Hoy regresamos con una nueva edición de, El Rincón del Cronista, en donde, como ya sabéis, alternamos entre personajes, sucesos, lugares e instituciones del mundo creado por George RR Martin con la idea de presentar un espacio de discusión y debate en el que la acción está en los comentarios.
Y esta semana continuamos con los Hombres sin Rostro, uno de las organizaciones más misteriosas de la saga:
Los Hombres sin Rostro son una sociedad religiosa de asesinos cuya sede reside en la Casa de Blanco y Negro, en la Isla de los Dioses de la Ciudad Libre de Braavos. Algunos los proclaman como los sicarios más efectivos del mundo conocido. Sus precios son extremadamente elevados según varias fuentes, llegando a requerir grandes riquezas o tesoros invaluables para llevar a cabo un trabajo, aunque siempre en la medida de lo que el interesado pueda pagar y de si está dispuesto a hacer el sacrificio. Se destacan por poseer la habilidad de cambiar de apariencia a voluntad, siendo la forma más destacada usar el rostro de alguien más, aunque también por medio de hechizos, como por ejemplo un glamour.
La Casa de Blanco y Negro, por Donato
Profundamente religiosos, los Hombres sin Rostro son devotos del Dios de Muchos Rostros, la representación de la muerte en todas sus formas y facetas, la cual es considerada como un fin misericordioso para el sufrimiento. Su templo está lleno de estatuas que representan a su dios, teniendo en su salón principal una fuente cuyo contenido resulta mortal y varios nichos en donde, aquellos que acuden a por el “don”, se echan a morir. Los cadáveres son desvestidos, despojados de todo objeto de valor, lavados y llevados al recinto sagrado, en el tercer nivel, cuyo acceso está restringido y donde se encuentran todos los rostros que la organización tiene a su disposición.
Teniendo que olvidar su identidad, entregarse al servicio de su dios y convertirse en “nadie”, los Hombres sin Rostro no pueden elegir a sus víctimas a voluntad, sino que deben limitarse a matar a aquellos por los que les han pagado. Una vez acordado, el contrato de asesinato se considera un sacramento de su dios.
La historia de los Hombres sin Rostro es aún más antigua que la fundación de Braavos, remontándose a los esclavos de las minas bajo los Catorce Fuegos del Feudo Franco de Valyria. Se dice que uno de ellos, el primer Hombre sin Rostro, contemplaba cómo todos los otros esclavos rezaban a cientos de dioses distintos pidiendo acabar con el sufrimiento, hasta que tuvo una revelación:
Todos los dioses tienen instrumentos, hombres y mujeres que los sirven y ayudan a que se haga su voluntad en la tierra. Los esclavos no suplicaban a cien dioses diferentes, como podía parecer, sino a un único dios con cien rostros diferentes. Y él era el instrumento de ese dios. Aquella misma noche eligió al más miserable de los esclavos, el que más había rezado pidiendo la liberación, y eso hizo: lo liberó de sus ataduras. Había entregado el primer regalo.
Arya se apartó de él.
—¿Mató a un esclavo? —Aquello no le parecía bien—. ¡Tendría que haber matado a los amos!
—También a ellos les llevaría el regalo, pero esa es otra historia, que es mejor no compartir con nadie.
Festín de Cuervos, Arya II
Así pues, la organización creció y llegó hasta Braavos, donde prosperó entre la niebla y la clandestinidad. Algunos teorizan, a partir del fragmento anterior, que “el regalo” que les entregaron los Hombres sin Rostro a los Amos fue el cataclismo conocido como la Maldición de Valyria pero, ¿acaso podrían haberlo llevado a cabo?
Arya susurrando el segundo nombre, por Mustamirri
En la saga de Canción de Hielo y Fuego conocemos a los Hombres sin Rostro de la mano de Jaqen H’ghar al que Arya Stark salva de las llamas junto con Rorge y Mordedor cuando, yendo en compañía de Yoren rumbo al Muro, sufren una emboscada por parte de soldados Lannister. Más adelante, el hombre se presenta ante Arya en Harrenhal, diciéndole que debe tres nombres al Dios Rojo, tres muertes que no fueron entregadas y que ahora ella deberá elegir. Al separarse, Jaqen le regala una moneda de hierro, le enseña la frase “Valar Morghulis” (que traducido del Alto Valyrio significa “todos los hombres deben morir”), y finalmente se marcha, no sin antes cambiar de rostro.
Jaqen se pasó una mano por la cara, desde la frente hasta la barbilla, y allí donde se rozaba con los dedos su rostro cambiaba. Las mejillas se rellenaron, los ojos se juntaron; la nariz se engarfió, y en la mejilla derecha, limpia hasta aquel momento, apareció una cicatriz. Y, cuando sacudió la cabeza, la cabellera lacia, mitad roja y mitad blanca, desapareció para dejar paso a una mata espesa de rizos negros.
Choque de Reyes, Arya IX
Pero esta no es la última vez que tenemos noticias sobre él, ya que, en el prólogo de Festín de Cuervos, un personaje que se hace llamar el Alquimista se presenta ante el novicio Pate, mostrando una apariencia casi idéntica a la aquel que conocimos con el nombre de Jaqen.
—No. Muéstrame la cara.
—Como quieras. —El alquimista se bajó la capucha.
Era sólo un hombre, su rostro era sólo un rostro. El rostro de un joven normal, con mejillas regordetas y una sombra de barba. Una cicatriz antigua y tenue le cruzaba la derecha. Tenía la nariz ganchuda y una mata espesa de pelo negro con rizos prietos alrededor de las orejas.
Festín de Cuervos, Prólogo (Pate)
Durante el lapso de tiempo entre que Jaqen se va de Harrenhal y llega a la Ciudadela de Antigua, Balon Greyjoy muere en circunstancias sospechosas, cayendo de un puente durante una tormenta, por lo que varios aseguran que habría sido el mismo Jaqen quien pudiera haber llevado a cabo el trabajo a instancias de Euron Greyjoy. En cualquier caso, y ya en la Ciudadela, Jaqen, usando el rostro de Pate, consigue una llave maestra de manos del novicio, y durante el último capítulo de Festín de Cuervos, con Pdv de Samwell Tarly, se le ve muy cercano al Archimaestre Marwyn, por lo que cabe preguntarse, ¿cuál es su objetivo en la Ciudadela?
The Kindly Man, por Wibben, para Fantasy Flight Games
Otros Hombres sin Rostro que conocemos a partir de la llegada de Arya Stark a la Casa de Blanco y Negro son el Hombre Bondadoso, la Niña Abandonada, el Hambriento, el Joven Señor, el del Rostro Severo, el Gordo, el Sacerdote con marcas de la peste, el Hombre Atractivo y el Bizco, los cuales, hasta donde sabemos, podrían haber aparecido en la historia utilizando otros nombres.
Arya se somete al entrenamiento para convertirse en “nadie”, éste consiste en varias etapas. Al principio se limita a limpiar, ayudar con la cocina, aprender el braavosi y practicar el “juego de las mentiras” que consiste en señalar si la otra persona miente o dice la verdad observando su rostro y su lenguaje corporal. Más adelante se le asigna la tarea de adoptar otra identidad y hacer de espía en la ciudad, teniendo que informar al Hombre Bondadoso todos los días sobre tres cosas que no supiera el día anterior. Otra etapa del entrenamiento consiste en quedarse ciega, perder la visión y tener que darse cuenta de quién le está azotando con una vara, además de entrenar sus otros sentidos claro, y lo logra hacer por medio de cambiar su piel con uno, o más de los gatos de la zona, viendo a través de sus ojos.
Desde Braavos hasta Asshai, desde Dorne hasta las Islas del Hierro, los Hombres sin Rostro son conocidos, sin lugar a duda, como el gremio de asesinos más reputado y peligroso del mundo entero, y aunque haya mucho sobre ellos que aún desconocemos, es probable que tengan una participación decisiva en el devenir de la saga.
Y vosotros, ¿tenéis alguna teoría sobre los Hombres sin Rostro? ¿Creéis que pudieron haber estado detrás de la Maldición de Valyria? ¿Cuál es el objetivo de Jaqen H’ghar en la Ciudadela de Antigua? ¿Cómo apareció este personaje y por qué, en las celdas de la Fortaleza Roja? ¿Creéis que tienen sus propios planes? Si pudierais pagarlo, ¿a quién elegirías como víctima de los Hombres sin Rostro de entre los personajes de Canción de Hielo y Fuego? ¿Por qué?
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