A ver, sí, si conoces mi historia personal sabrás que me opuse firmemente a la Guerra de Vietnam y esto hace que en mis libros en conjunto, y no solo en ese discurso, intente trasmitir la idea de la guerra y la violencia, lo cíclica que se vuelve y de sus costes. Puede que alguno de estos conceptos no se tome demasiado en serio en la escritura de novelas fantásticas o de ciencia ficción — es relativamente sencillo escribir sobre una gran guerra en la que no importa quien muera, así que sólo describes cómo masacran a extras, ya sean orcos o de tu propio bando, y al final puedes decir «Oh, fue una batalla horrible, perdimos 10.000 hombres» pero nunca generarás una reacción visceral en el lector.
Es como leer una noticia horrible en el periódico sobre un tsunami o un terremoto terrible en un lugar alejado del mundo en el que mucha gente ha muerto. Lo lees, lo asimilas y, aunque estés muy triste por que hayan muerto 10.000 personas en la otra punta del planeta, vuelves a tu desayuno y sigues con tu día, y en menos de media hora ya no piensas más en ello. Si, en cambio, te llaman para decirte que tu mejor amigo, tu madre o tu hijo han muerto, aunque se trate de un sólo individuo, el impacto emocional es enorme. Así que lo que quiero es que las muertes en mi mundo, sus guerras, generen una reacción emocional en mis lectores.
[¿Empezarás otra saga de fantasía cuando acabes con Un Sueño de Primavera?]
Bueno, nunca digas nunca, pero no creo que haga nunca algo tan grande otra vez. Podría escribir una trilogía o escribir un libro y luego una secuela. De hecho, para cuando termine Un Sueño de Primavera tengo ya en mente un par de historias que serían novelas independientes y muchos relatos cortos. Llevo ya mucho tiempo sin escribir y tengo un montón de ideas para relatos cortos, que fue con lo que empecé mi carrera como escritor.
Entrevista en el Sidney Morning Herald
Una de las mayores ventajas de vivir en el mundo de la escritura, uno de los grandes privilegios, es el de hablar con otros escritores, grandes escritores. Hace poco, fui afortunado con la posibilidad de escribir para Spectrum sobre Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin. Se trata de El Señor de los Anillos de la era Geek. Su primera novela Juego de Tronos ha sido adaptada para televisión en HBO y se emite actualmente por Showcase. En esta página podéis leer la crítica a la misma). Esta entrevista se enmarca en ese articulo, pero no hay nada como oír hablar al grandullón: nos contó cosas fascinantes sobre el proceso y el arte de escribir, del género y de la adaptación de la saga a la televisión.
[¿Estás contento con la serie de TV?]
Oh si, estoy encantado con ella. Me involucré en ella desde el principio al ser su productor ejecutivo y escribiré un guión por temporada, así que puedes decir que estoy activamente implicado en ella y no como muchos escritores que se limitan a vender los derechos y a cruzarse de brazos. He participado en el casting, he escrito guiones, hablo constantemente con David y Dan… han hecho un trabajo fantástico y han respetado mucho al libro. Evidentemente ha habido cambios pero es inevitable en un trabajo como este. De momento ha sido una experiencia buenísima y espero que así siga por muchos años2.
[¿Siempre quisiste implicarte en ella viendo que la mayoría de escritores no lo hacían?]
Trabajé muchos años en Hollywood y para televisión unos 10 años, de mediados de los ochenta a mitad de los noventa. Estuve en la plantilla de un par de series, hice tv movies que eran tanto originales como adaptaciones. Así que, conociendo el proceso desde ambas perspectivas, quería involucrarme. Sabia que no podría hacerlo al 100% porque aún me quedan libros por escribir y estos libros son largos y abrumadores, así que no había alternativa y no podía unirme al rodaje como un miembro más del equipo. Aún así, no quería conformarme con aceptar un cheque y apartarme; por todo esto creo que hemos llegado a un equilibrio perfecto.
[¿Adaptar la historia a la pantalla te hace percibirla de forma distinta?]
*larga pausa* Bueno, debes plantearte otras cosas, aunque por suerte de esto se han encargado principalmente Benioff y Weiss quienes deben hacer frente a los retos de la adaptación. Escribí estas novelas en los años 90 como respuesta a las limitaciones presupuestarias que mis guiones recibían constantemente. Así que para mis novelas quería limitarme solo a mi imaginación aunque para David y Dan será un problema ver cómo pueden rodarlo todo en tiempo y dentro del presupuesto (aunque disfruten de uno muy generoso para lo que es la televisión).
[Una de las ventajas de adaptar una novela a televisión es que no debes comprimir tanto la historia como en una película. ¿Es por esto por lo que te decantaste por la televisión?]
Si, antes que HBO se ofreciera, había recibido muchas ofertas para adaptar la historia a una película. Me reuní con ellos y debatimos sobre como hacerlo pero nunca luché por ello porque simplemente creía que no podían condensar esta historia a dos horas. Para que fuera una película viable deberías recortar el 90% de personajes y tramas, elegir un solo arco y desarrollarlo. No quería que hicieran esto y creo que la forma en la que se acabó haciendo, es la única viable para mi historia.
[Cuando te sientas a escribir, ¿lo haces ya con toda la trama armada en tu cabeza o solo con una pequeña idea que vas desarrollando?]
Al principio la idea general me vino de la nada mientras estaba escribiendo una novela de ciencia ficción… pero ese primer capítulo de Juego de Tronos se apareció tan vívidamente en mi cabeza que tuve que parar todo lo demás y sentarme a escribirlo. De ahí salió otro capítulo, y otro, y otro… el mundo se fue construyendo a medida que lo hacía la historia. Ahora bien, aquellos personajes, de ese primer capítulo, fueron lo que vino primero y siguen siendo el origen de todo lo demás.
[¿Así que esta es una historia a la que permitiste contarse sola en vez de limitarla como lo haría un guionista?]
Sí, hasta cierto punto. Hay dos escritores los arquitectos y los jardineros3. Los arquitectos hacen mapas antes de poner la primera piedra, diseñan la casa entera, miran por donde pasan las tuberías, cuantas habitaciones habrá, cuán alto será el techo, etc. Los jardineros en cambio simplemente cavan un hoyo, plantan una semilla y miran a ver que sale de ahí. Todos los escritores son algo arquitectos y algo jardineros, pero tienden a ir hacia un lado más que al otro. Yo por ejemplo soy más jardinero porque me gusta que mis personajes tomen la iniciativa y yo me limite a seguirles; aunque debo reconocer que en mi etapa en Hollywood me gustaba fingir que era un arquitecto ya que me tocaba dirigir a más gente.
Dicho todo esto, sé a dónde voy: tengo en mi cabeza los trazos generales de la historia pero desconozco todos los detalles y giros que me llevarán hacia el final.
[Se trata de un mundo muy pensado. ¿Cuánta investigación fue necesaria para que todo encajara?]
Aunque mi mundo es imaginario se basa en la Europa medieval de la Edad Media. He leído mucha historia, biografía y ficción histórica de ese periodo. Quería encontrar el tono correcto, el ambiente, los detalles para que mi mundo fuera lo más verosímil posible. Leí sobre momentos históricos muy concretos como la Guerra de las Rosas, la de los Cien Años, las Cruzadas, la caballería, etc. En esos aspectos, creo que mi investigación fue profunda.
[Tu mundo parece más oscuro que la mayoría de reinos de fantasía, en la mayoría de ellos uno desearía vivir. En cambio, no creo que nadie quisiera vivir en Poniente o en Invernalia. ¿Fue la oscuridad palpable en tu historia desde que empezaste a escribirla?]
Siempre he sido un escritor oscuro si te fijas en mi trabajo anterior, aunque prefiero el término realista. Me gustan más los personajes grises que la dicotomía de blancos y negros. Tengo una desconfianza instintiva hacia los finales felices y la mayoría de fantasía tiene una vertiente oscura. Si miras a Tolkien, padre de toda ella, hay mucha oscuridad y tristeza en el relato: el fin de una era, la partida de los elfos, la muerte de la magia, la caída de los reinos de los hombres. Hay como una aura crepuscular en todo eso. Tolkien fue incluso hasta el punto de incluir el Saneamiento de la Comarca cuando ya se había derrotado a Sauron, no hubo sólo bailes y felicidad, se habían perdido cosas y Frodo nunca volvió a ser el mismo. Mi yo de 13 años tuvo una reacción muy fuerte a esos elementos y me influenció no solo en Canción de Hielo y Fuego si no en toda mi obra.
[Existe una corriente actual de hacer memes con la tragedia que es vivir y que la felicidad es algo de lo que deberíamos agradecer cuando llega. *se rie* ¿Crees que es una de las razones por las que la fantasía atrae al público?]
Toda la ficción, si es buena, apela a las emociones ya que la emoción es todo lo que es la ficción. Eso no implica que la ficción no pueda ser reflexiva, presentar ideas interesantes o provocativas o que busque hacer pensar al lector pero si lo que buscas es iniciar una discusión intelectual, la no ficción es una herramienta más ópitma para ello. Puedes clavar un clavo con un zapato pero un martillo es más eficaz. Así, la ficción es sobre el poso emocional que queda en el lector, sobre hacernos sentir cosas a un nivel primario y visceral.
Estamos entrando en terreno pantanoso ya que no me gusta hacer afirmaciones genéricas sobre la ficción: cada escritor hace lo que quiere. Ahora bien, mi visión del mundo… no me considero ni misántropo ni pesimista, creo que el amor y la amistad son lo que hacen que la vida valga la pena y hay espacio para la felicidad. Dicho esto, algunas verdades: la muerte nos espera a todos, ya estemos en la Edad Media o hoy día, tarde o temprano todos seremos polvo. Eso le da perspectiva a las cosas y hace que si escribimos un final feliz, en la que todo se resuelve al final, nos parecerá falso.
Otra cosa que, aunque no esté tan presente en Canción de Hielo y Fuego, es muy importante en mi trabajo es la soledad existencial que todos sufrimos. Aunque interactuemos con otros humanos nunca les acabamos de conocer. Creo que estos sentimientos, que tenemos inherentes a nuestra persona, nos permiten disfrutar de una obra de ficción. Históricamente, la tragedia siempre ha sido mejor valorada a la comedia… por ejemplo, aunque gocemos muchísimo con las Comedias de Shakespeare la gente siempre hablará de Hamlet o Macbeth y no de Sueño de una noche de Verano o Como gustéis. ¿Qué dice eso de nosotros?
[¿Cualquier género puede preguntarse sobre la condición humana pues?]
Oh por supuesto que sí. Siempre digo lo mismo, mi guía como escritor siempre ha sido el discurso de Faulkner del Premio Nobel en el que dijo que el corazón humano y el conflicto consigo mismo es sobre lo único que vale la pena escribir. Creo que eso es cierto independientemente del género. El género solo es atrezzo: puedes tener una historia de ciencia ficción con aliens y naves espaciales, puedes tener una novela de misterio con un detective privado paseando por calles hostiles, puedes tener una historia de fantasía con dragones, reyes y duelos de espada; pero en última instancia lo que importa es el corazón humano. Es lo que hace que la ficción merezca ser leída.
[Parece que la crítica televisiva se centró más en el atrezzo que en el corazón de los personajes]
Odié esas críticas en concreto *las de Slate y New York Times*. Eran demasiado controvertidas. Mis lectores también las odiaron… especialmente la de New York Times en la que decían que las mujeres no les gustaría una historia de fantasía4.. recibieron tantos comentarios negativos que tuvieron que cerrar la sección de comentarios. mis decenas de miles de lectoras estaban muy enfadadas de ser ninguneadas por un crítico de New York Times *ríe*.
Y ahora os toca a vosotros leales, ¿que os ha gustado más de las entrevistas? ¿Qué sentisteis cuando de repente había POVs con nombres distintos a los personajes que estabamos acostumbrados? ¿Es la religión en Planetos una respuesta a la magia existente o creeis que existen seres supremos? ¿Plantea Martin retratos femeninos interesantes en sus obras? ¿Os gustaría vivir en el mundo de Canción de Hielo y Fuego? ¿Alguien quiere unirse a mi protesta contra The New York Times?
Debe estar conectado para enviar un comentario.