Esta semana volvemos con Historias y Leyendas, sección en la que, como ya sabéis, buscamos compartir y discutir el material extra que cada temporada HBO agrega al mundo que rodea la serie, Game of Thrones. En esta nueva edición conoceremos algo más sobre R´hllor, el Señor de Luz, de manos de Thoros de Myr, uno de sus muchos sacerdotes.

R’hllor también es conocido de varias maneras: El Señor de la Luz, el Dios de la llama y la sombra, el Dios Rojo y el Corazón de Fuego. Comúnmente es representado por un corazón llameante y es una de las religiones con mayor número de seguidores en Essos.

El Gran Otro es el antagonista de El Señor de la Luz, y, según los sacerdotes rojos, llevan en una guerra eterna para decidir el destino del mundo desde el inicio de los tiempos. En su cultura se nos habla de una profecía en la que un guerrero, Azor Ahai, luchará contra la oscuridad portando a Dueña de Luz, la Espada Roja de los Héroes, revivirá a los dragones de piedra y pondrá fin a la eterna guerra con el Gran Otro.

Sacerdotisas rojas adorando a R'hllor

Worshippers asking R’hllor to bring back the dawn, por Magali Villeneuve © Fantasy Flight Games

La manera más común para que los sacerdotes rojos ejerzan sus rezos consiste en prender hogueras cada atardecer y ofrecer sus plegarias al señor, pidiendo siempre por que el amanecer llegue pronto, y es que la noche es oscura y alberga horrores.

En los libros sabemos por Thoros de Myr que los sacerdotes rojos pueden traer de vuelta a la vida a quien ya ha muerto con el último beso:

Arya contempló al sacerdote myriense, con su cabellera desastrada, los harapos rosados y los restos de armadura vieja. Una incipiente barba gris le cubría las mejillas y la piel flácida debajo de la barbilla. No se parecía en nada a los magos de las historias de la Vieja Tata, pero tal vez…
—¿Podríais devolver la vida a un hombre que no tuviera cabeza? —le preguntó—. Sólo una vez, no seis. ¿Podríais?
—No hago magia, pequeña. Yo sólo rezo. Aquella primera vez, su señoría tenía un agujero que lo atravesaba y la boca llena de sangre, y supe que no había ninguna esperanza. De modo que, cuando su pecho herido dejó de moverse, le di el beso del buen dios para enviarlo hacia él. Me llené la boca de fuego y le insuflé las llamas, le llené con ellas
la garganta, los pulmones, el corazón y el alma. Es lo que llaman «el último beso», más de una vez vi a los viejos sacerdotes dárselo a los siervos del Señor cuando morían. Yo mismo lo había dado un par de veces, como corresponde a todo sacerdote. Pero jamás hasta entonces había sentido a un hombre muerto estremecerse cuando el fuego lo llenaba ni abrir los ojos de nuevo. No fui yo quien lo trajo de vuelta, mi señora. Fue el Señor. R’hllor aún tiene planes para él. La vida es calor, y el calor es fuego, y el fuego es de Dios, sólo de Dios..

Tormenta de Espadas, Arya VII

 

Y vosotros, ¿qué opináis sobre R’hllor? ¿Es un dios tan benevolente como defiende Melisandre? ¿Por qué creéis que Thoros de Myr tiene el don para otorgar el Beso? ¿Creéis que R’hllor tiene alguna misión especial para él? ¿Cómo creéis que será en los libros el ritual para traer de vuelta a Jon, tendrá que ver con el dios del fuego?